Capítulo 5

17 4 0
                                    

   Salieron del campamento. Celestino parecía muy emocionado, y olía cada cosa que se le cruzaba. Sin embargo, mantenía la calma de una forma impresionante, para ser un aprendiz. Ahora se dirigían a la hondonada arenosa. Garra Sombría encabezaba la patrulla. Pasaron cerca de la Hondonada Arenosa, y ella la señaló con la cola.

   -Aquí tendrán lugar muchos de nuestros entrenamientos- explicó la mentora a Celestino, que asintió emocionado.

   Luego se encaminaron a las Rocas Soleadas. Al llegar a la frontera, el aprendiz habló.

   -¿Qué es ese olor?- preguntó.

   -Olor al Clan del Río- explicó su mentora -esta es la frontera-señaló las Rocas Soleadas y el río que corría a toda velocidad.

   -Genial- dijo él. Continuaron caminando mientras el aprendiz hacía preguntas sobre los olores y sonidos, y de cuando le enseñarían a cazar-pronto, pero no hoy-respondió Garra Sombría a esa última pregunta.

   Caminaron más y más. Pasaron por el Árbol De La Lechuza. Celestino se quedó mirándo el gran árbol, asombrado, y buscó entre sus gruesas y frondosas ramas con la mirada. Finalmente, habló.

   -¿Y la lechuza vive allí, en el hueco?- preguntó, señalando un hueco en el árbol. Garra Sombría asintió-. ¿Cómo saben que es una lechuza? ¿Alguna vez la han visto?

   -Los guerreros aprenden a diferenciar los olores de las cosas. Esa es una habilidad muy importante, y es la que nos ayuda a saber qué hay allá arriba- explicó su mentora. Al gatito se le iluminaron los ojos de emoción y comenzó a olfatear frenéticamente.

   Continuaron la marcha. Caminaron un rato más, hasta que llegaron al Sendero Atronador. Empezaron a bordearlo, lo suficientemente lejos como para no pasar peligro. Celestino tomó un bocanada de aire.

   -¡Puaj! ¿Qué es ese olor?- preguntó, asqueado.

   -El olor del sendero atronador- explicó Garra Sombría. Se empezó a escuchar un estruendo lejano, cada vez más fuerte.

   -Se acerca un monstruo ¡quietos todos!- advirtió Flor Centelleante, que se encontraba a la retaguardia.

   Todos se quedaron quietos, mientras el hedor del monstruo llenaba sus fosas nasales. Garra Sombría no pudo evitar cerrar los ojos para evitar la nube de polvo que levantó al pasar. Por fin, el estruendo comenzó a alejarse poco a poco, hasta que desapareció.

   -Los monstruos huelen aún peor que el sendero- maulló Celestino con voz nerviosa. Aún tenía las pupilas dilatadas del susto.

   -Tienes toda la razón- aprobó Tormenta Gris.

   -Celestino, ¿logras notar algún otro olor además del del Sendero Atronador?- preguntó la mentora.

   El aprendiz olfateó unos segundos y respondió- sí. Creo que viene de allí- señaló el otro lado del sendero. Parecía que el gatito ya se estaba calmando.

   -Bien. Allí es territorio del Clan de la Sombra. Escucha. Debes memorizar el olor de cada clan, no solo del tuyo. De esa forma podrás saber de que clan es cada gato ¿me entiendes?- preguntó.

   -Sí, Garra Sombría- respondió Celestino respetuosamente.

   -Bueno, entonces continuemos- maulló Tormenta Gris mirando el cielo, que empezaba a tornarse ramarillento -deberíamos volver al campamento- comentó.

   -Sí, ya es tarde- coincidió Garra Sombría. Luego volvió a ponerse al frente y siguieron caminando.

   Antes de llegar al campamento, aprovecharon para cazar un poco. Celestino no pudo, pues no había tiempo para enseñarle las posturas correctas.

   -Tranquilo-lo relajó Garra Sombría-mañana te enseñaré- luego de decir eso tomó del suelo lo que había cazado. Un ratón y una musaraña no muy rollizos. La estación sin hojas ya estaba llegando, y iba a ser difícil cazar, pensó Garra Sombría.

   Al llegar al campamento, Celestino se despidió de su mentora y corrió a reunirse con los demás aprendices. Garra Sombría se acercó al montón de carne fresca. Tenía mucho hambre, pero se escogió la urraca menos rolliza que encontró. No quería que sus compañeros de clan pasaran hambre. Tras terminar aquella penosa comida, fue a dormir a la guarida de los guerreros. Se acostó en su lecho, y, rápidamente, cayó en un sueño profundo.

                                             ●  ●  ●

   -Garra Sombría- escuchó -Garra Sombría- se volvió a repetir el mismo llamado. Aquella voz le sonaba conocida de alguna parte. La gata abrió los ojos para ver quién le hablaba. Se levantó de un salto al ver que no estaba en la guarida de los guerreros, sino en el claro estrellado donde ya había tenido sueños anteriormente. Se giró en todas direcciones y aún así no vió a nadie. El llamado se repitió una vez más -Garra Sombría- pero esta vez fue una voz clara y cercana, no difusa como las otras veces. Provenía de detrás de la guerrera, que se giró para encontrarse cara a cara con Garra Negra.

   -Garra Sombría-repitió una vez más-algo se avecina-de pronto, el paisaje a su alrededor cambió completamente, y fue reemplazado por la frontera entre el Clan de la Sombra y el Clan del Trueno; el Sendero atronador.

   -¿Qué?-preguntó Garra Sombría-¿qué es lo que se avecina?

   -Muerte-respondió la gata sombríamente-tres días luego de que el firmamento brille más fuerte sobre la roca que ilumina, la muerte perseguirá a gatos de ambos clanes-. Hizo una pausa antes de continuar-estate atenta. Solo las sombras podrán iluminar el camino esta vez.

   -¿Muerte? ¿Sombras? ¿De que estás hablando?- justo entonces la figura de la gata empezó a desvanecerse en el aire, lentamente-¡No! ¡Espera! ¡Necesito saber más!- no hubo respuesta. Solo su eco resonó entre los árboles, entre las Rocas Altas, las Rocas Soleadas, el Árbol De La Lechuza, el claro estellado.

   Despertó en su lecho de la guarida de loa guerreros. Escuchó a Tormenta Gris.

   -Estabas hablando dormida, Garra Sombría-dijo el guerrero gris.

   -Oh, lo siento mucho-se disculpó-¿los molesté?

   -Sí-Abedul se estiraba en su lecho de musgo-de todas formas ya iba a despertarme.

   Finalmente Garra Sombría se levantó de su lecho con un largo bostezo. Su sueño le había dado cosas en que pensar, pero sabía que ya era hora de salir a entrenar con Celestino. Se acercó a la guarida de los aprendices, y en la entrada encontró a su aprendiz y a Zarpa Albina charlando juguetonamente y dándose manotazos con las uñas envainadas.

   -Hora de irnos-apenas pronunció esas palabras, el gato gris y blanco se paró frente a ella. 

   Se encaminaron hacia la Hondonada Arenosa. Al llegar, Garra Sombría comenzó a explicar la posición necesaria para cazar un ratón-ahora da unos pasos-dijo a Celestino cuando comenzó dominar la postura inicial. Sin embargo, a la mentora le era difícil concentrarse con su sueño aún en la mente. Ese día el aprendiz no logró cazar nada, pero dominó la postura perfectamente. Mientras volvían al campamento, Garra Sombría, que llevaba un ratón y un campañol en la boca, pensó. 

   ¿Qué tal si Garra Negra se refería a una batalla contra el Clan de la Sombra? 



   ¿Qué tal si Garra Negra se refería a una batalla contra el Clan de la Sombra? 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   En la imagen de arriba, Hoja seca.

Días Sombríos #2 / Compañeros / Los Gatos GuerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora