Todoroki trajo lo que Izuku le pidió y se sentó en el sillón. No podía negar que estaba nervioso. Habían pasado dos meses desde aquella noche, e incluso habían tomado las medidas necesarias, pero sabía que una pastilla del día siguiente no sería efectiva cuando los dos habían compartido su celo, sin protección, y sin saber realmente si lo había anudado o cuantas veces habían sido.
Además, Izuku se había esforzado en ignorarlo. Apenas tomaba sus llamadas y las respuestas en sus mensajes eran en monosílabos. Él sabía que esta relación estaba terminada, pero se negaba a dejarlo ir si el omega no lo decía primero.
Izuku estaba en el baño en ese momento. Pero como un alfa con buenos instintos y atención a su omega, Todoroki ya sabía lo que estaba pasando sin mirar la prueba. Sólo la necesitaba para confirmar lo que había notado desde el momento en que entró al lugar. Por otro lado, Izuku estaba más en negación. Necesitaba la prueba para saber la realidad.
La puerta se abrió, Izuku dejó la prueba en la mesa y soltó un suspiro.
– Sólo debemos esperar...
– Tienes un toque dulce en tu aroma– Dijo el otro suavemente. Se los habían explicado en las clases de sexualidad. Cuando un omega estaba embarazado el primer inicio era el aroma dulce que se combinaba con sus feromonas, como leche con miel.
– También he tenido algunos síntomas... pero no estoy seguro si es verdad o sólo me he sugestionado. – confesó mientras miraba la mesa lleno de ansiedad. Esperaba que fuera lo segundo.
– Me haré responsable, de ti y del cachorro, pase lo que pase. Sabes que me gustas Izu.
Ambos se miraron, pero Todoroki estaba seguro de que no sentían lo mismo.
Bakugo se dejó caer en el sillón, y miró al chico que se movía por la cocina terminando con sus labores. Tenía más de dos meses que Deku había estado distante y evasivo. Esperaba eso después de aquella vez que lo rechazó, pero habían pasado casi medio año y ahora era cuando se comportaba diferente. Volvía a ser ese chico que se había resfriado semanas atrás, con la diferencia de que sus bromas ya no lo hacían reír y volver a la normalidad.
La pequeña Aiko soltó un pequeño berrido, estaba a punto de llorar, no pudo evitar girar hacia su hija, iba a levantarse cuando Deku habló.
– Tranquilo, yo me encargo, deberías tomar una ducha, de todos modos la pondré a dormir y me iré – El contrario asintió pero no se movió. El cansancio era tal que no quería levantarse. Se tiró en el sillón y los miró con una clara sonrisa. Si alguien le preguntaba como se veía una familia feliz, estaba seguro de que esa era la imagen.
Deku caminó de la cocina al pequeño corral donde Aiko había empezado a llorar y la cargó en sus brazos. Al cargarla, su ropa se levantó, seguía perdido en ellos cuando notó algo extraño. Una idea pasó por su mente... pero no era lógico. No había posibilidad. Entonces su cuerpo se movió por sí solo.
Se levantó y llevó casi por inercia su mano al vientre del contrario, no se había equivocado, no era plano como debería, Izuku siempre había sido muy delgado por naturaleza, y lo seguía siendo, pero ahora su vientre estaba ligeramente abultado. Ya había visto algo así en un omega antes.
El rostro de Izuku se volvió rojo al instante cuando los ojos de ambos se conectaron. Hacía tanto que Bakugo no se acercaba a él, además, la forma en la que lo había tocado, no era la correcta entre un omega y un alfa que no tenían una reacción entre ellos. Pero más que eso, miró la furia en sus ojos, y de alguna forma, Izuku tuvo miedo de hacerlo enojar, o que ya no lo quisiera...
– Kacchan... no quería que te enteras así, planeaba decírtelo pero...– Los ojos rojos del alfa brillaban de furia, tomó a la pequeña, y la acomodó en el corral de nuevo. El aire se puso espeso por sus feromonas, y la pequeña no pudo más que observar con miedo y un poco de ansiedad a su padre.
–¿Quién putas se atrevió a tocarte Deku?
– No, Kacchan... no es como lo piensas...fue un accidente... – El cuerpo de Izuku perdió fuerza, pero Bakugo lo sostuvo y lo llevó directamente al sillón, su cuerpo se estremecía de coraje, y sus feromonas irradiaba irá, afectando a todos a su alrededor.
– Por si no lo has notado – Continuó el rubio lleno de furia. – Yo también tengo una hija... y no se hacen por "accidente". ¿O me vas a decir que tropezaste y "accidentalmente" caíste sobre una verga?
Su mano fue directamente al parche en sus glándulas. Izuku quiso detenerlo, pero su cuerpo no podía moverse. La esencia de cítricos mezclada con miel y leche inundó el departamento rápidamente, ahora entendía por que Izuku había estado usando parches de feromonas todo este tiempo, incluso en la casa.
Una parte de él se tranquilizó al ver que no estaba marcado, pero su mano bajó al vientre del chico de nuevo, donde claramente podía sentir el bulto, Izuku estaba embarazado.
– Dime Deku, a quien debo matar... ¿Quién te tocó? –
– Kacchan, tus feromonas... por favor – El alfa no podía controlarse. Había mil emociones surgiendo en su cuerpo y lo mejor que pudo hacer fue tomar un parche y colocarlo sobre sus glándulas para mitigar el aroma.
– Dime quien fue... ¡A quien debo matar! – Izuku negó lentamente.
– Fue un accidente, pensé que estaba resfriado y lo dejé entrar, mis supresores no estaban funcionando como debían... mi celo empezó, aceleró el suyo, cuando despertamos ya había pasado todo – La furia en los ojos de Bakugo no se había detenido.
– Hablamos, me dijo que se haría responsable... así que cuando vi que ... bueno, que tendríamos un cachorro, hablé con él. Prometió hacerse cargo de todo...
– El nombre Deku, quiero el maldito nombre – Izuku bajó la mirada, la mano de Bakugo seguía en su vientre.
– Todoroki...– Las palabras fueron como puñaladas en su corazón, Shoto Todoroki había embarazado a su omega. Fue lo primero que le gritó sus instintos. Ya no era su omega, en realidad, por su culpa nunca lo había sido y ahora era de alguien más.
– No quería decírtelo aún... quiero seguir cuidando a Aiko... no sabía cómo decírtelo.
– ¡Maldita sea! ¿Para qué demonios necesitas a mi cachorra si vas a tener el tuyo? – Esas palabras lastimaron a Izuku, incluso él se sintió mal al decirlas. Se levantó del sillón y miró a la pequeña, quien no lloraba, pero se veía a punto de hacerlo, al ver la mirada de terror de su hija se esforzó en calmarse más, soltó un suspiro, la cargó y le dejó pequeños besos en el rostro, después se sentó junto a Izuku y volvió a suspirar.
– Lo siento Deku... pensé que alguien se había aprovechado de ti... – Aiko cambió rápidamente de brazos, dejando a su padre y abrazándose a Izuku, quien no dudó en abrazarla. Tenía miedo del olor de su padre y nadie podría sorprenderse por ello. Incluso con el parche sus feromonas irradiaban ira, y volvía el ambiente más pesado.
– No fue algo que hayamos planeado...fueron nuestros instintos que no supimos controlar... y si vamos a culpar a alguien seria a mi, yo fui quien sabía lo de los supresores, pero no hice nada para solucionarlo. – El alfa suspiró.
– ¿Cuánto tienes? – le preguntó. Mirándolo aún molesto.
– Casi 20 semanas – Izuku no pudo mantener la mirada, así que la bajó hacia Aiko. Quien se sentía cómoda con el olor a leche del omega.
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Hoy tuvimos el primer comentario en el capítulo así que decidí subir uno más. Si juntamos las de 10 votos en la historia subo otro!!!
Muchas gracias por darle cariño a mi fic. 💜
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Mi omega // TERMINADO
FanfictionBakugo se dejó caer en en el sillón y suspiró. Sus instintos lo estaban destrozando. Sabía que Deku era el omega que necesitaba su alfa lo pedía como nunca había pedido a nadie. Además amaba a su pequeña como si fuera suya, la hacía feliz, lo hacía...