XV

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Marlene no respondió al mensaje, no sabía como hacerlo ni si quería hacerlo.

Por otro lado, Regulus acababa de entrar a su pieza con una porción de pizza en un plato.

-Eu, Sirius y James estan preocupados. -murmuró sentandose en la cama.

No pareciera, pensó Marlene, si estuvieran preocupados vendrían ellos mismos.

-¿Y por que no vinieron ellos a darme la comida?

Regulus maldijo por lo bajo, no sabía que decir, tenia mucho miedo de hablar y arruinar la amistad de Marlene y los chicos. Aunque el nunca le mentía y tampoco pensaba hacerlo ahora.

-Tenes razón, no me dijeron que están preocupados, pero vos los acostumbraste a este comportamiento, creen que es normal. -Por más que Regulus tenía razón, Marlene quiso revolearle algo.

Ella se paró y, sin si quiera mirarlo, le pidió que se vaya. Él suspiro y volvió a la sala donde estaban todos hablando. Sirius perdido en Remus y su forma pausada de hablar, James perdido en el como Regulus conversaba con Lily, su nueva amiga.

-Sirius, deberías ir a ver a Marlene, se veía mal. -pidió Remus.

-Seguro está enojada con Alejandro, no entiendo por que sigue entrenando con él. 

Lupin miró con suplica a Sirius. 

-Anda a verla.

Entonces Sirius se levantó del sillón con un suspiro y caminó hacia la pieza. Golpeó levemente la puerta y, al no obtener respuesta, abrió lentamente.

-¿Marly? -No hubo respuesta, a si que prendió la luz. -Perdón por no venir antes... -Pero no había nadie en la pieza.

Marlene acababa de bajar por la escalera de incendios, no sabía a donde iba a ir, pero no quería quedarse en su departamento donde no se sentía parte. No quería llorar a oscuras.

A si que caminando y caminando llegó a la casa de Dorcas.

La puerta la abrió Pandora, Marlene sonrió como pudo y la chica rapidamente supo que estaba mal. Era como un don que la menor de los Rosier tenía, y hacía cosas maravillosas con ese don.

-¿Estás bien? -preguntó mientras la dejaba pasar. -¡Dorcas tu amiga vino! -gritó con aquella suave voz.

-¿Molesto? Me puedo ir...

-Hay comida para todos, dudo que a Dorcas le moleste que estes ac... -Y, sin dejarla terminar la palabra, Dorcas se lanzó sobre Marlene, abrazandola. -Te dije.

Panda las dejó solas mientras la morocha se separaba un poco y analizaba su rostro en detalle.

-¿Estás bien? ¿Por que no estás en tu departamento? ¿A quien cagamos a piñas? 

Marlene no pudo evitar la sonrisa que formaron sus labios.

-Quería verte.

Ambas se miraron a los ojos antes de que Dorcas besara la frente de la chica que hacía cosas locas en su corazón.

Pasaron hasta el comedor, donde Barty y Evan miraban una pelicula.

-¿Y Dora? -preguntó la dueña de aquella casa, llamando la atención de sus amigos.

-Pandabear fue al patio a fumar, hola Mar. -La voz de Barty llamó la atención de Marlene.

-Hola rubia. -saludó Evan mientras miraba la pelicula.

-Hola.

Por algún motivo, Marlene quería ir al patio y pedirle un cigarrillo a Pandora. A si que se separó de Dorcas dandole un ligero apretón en la mano y caminó hacía el patio.

-¿Pandora? -dijo anunciando su presencia. 

La chica estaba mirando al cielo, analizando las estrellas mientras el humo la rodeaba. Marlene analizó su cabello, realmente era hermoso el contraste entre lo moreno de su piel y lo platinado de sus rastas.

-¿En que te ayudo? -preguntó con una sonrisa dulce.

-¿Me das un cigarrillo? 

Asintió y sacó la cajetilla, eran mentolados, o eso llegó a ver Marlene antes de ver como aquellas manos llenas de anillos y tatuajes de estrellas aplastara el filtro del pucho y se lo pasara junto con un encededor.

-¿Fumaste alguna vez? -Marlene negó y Pandora se acercó a ella mientras daba una calada. -Sé que Sirius fuma, lo habras visto fumar, es simplemente inhalar, pero que no sea mucho porque te vas a ahogar.

La rubia prendió su propio pucho e inhaló, fue lento y poco, pero se sintió bien.

Prontó, se encontraba fumando con total naturalidad y conversando con Pandora. Hasta que Dorcas salió y le sacó el cigarrillo de la mano.

-Pandora, dejanos solas. 

La chica apagó el cigarrillo y lo tiró en el tacho de basura mientras se iba para adentro.

-¿Qué pasa?

 -¿Vos queres dejar de hacer deporte? -preguntó mientras tiraba el pucho al piso.

-Si, es más, me encantaria que me dé cancer de pulmon y así no tener que vivir en este mundo de mierda que me exige de más.

-Vos sola te exigis de más, podrías solucionar las cosas de muchas formas, pero el cigarrillo no te va a resolver nada, no te quiero ver muerta, Mckinnon.

Las palabras golpearon fuerte el pecho de Marlene, de repente recordó por que Dorcas le había caido mal tanto tiempo. Se preocupaba por cosas que no eran de su incumbencia.

-No te importa mi vida. 

-¿Y por que viniste a mi casa en vez de a cualquier otro lado? -dijo con bronca la morocha.

Marlene asintió, ella tenía razón. Sintió la necesidad de irse, y así lo hizo, se fue y deambuló por las calles toda la noche hasta que un auto conocido frenó frente a ella.

James se bajó y la abrazó con fuerza.

-¿Por que oles a alcohol y a...? -Ella sabía que olía el humo en su ropa. -¿Estás bien?

Entonces rompió en llanto.

N/A:

jiji

Saludos desde acá. XOXO.

-JB

RING (Dorlene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora