Capítulo 19

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Ally

Ayer, después de que le mostrara a Chris lo que había comprado para bebé, pusimos una película, que no terminamos de ver porque ambos estábamos muy cansados y solo 20 minutos después subimos a la habitación dispuestos a dormir.

Estaba durmiendo muy tranquila hasta que sentí un movimiento extraño por parte de bebé. Tal vez estaba siendo algo paranoica, pero me tomaba bastante en serio si sentía algo inusual en el embarazo. 

Tomé mi teléfono para ver la hora. Tuve que entrecerrar un poco mis ojos para que la luz de la pantalla no me lastimara. Maldecí mentalmente al ver que eran las 5 am, por fin podía dormir un poco mejor después de unas noches difíciles, pero al parecer a bebé le gustaba madrugar. 

Me senté con la espalda pegada al respaldar de la cama mientras intentaba averiguar de qué se trataban los movimientos de bebé.

Veía que mi vientre subía y bajaba, como si fuera un pequeño pulso, entonces supe que bebé tenía hipo.

-Bebé, ¿puedes escucharme?- hablaba bajito para no despertar a Chris -Intenta aguantar la respiración... así- contuve la respiración un par de segundos mientras acariciaba mi vientre, solté el aire y como si se tratara de magia, bebé dejó de tener hipo -Muy bien mi amor- sonreí emocionada.

-Sabes...cuando salgas te enseñaré un par de trucos para cuando tengas hipo, te enseñaré a tomar agua de cabeza y a aguantar la respiración, eso siempre ayuda.

Estaba tan concentrada en hablar con bebé mientras acariciaba mi vientre que no noté cuando Chris despertó y se giró sobre la cama para voltear a verme.

-¿De que tanto estabas hablando?- sus ojitos adormilados y su voz ronca hicieron que mi corazón cosquilleara. Se veía tan bonito que si pudiera, le habría tomado una foto en ese momento.

-Lo siento, no quería despertarte- sonreí levemente mientras mis dedos se perdían en su cabello.

-No te preocupes- suspiró acomodándose en la cama recostando su peso sobre su codo derecho -¿Qué le decías?

Con su mano libre acariciaba con calma mi vientre. Sentía su mano pesada y cálida contra la tela de mi pijama, pero transmitía tanta ternura y amor con cada caricia.

-Le decía todo lo que planeo enseñarle, tenía un poco de hipo pero lo superamos, cierto bebé?- sonrió sin dejar de acariciarnos.

-Yo también te enseñaré muchas cosas, te voy a explicar sobre béisbol y fútbol americano, pero una cosa es segura, en esta casa se ven todos y cada uno de los partidos de los Red Socks y los Patriots- señaló con su dedo a manera acusatoria mientras seguía hablando con bebé.

-¿Y si es niña?

-¿Tiene algo de malo? Las niñas también pueden saber sobre deportes ¿No es así bebé?- dejó un par de pequeños besos sobre mi vientre que al parecer alteraron a bebé. Empezó a moverse como un pequeño pececito mientras Chris continuaba acariciándome.

Durante las noches, Chris se dedicaba a acariciar a bebé y en un par de ocasiones hablaba con la pequeña cosita que se encontraba creciendo dentro de mi. Él creía que no me daba cuenta por estar dormida, pero en todas y cada una de esas veces lo había estado escuchando. Nunca había abierto los ojos para verlo, no quería que sintiera pena o algo parecido, pero siempre se me arrugaba el corazón cuando lo escuchaba hablar.

Él sonrió al sentir que bebé se movía y después de dejar un último beso a mi vientre, volteó a verme con esos ojos azules como el océano que pusieron mi mundo de cabeza desde que lo vi.

No me digas que me amasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora