Mi omega // TERMINADO

EXTRA 8 - Pesadilla parte 4

Era martes por la mañana. Bakugo estaba nervioso, el bebé aún no iba a nacer pero los doctores estaban seguros de que sería en cualquier minuto. Pero él estaba ahí, en medio del juicio, peleando por la custodia de su cachorra.

- Tengo aquí - Dijo el abogado de Bakugo. - La nota que dejó la madre al irse. La pequeña Aiko tenía solo 5 días de nacida cuando se fue. Y pide que nunca sea buscada, ya que no le interesa ese bebé -.

Todo se alargaba más y más. No estaba en el juicio como quisiera. Se sentía agradecido de que Kirishima lo estuviera representando. Lo llamaron a testificar. Las mismas preguntas, las mismas vueltas.

Bakugo soltó un suspiro y se controló para no maldecir. - Han pasado 6 años. Y yo hubiera estado dispuesto a compartir la custodia. Pero como ya presentamos en las pruebas. Toga intentó sacar a Aiko de la escuela 3 veces sin permiso. Una de ellas con éxito y casi la saca del país. La ha interceptado en parques e incluso ha ido borracha a mi casa, rompió todas las ventanas. Además atacó a mi omega, quien está a punto de dar a luz, en una cafetería. Temo por la seguridad de mi familia. Aiko se ha vinculado con mi omega y lo ha reconocido como su padre. Pido a la corte que por favor. Me permita proteger a mi familia. Estaba dispuesto en permitirle ver a mi hija, pero ya leyeron el testimonio, ella le tiene miedo. La única forma que lo permitiría sería con supervisión si comprueba que se encuentra estable mentalmente, deja de beber y se disculpe correctamente con mi omega.

El juicio tardó más de 3 horas. Pero al final obtuvo la custodia y a Toga se le prohibió entrar en su distrito. Debía volver a su casa y si se acercaba a ellos, terminaría en la cárcel. Un suspiro de alivio salió de su boca cuando su teléfono empezó a sonar. Era la madre de Deku.

- Katsuki, tienes que venir aquí, tu cachorro está por nacer.

Bakugo corrió por el hospital, un grito de dolor fue audible. Ya había estado en un parto, pero para una omega femenina es mucho más fácil que para uno masculino, y no estaba listo para ver así a Deku. El dolor se veía en su rostro. Corrió a su lado y tomó su mano con fuerza.

-Zuzu aquí esto, todo va a estar bien. Aquí estoy. - Izuku le mostró una sonrisa mientras se sentía más tranquilo. Su alfa estaba ahí, ya no había nada que temer.

- El canal es muy pequeño, tendremos que hacer una cesárea- le informó el médico buscando su aprobación, asintió mirando a Izuku.

Su mano seguía en la de su esposo. Sintió un escalofrío cuando vio como el bisturí abría su vientre, su interior quiso gruñir al sentir que el chico estaba en peligro. Pero sabía que no era así y se controló.

-Todo está bien Zuzu ... todo bien. El olor a sangre llenó la habitación. La anestesia había surtido efecto, ahora el omega estaba más tranquilo. Besó su mano sin quitarle los ojos de encima cuando se escuchó un pequeño llanto.

- Papá, ¿quieres cortar el cordón? - le preguntó el doctor mientras acomodaba al pequeño sobre el pecho de Izuku. Asintió lentamente y con nerviosismo tomó las pinzas.

El pequeño estaba hinchado, totalmente rojo, y no sólo por la sangre, tenía los ojos cerrados pero lloraba con fuerza. Cortó el cordón y observó como se lo llevaban. El equipo médico se dividió en 2, unos con Izuku, y otros con el pequeño.

Se lo entregaron de nuevo, ahora limpio en una cobija. Mostró una gran sonrisa y besó su frente, después se inclinó hacia Izuku, para que lo viera. Ambos sonrieron. La pesadilla había terminado. Todo estaría bien.

Cinco años después

Las risas se oyeron al instante. Y dos pequeños aparecieron corriendo.

- Ten cuidado Aiko, no vayas tan rápido para que Haru no se caiga persiguiéndote- Se quejó Bakugo. Estaba adormilado, había puesto la cabeza sobre las piernas de su omega, quedándose dormido sin poder evitarlo. Yuta, su bebé recién nacido dormía cómodamente en la cuna junto a ellos.