Capítulo 5

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La comida rápidamente se repartió, había pollo frito, pizza y papas fritas. La conversación era animada y se basaba más entre Katsuki y sus compañeros, Izuku pudo notar que no era el único omega. Denki, un chico rubio que reía de forma ruidosa, también lo era. El chico que conocía en la escuela media jamás tendría de amigo un omega, pero ahora podía ver que el chico había madurado. se emocionó al instante disfrutando la relación entre todos ellos.

Habían pasado ya tres horas, los otros estaban bastante tomados. Bakugo apenas había tocado su cerveza, era lógico. Había dos omegas en el cuarto y una pequeña en su dormitorio. Pudo notar que Kirishima y Denki coqueteaba un poco y se preguntó si estaban juntos o sólo era por efecto del alcohol.

Bakugo seguía a su lado, jugaba con un hueso de pollo mientras los miraba aburrido y adormilado. Seguramente estaba cansado pensó el omega, quien no tardó en quedarse dormido en el sillon unos minutos después. Sero, uno de los amigos del alfa, miró al omega y se acercó a Katsuki. Era un beta, pero no por eso estaba ciego.

– Bakugo, tengo una pregunta... – Le dijo haciendo que los sus otros dos amigos los miraran, en realidad lo había pensado desde hace mucho y querían preguntarle al alfa, pero no esperaban que Midoriya estuviera ahí esa noche.

– ¿Ahora que quieres extra? – Respondió algo molesto. – Bueno, en realidad, queríamos preguntarte algo... – Después de eso, los chicos se acercaron para que el omega dormido en el sillón no los escuchara.

– Tu y Midoriya... ¿Están saliendo? – El adormilado alfa despertó al instante. Estaba a punto de gritar pero se detuvo por las dos personas dormidas en la casa.

– ¡Claro que no! ¿Acaso son idiotas? – Estaba furioso, y tuvo que contenerse para decir aquello en forma de susurro y no gritarlo.

– Bueno bro... – continuó Kirishima tratando de usar un tono que no alterara al alfa – Izuku siempre está aquí en tu casa con Aiko, y aunque sabemos que no está marcado, cuando lo encontramos en la escuela huele a ti.

– Eso sólo es porque cuida a Aiko – Denki negó suavemente, él también era un omega, y sabía perfectamente la diferencia entre oler a alguien con quien convives a diario a ser perfumado.

– Bakugo... puedes decirnos la verdad – Le aseguró Kirishima. – Este omega te gusta – Katsuki lo negó al instante. Era verdad que a veces, al perfumar a Aiko, Izuku se encontraba cerca y era marcado por sus feromonas, pero se trataba de un simple accidente.

– Deku y yo nos conocemos desde que éramos niños, desde que nacimos. Es más un hermano para mi que otra cosa, así que dejen sus estupideces antes de que los corra de mi casa – Los demás lo observaron sin confiar realmente en su respuesta.

– De una vez les aviso bola de borrachos, si despiertan a Aiko, están muertos – les aseguró.

Bakugo se levantó para mirar a la pequeña después volvió para tomar a Izuku entre sus brazos y llevarlo a su habitación, siendo cuestionado por los otros con la mirada. La cual ignoró al instante, acostando a Deku en su cama dejando salir un suspiro.

Miró al omega dormido en su cama, acarició su cabello chino con cuidado dejando salir otro suspiro. Era verdad, Deku y él se conocían desde pequeños. Pero cuando estaban en la escuela media, lo había tratado de una forma horrible, es por eso que habían cortado su amistad, era mejor mantenerse alejado de él, lo sabía. Aún así le había permitido entrar de nuevo, ahora era una persona importante en su familia, y no haría una tontería como perderlo de nuevo. Aunque eso significaba mantener una amistad eterna.

Después volvió a la sala, donde los chicos se habían acomodado en ella, dejándole a Bakugo el sillón. Nadie mencionó el tema de nuevo. Pero no estaban seguros de la explicación del alfa.

Un año después

Izuku se levantó a las 8 de la mañana, como estaba planeado, tomó un desayuno ligero para después empacar la lochera que Bakugo le había preparado para que comiera en el trabajo. Cuando terminó de poner sus cosas se colocó sus zapatos y salió corriendo antes de que se le hiciera tarde. 

Era el primer día y quería dar una buena impresión. Había conseguido una pasantía en una galería de arte, donde daría tours y explicaciones sobre los artistas que tenían sus obras expuestas en el lugar, y si se esforzaba lo suficiente, podía obtener un trabajo formal.

Después de media hora de camino, había llegado al centro de la ciudad, donde estaba su nuevo trabajo. Sin dudarlo entró emocionado y se presentó. Su primera tarea fue fácil. Debía memorizar las obras y las biografías de los artistas. Dio un recorrido por el museo y a las 4 de la tarde salió emocionado hacia la guardería. Debería recoger a Aiko.

Su siguiente destino fue la casa del alfa. Al llegar, preparó un pequeño snack para Aiko, que casi siempre consistía en alguna papilla o fruta, jugaba un rato con ella hasta que era la hora de la siesta, donde aprovechaba para hacer el aseo o lavar un poco de ropa. Cuando la niña despertaba la bañaba, volvía a jugar con ella y la dormía, dedicándose, ahora si, a su arte hasta que el alfa volvía. 

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¡Hola! Les traigo un nuevo capítulo como cada miércoles. Espero les guste. <3

Mi omega // TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora