Citas disparejas : Emparejamientos

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La tómbola había dejado de girar al fin, pequeñas risas podían escucharse entre todos los presentes con excepción de una de las madres de Azura, un pequeño tic resaltaba sobre la sonrisa que estaba forzando en ese momento.

Amity suspiro, tallándose la frente - Azura, Eider por favor tápense los oídos por un momento - Ordeno la mujer a las niñas, ambas obedecieron un confusas por esto - Luz perdón por decir esto en tu casa, pero ¡Esta es acaso una puta broma! - Amity exclamo con el rostro rojo al ver que su nombre había salido junto al de Hunter.

-Je je, te preocupas demasiado otra Mittens - La emperatriz musito, haciendo un ademan con su mano a Odalia para que diera una segunda vuelta a la tómbola - Mi esposo puede ser todo un caballero si se le permite, solo dale una oportunidad y deja que te sorprenda un poco.

- ¡Pero no puedo hacerlo! ¿Acaso nadie aquí siente esto raro o ve algo malo con esto? - Amity inquirió entre ellos, todos murmuraron entre sí, pero ninguno dijo nada en contra.

- Lo ves, no hay nada malo con probar un poco de esto y tratar de divertirte al fin y al cabo lo haces por eso.

Amity gruño un par de entre dientes, sintiendo una mano sobre su hombro y al girarse se encontró con su esposa - Vamos Mittens será divertido, no tienes ganas de ver como el tipo que cuido de nuestro bebe por casi un mes y se aseguró de que no acabara muerta.

- Nuestra hija puede cuidarse sola, no necesita de un emperador con dos esposas para subsistir - Señalo Amity, sintiendo una palmadita en su otro hombro.

La emperatriz se encontraba a su lado con una gran sonrisa sobre su cara mientras señalaba a la tómbola - Adivina quién salió ganadora de la linda chica a tu lado - la mirada de Amity se dirigió casi de inmediato a la tómbola, sintiendo su sangre hervir por un instante.

Sobre el aparato se remarcaban los nombres de su esposa y la emperatriz - ¡Ho! que sorpresa, no me esperaría este resultado tan particular, casi diría que fue arreglado - Las palabras de la mujer se oían felices, pero era claro cómo estaba forzándose a sonreír y no gritar en ese momento exacto contra la emperatriz y su esposo.

- Lo sé, realmente algo curioso e impredecible para cualquiera de nosotros. . .. excepto nuestra madre Odalia claro - musito la emperatriz con una sonrisa igual a la que tenía Amity frente a ella. La emperatriz sacudió la cabeza sintiendo un poco de culpa por el resultado - Pero sabes, es propio de un gran monarca el oír a su pueblo de vez en cuando.

- ¿Y eso en cómo me ayuda? - Amity cuestiono alzando una ceja ante las palabras de la emperatriz que empezaba a sonreír más - Que tienes en . . . - la otra Amity le interrumpió, tomándole de la mano y llevándola hasta la tómbola. - . . . mente.

- Porque no tiras de ella y vemos si tu suerte es distinta ahora. - Ofreció la emperatriz - Así no puedes decir que esto fue arreglado en tu contra y - emperatriz aparto su mirada, fijándose en la esposa de Amity - Luz, porque no vienes aquí y pruebas tu suerte de igual manera que tu esposa.

La castaña quedo en silencio por un momento, pensativa en si tomar o no la oportunidad que se ofrecía, alzando su mirada logro cruzarla con la de su esposa, la mujer le sonrió dándole a entender que todo estaría bien. Luz camino hasta el lado de su esposa, justo momentos antes de que la tómbola se detuviera para decidir la cita de Amity.

Odalia tomo la esfera entre sus manos mirando por un momento a su hija - Mittens, espero esta vez aceptes la decisión de la suerte - la chica asintió, sintiendo un poco avergonzada por el reproche de la mujer - Bien, ahora la afortunada bruja que tendrá la suerte de tener una cita con mi linda, linda hija es . . .. ¡Oh! vaya parece que la manzana no cae muy lejos del árbol.

A donde vamos a pararDonde viven las historias. Descúbrelo ahora