XVI

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El auto negro de James iba lleno: Lily y Remus acompañaban a Marlene en los asientos traseros, Sirius era copiloto y Potter conducia. Mientras tanto, Black menor (o "mini Black" como James lo apodaba de vez en cuando) los esperaba en el departamento mordiendo sus nudillos por la ansiedad.

El desastre del que debian encargarse tenia nombre, segundo nombre y apellido: Marlene Monica Mckinnon. No, sus papás no la querían, pero eso no es lo que importa justo ahora.

—Mañana tengo que... que entrenar a los nenes. —dijo.

Desde que estaban en vacaciones, es decir, hace una semana, la rubia habia intensificado todos sus trabajos con el fin de más dinero, de hecho habia debatido esa misma tarde, o la tarde del día anterior, teniendo en cuenta las horas que eran, sobre una posibilidad de boxeo profesional con Alejandro. Él dijo que no, y de alli salió toda esta gran crisis.

Nadie le respondió, pero Lily la tenía abrazada mientras, disimuladamente, miraba a los dos que iban frente a ella. Según la pelirroja, no estaba bien que tanto Sirius como James obviaran los sentimientos de su amiga, pero ella no sabía que para ellos era desgastante estar siempre cuidandola, por mucho que la amaran, aunque lo seguiran haciendo, no siempre podían estar alerta.

James tambien se culpaba a si mismo, en especial cuando habia visto aquella mirada en los ojos de Marlene cuando notó que el olió el humo del pucho.

—Sos una imbecil. —dijo por fin Sirius, —Vos tenes que hablarnos, no desaparecer ¿Sabes el susto que nos diste? ¿Y encima oles a cigarrillo?

Marlene no solía llorar, menos por palabras simples de enojo, pero la ebriedad y el dolor del día entero lograron que las lagrimas calleran en un llanto mudo que a Black no le importó.

—Sos un amigo de mierda justo ahora, Sirius. —dijo Remus mirando mal al chico con él cual llevaba meses coqueteando. —Tranquila Mar, ya pasó, acá estamos.

Pero la rubia simplemente no queria ser una decepción y era justo lo que estaba siendo, por mucho que no hubieran usado esas palabras, sabía que todos en el auto estaban decepcionados de ella.

No quería seguir llorando, sentía que se estaba haciendo la victima y se odiaba por eso. 

Al llegar al departamento Regulus se lanzó sobre su amiga y el aroma a alcohol casi lo hace vomitar, pero no le importó al rodearla con sus brazos.

—Dios, me preocupaste, no vuelvas a hacer eso de desaparecer de la nada. —Si bien eran casi las mismas palabras que habia usado Sirius, estas no venían cargadas con ira.

—Perdón. —Fue lo unico que atinó a decir.

Regulus volvió a abrazarla y la guió hacía el baño, cuidó de ella lavandola y preparandole un té, haciendole compañía hasta que duerma.

Cuando volvió a la sala, estaba Lily a punto de golpear al dueño del departamento.

—¿Vos al menos le preguntaste que le pasaba? ¿Le preguntaste por que mierda está en crisis? A vos tambien te hablo, James. —Sirius la miraba con una ceja enarcada, no estaba acostumbrado a que alguien tuviera el valor de enfrentarlo, pero James tenía la cabeza gacha, él si sabía que había hecho mal.

—Si tanto sabes de Marlene ¿Por que no te la llevas a vivir con vos? —La voz grave de Black anunciaba el enojo que estaba sintiendo. —¿Por que no sos vos la que se ocupa de que coma? ¿La que la lleva a la cama cuando se queda dormida en la silla? ¿La que la ayuda a mantener sus habitos? Estoy harto, es como una puta discapacitada que no puede mantenerse sola de pie. —Entonces todo se mantuvo en silencio. Hasta James miró confundido a Sirius.

El unico ruido que se abrió paso en el silencio fue la voz de cierta rubia.

—¿Que? —Ella habia sentido su corazón romperse.

—Marlene no...

La mencionada negó con la cabeza ante la atenta mirada de la gente que estaba allí, entonces algo le dijo que Sirius tenía razón, no podía mantenerse de pie sola, ellos estaban ahí porque debían cuidarla de si misma.

—Tenés razón. Disculpa por ocupar tanto tiempo en tu vida. 

Y así mismo, volvió a su cuarto, seguía con los ojos cristalizados y se preguntaba cómo en menos de 24hs había arruinado tanto todo.

No sé acostó y trabó la puerta, sentandose en el piso justo frente a ella.

Escuchaba como James y Sirius discutían después de haberle pedido a todos que volvieran cada uno para su casa.

[05:23] Marlene: Disculpa por todo

[05:24] Lils🌺: Te iría a buscar mil veces más, tranquila.

—Sirius quiero que vayas a pedirle perdón. —exigia James a la distancia, pero su amigo era demasiado orgulloso.

—¡Dije la verdad! Ella está actuando como una pendeja y alguien se lo tiene que decir.

Decidió, entonces, que no podía seguir así.

A la mañana siguiente se levantó temprano y le envío un mensaje a Thiago, aquel hombre que ella tantas veces había ayudado.

[08:30] Marlene: estás despierto?

[08:30] Thiago🫶: Estoy por ir a trabajar ¿Que necesitas angelito?

Lo cierto es que Thiago siempre la había tratado como si fuera su hija, y Marlene estaba totalmente bien con eso.

[08:31] Marlene: puedo quedarme un tiempo en tu casa? pagaría lo que tenga que pagar y puedo limpiar y cocinar

[08:31] Thiago🫶: a mi nunca me va a pesar ayudarte, no te preocupes y vení, pero me vas a contar por qué

Entonces guardó ropa en su mochila, su celular y cargados, unos audífonos y salió de su casa dejándole una nota a Sirius.

“Perdón por ser una carga, no te voy a molestar más. Te amo.”

Y así comenzó otra etapa de su vida. Escapando de quien la había acompañado en su primer escape.

N/A:

DRAMA!!!!

Sinceramente lloré haciendo esto y espero que ustedes lloren leyéndolo porque, si no, malgaste lágrimas.

Los quiero mucho y siempre van a tener un lugar seguro acá.

Saludos desde el aula (😭). XOXO.

—JB

RING (Dorlene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora