Katsuki se sentía horrible. Se dejó caer sobre el sillón y miró sus manos vacías. Unos minutos antes su omega se encontraba en ellas, con su perfecto olor a cítricos que demostraban felicidad y amor. El mismo olor que aún se sentía en el aire, pero era casi invisible, porque había sido reemplazado rápidamente por otro lleno de tristeza y decepción. Incluso sus propias feromonas de canela olían a tristeza.
Años atrás se había enamorado de un omega. Pero nunca supo como reaccionar correctamente. Sólo cuando lo vio en el piso, lleno de sangre y con la pierna rota, entendió lo idiota que había sido. Siempre se había sentido culpable y por eso había puesto distancia del chico. Y era algo que tenía que recordarlo sin importar que. Pero rompió su promesa, se acercó a Deku y le permitió entrar, le ofreció todo y al final, lo lastimó de nuevo.
Ahora no sólo había perdido al chico que siempre había amado. Deku podría desaparecer por siempre de su vida, y se lo tenía ganado.
Al día siguiente, Izuku se levantó a la misma hora de siempre. Preparó sus cosas y fue a trabajar. La noche anterior no se había llevado el almuerzo que Bakugo le había preparado. A las cuatro de la tarde corrió para recoger a la pequeña. Quien gritó emocionada al verlo.
– ¡Zuzu! ¡Zuzu! – Dijo la pequeña emocionada. el omega tomó la pañalera y la cargó feliz, empezando a contarle su día, aunque realmente Izuku no entendía la mitad de las palabras, pero siempre la animaba a seguir hablando.
Cuando llegaron a la casa, cambió a la pequeña y la puso en el corral mientras calentaba la comida que Bakugo ya había dejado en el refrigerador. A las 7 de la noche, este volvió y se tiró en el sofá cansado.
– Estoy en casa– Gritó como de costumbre. Había un poco de nerviosismo en su voz. De alguna forma había imaginado que Izuku no volvería. Pero le informaron de la guardería que el omega había recogido a su pequeña. Y al volver a casa las luces estaban encendidas. En la sala, un lienzo que parecía ser solo pintura negra se secaba, y había risas del baño.
– ¡Appa! – Una pequeña envuelta en una toalla le gritó emocionada desde los brazos de Izuku. Mientras el omega lo miró con una sonrisa un tanto forzada.
– Hola princesa – Se acercó y la cargó llenándola de besos, lo cual la hizo reír, para después mostrarle una sonrisa suave a Izuku.
– Gracias por estar aquí Deku... – No quería mencionar el tema, pero su interior estaba complacido al saber que no los había abandonado.
– No hay nada que agradecer – Continuó caminando a la habitación, donde ya tenía todo para vestir a la pequeña.
Katsuki la puso en la cama y entré ambos empezaron a cambiarla. El ambiente estaba un poco incómodo. Pero no tanto como el alfa esperaba. Cuando la niña estuvo vestida, la acomodó en su cuna, mientras Izuku se sentaba en la cama para leerle una historia.
Bakugo se quedó en el marco de la puerta y escuchó atento hasta que ella se durmió. Le encantaba como Izuku leía cuentos. Incluso ella prefería que fuera él quien lo hiciera. Cuando Izuku apagó las luces y salió, Katsuki se sentó en el sillón y le hizo una seña para que se sentará a su lado.
– Deku... mañana no trabajaré, así que no será necesario que vengas. Tu celo sigue, he visto que incluso estás usando un parche de feromonas... mejor quédate en casa y descansa. Tómate toda la semana...
No terminó de hablar, ya que vio a un chico a punto de llorar nervioso a su lado.
– Kacchan... ¿Ya no quieres que venga? – El pánico lo inundó al instante.
– No, no, no es eso. No me mires así Deku. – El verlo de esa forma de nuevo le dolió.
– Mis padres saldrán de vacaciones. Y planean llevarse a Aiko... así que no tienes que cuidarla – Deku se calmó y evitó llorar, pero podía ver que no estaba tranquilo del todo.
– Además planeo salir con los chicos mañana después del trabajo. ¿Por que no aprovechas y sales con tus amigos también?– Con el tiempo juntos había descubierto que Deku si tenía algunos amigos. Principalmente chicas y omegas, pero no solían salir mucho.
– ¿Me juras que no me estas corriendo?
– Te lo juro– le aseguró. Mostrándole una pequeña sonrisa para tranquilizarlo. – Prepararé la cena. Descansa.
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¡Hola! Les traigo un nuevo capítulo de Mi omega. Estoy emocionada por que esto ya va empezando. Ahora sabemos que ambos se aman, pero Bakugo no quiere aceptar a Deku por su pasado. ¿Que creen que pasará después?
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Mi omega // TERMINADO
FanfictionBakugo se dejó caer en en el sillón y suspiró. Sus instintos lo estaban destrozando. Sabía que Deku era el omega que necesitaba su alfa lo pedía como nunca había pedido a nadie. Además amaba a su pequeña como si fuera suya, la hacía feliz, lo hacía...