Ambos salieron de la escuela. Katsuki estaba nervioso, se arrepentía totalmente. Ahora se encontraban en el metro, su cachorra olía a canela con cítricos, y no pudo evitar pensar en lo buena que era la combinación, pero seguía sin saber como iniciar una conversación con el chico.
– Tu... – Izuku miró a Katsuki, de nuevo tenía a la pequeña en sus brazos, había dejado de llorar, aún tenía un poco de fiebre pero se veía mejor.
– ¿Qué estudias? – Fue lo único que se le ocurrió decir.
– Artes. No puedo creer que olvidarás que siempre cargaba una libreta con dibujos. Siempre la rompían, quemaban o mojaban. – Se sintió peor. No esperaba esa respuesta. Quien hacía eso era él mismo. Debía disculparse, pero no encontraba las palabras para hacerlo.
– Yo estudio derecho – El contrario asintió lentamente.
– Nuestras madres son amigas Kacchan, yo sabía que estabas aquí estudiando... incluso sabía lo de tu cachorra...– Se detuvo y no siguió la conversación. No quería decirle que también sabía que su omega los había abandonado. Por suerte llegaron a la estación del metro donde debían bajar.
Siguieron en silencio hasta el departamento. Katsuki sacó la llave y abrió mientras entraban al pequeño espacio. Sólo había una habitación, sala comedor, un pequeño baño y una cocina rudimentaria que consistía en una estufa, un mini bar y fregadero. Además de varias cajas de plástico usadas como contenedores.
– Espero que no te burles de mi departamento Deku... o te mataré – El mismo se regañaba por la forma en la que trataba al chico. Pero este solo mostró una sonrisa. Izuku caminó directamente a la habitación donde se encontraba la cuna con la pequeña en brazos.
– Mi madre siempre ha dicho que los bebés son fáciles en los primeros meses. Solo duermen y comen – le aseguró el omega. El alfa lo observó dudando sobre sus palabras. Dejó salir un suspiro y observó como el contrario liberaba un poco de feromonas, haciéndola botezar.
Katsuki estaba fascinado. En estos últimos dos meses jamás la había visto tan tranquila. – Creo que realmente necesitaba un omega para esto.
– Ponte cómodo. Dormiré en el sillón. Si no me levanto en una hora por favor levantarme. – Sus ojos se estaban cerrando. Pero el chico negó.
– No, tú debes dormir en tu cama. Yo cuidaré a tu pequeña en la sala. Prometo no hacer mucho ruido – Y sin decir nada más salió de la habitación. Katsuki seguía sorprendido por lo que acababa de pasar, pero no tenía tiempo para darle vueltas. Simplemente se recostó en la cama y se quedó dormido al instante.
Cuando su alarma lo despertó, se movió lentamente y miró alrededor. Tardó en darse cuenta de que la pequeña no estaba en la cuna porque había alguien más cuidándola. Salió de la cama y se encontró con Izuku lavando los trastes.
– Maldita sea Deku. ¿Qué haces? – El omega se sorprendió, pero le hizo una seña para que guardará silencio. En el sillón, se había improvisado un nido con la sudadera del omega y ropa suya. Con sólo verlo se dio cuenta que el nido que había hecho en la cuna era horrible.
Sabía que los alfas no servían para hacer nidos y este había sido hecho por un omega, se veía lindo y cumplía su función, por que la pequeña seguía dormida y cómoda.
– Ya no tiene fiebre, la he estado monitoreando cada 20 minutos. Ya hice 3 cargas de ropa que están tendidas en el balcón y ya casi termino los trastes.
El rubio no podía entender por qué el chico que había sufrido de bullying por su culpa le estaba ayudando.
– Deku, maldita sea, ¿por qué me ayudas? – la sonrisa el peliverde no se hizo esperar. Era una sonrisa amable y honesta.
– Por qué somos amigos Kacchan, y creo que criar a un cachorro, sobre todo siendo tan pequeño, es todo un reto.
– Maldita sea Deku. ¿Enserio puedes decir eso? Después de todo lo que...– El omega negó lentamente.
– Kacchan, el pasado está en el pasado. Y viendo tu rostro, creo que lo necesitabas. – El alfa seguía sin estar seguro.
– La esencia omega es muy importante en esos meses... si me lo permites, podría prepararle un nido y bañarla con mis feromonas todos los días. Sería más fácil para ella. – El rubio lo miró sorprendido. Una cosa es ayudarlo una vez. Pero lo que él omega ofrecía involucraba todo su tiempo. Además sabía que si de repente dejara de venir, Aiko sufriría más por la pérdida. Pero algo en su interior le decía que Deku no sería capaz de hacer algo así.
– No puedo aceptar eso. Es un trato idiota. ¿Qué ganas de todo esto? – Izuku no podía decir la verdad. Porque para ello, se necesitaba muchísimo coraje. Lo mejor era buscar un pretexto adecuado. Por suerte, lo había pensado desde hace mucho.
– En realidad, me gustaría tener un espacio privado para trabajar en mi arte. No pido mucho. Solo me gustaría venir aquí a pintar. Si me permites eso, puedo cuidar a tu cachorra entre clases, recogerla de la guardería e incluso ayudarte con las tareas domésticas.
La puerta se abrió. La madre de Katsuki acababa de llegar para recoger a la pequeña.
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Finalmente les traigo el tercer capítulo de este fanfic. Es mi primera historia omegaverse, como ya han leído, jajajajaja y estoy un poco nerviosa. Gracias por leerlo. <3
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Mi omega // TERMINADO
FanfictionBakugo se dejó caer en en el sillón y suspiró. Sus instintos lo estaban destrozando. Sabía que Deku era el omega que necesitaba su alfa lo pedía como nunca había pedido a nadie. Además amaba a su pequeña como si fuera suya, la hacía feliz, lo hacía...