Siguió trabajando hasta que un grito llamó su atención. El rostro de Izuku se puso pálido, Bakugo se giró para regañarlo, le había asustado y la pequeña ahora estaba despierta llorando, pero no pudo decir nada al ver como el chico se doblaba de dolor, el pánico lo invadió, sobre todo cuando notó que había sangre empapando sus pantuflas y su pantalón.
Tomó al chico entre sus brazos mientras el omega gritaba de dolor y se tocaba el vientre. Algo estaba mal con el cachorro. Tenía que llevarlo al hospital.
De ahí, todo fue muy rápido, no supo en qué momento lo subió al coche, trató de tranquilizar a la pequeña y la puso en su silla en el asiento trasero. Sabía que no debía conducir así. Pero estaba en automático, solo se dio cuenta de su realidad cuando la pequeña Aiko se abrazaba a su cuello llorando mientras Izuki era llevado en una camilla lejos de ellos.
Sus manos temblaban y estaba seguro que sus feromonas eran un desastre, acarició la espalda de Aiko tratando de tranquilizarla. Viendo como el omega se perdía de vista.
Miró sus manos, había sangre en ellas. Llamó a su madre, tenía que venir por Aiko. Y tal vez traerle un cambio de ropa.
Seguía en shock. Recordaba que su madre había llegado, recordaba entregarle a la niña, incluso su ropa había cambiado, pero solo podía pensar en la sangre y la mirada de Izuku llena de pánico y dolor. El doctor salió y miró al chico que seguía temblando.
– ¿Quién es el familiar de Midoriya Izuku?
– ¿Eres su alfa? – Preguntó el médico. Sólo entonces Bakugo se dio cuenta que debió llamar a Todoroki, pero su mente estaba hecho un lío y lo había olvidado. Así que solo asintió.
– Lamento informarle esto, pero todo parece indicar que el feto llevaba un tiempo muerto. El cuerpo de su omega lo sabía, así que estaba en proceso de desecharlo, por eso el sangrado, pero al tener 25 semanas hay que retirarlo por cesaría. – El chico no pudo reaccionar, se sintió culpable al instante, él había deseado que ese bebé no naciera.
– Estamos preparando el quirófano. ¿Quiere verlo?– Un nudo se atoró en su garganta al escuchar todo eso y un zumbido empezó a sonar en su oído.
– Justo ahora su omega necesita todo el apoyo posible. Se acaba de enterar que el cachorro en su interior está muerto. Sé que es un momento difícil para usted, pero es peor para él en este momento...
– Quiero verlo... quiero estar con él... – Siguió al doctor a través de los pasillos. Se sentía como en un sueño, una pesadilla. Su cuerpo se movía pero no lo podía controlar, seguía temblando.
Entró en la habitación y lo que vio le partió el corazón. Izuku estaba recostado en la cama, se veía pálido, frágil y débil, mientras sollozaba suavemente. Había varios tubos conectados a su cuerpo. Sólo entonces Bakugo sintió que tocó el suelo. Su cuerpo le dolió. Ambos se miraron y de nuevo reaccionó al instante.
Se acercó al omega y lo abrazó con fuerza.
– Zuzu... – El apodo infantil que Aiko le había puesto salió de sus labios. Izuku dejó de contenerse y empezó a llorar.
El alfa se metió con cuidado en la cama con él, no dijo nada, solo lo abrazó y mimó mientras el omega se desmoronado en sus brazos.
– Está muerto Kacchan... lleva muerto días... y yo ni siquiera lo noté – no dejaba de repetir una y otra vez, el alfa lo abrazó con más fuerza, comenzando a llorar con él.
– No es tu culpa Zuzu, no es tu culpa.
Media hora después los médicos aparecieron en su habitación, harían el procedimiento.
– Debe esperar fuera del quirófano. Le avisaremos ante cualquier situación. – le dijo el doctor mientras se llevaban al omega. Tomó su mano por última vez dejando un pequeño beso en esta.
– Te estaré esperando. Yo me encargaré de todo, te estaré esperando – le aseguró antes de perderlo de vista.
– Haremos el procedimiento, lo tendremos toda la noche en observación y podrá irse pasado mañana si no hay complicaciones – El doctor miró al joven.
Una hora después el doctor volvió a salir para darle informes. El procedimiento había terminado, Izuku ahora se encontraba descansando en su habitación.
– Su omega estará pasando un proceso complicado, perder un cachorro es muy difícil para un omega. Será importante que lo cuide, y si la cachorra que tenía con usted al llegar no duerme con ustedes, debería permitírselo durante un tiempo. El olor de su otro cachorro le ayudará a superar el duelo.
Le siguió dando indicaciones e incluso le entregó unos panfletos para ayudarlos a superar el problema. Pero Bakugo estaba temblando. No podía imaginarse lo que estaba pasando en la cabeza del omega, pero sus lágrimas minutos atrás le daba una idea y le asustaba. Sabía que debía llamar a Todoroki, que él debía estar ahí, pero solo podía pensar en Deku y él dolor que estaba sintiendo en esos momentos, mientras la culpa lo invadía.
–Ya puede subir a verlo, y por favor, cuide mucho a su omega.
– Izuku... – la voz casi no le salió, los ojos verdes se fijaron en los suyos, estaba adormilado por la anestesia, se veía aún más cansado y pálido.
– El doctor dijo... que todo salió bien... bueno... Lo siento tanto, ni siquiera sé que decir... – Deku lo miró con lagrimas en los ojos y Bakugo no pudo más. Empezó a llorar también mientras subía a la cama y abrazaba con cariño.
– Lo lamento tanto... si no hubieras estado en mi casa... si... – Izuku puso su mano sobre la boca del alfa pidiéndole que se detuviera.
– Kacchan, sólo... Abrázame por favor, no digas nada, solo... – la voz se le cortó mientras las lágrimas seguían cayendo. El alfa lo entendió al instante. Lo abrazó con un poco de fuerza y dejó pequeños besos en su rostro. No necesitaban palabras, él sabía como consolarlo sin ellas.
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Mi omega // TERMINADO
FanfictionBakugo se dejó caer en en el sillón y suspiró. Sus instintos lo estaban destrozando. Sabía que Deku era el omega que necesitaba su alfa lo pedía como nunca había pedido a nadie. Además amaba a su pequeña como si fuera suya, la hacía feliz, lo hacía...