Capítulo 5

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Namjoon llegó al teatro luego de haberse ido a un campo de golf, había sido enviado por su padre para cerrar unos tratos con unos empresarios internacionales para venderles mercancías más frescas. En el momento en que volvió al teatro encontró una escena extraña, una fila llena de todos los hombres de seguridad que conducía a la oficina de su padre, al entrar lo encontró en el piso con una bala en la cabeza.

— Pagarás por esto Park Jimin, te lo dije padre, debiste cambiarlo cuando tuviste la oportunidad y ahora te asesinó... Yo te voy a traer la cabeza de ese maldito, lo voy a destruir completamente. —Realizaba el juramento durante el velorio, viendo a su padre en un ataúd.—

— Tienes todo mi apoyo muchacho, serás un buen sucesor de un buen hombre como tú padre. —Afirmaba el señor Seok Min, un prestamista que tenía mucho más poder que todas las mafias juntas.—

— Ahora que mi padre no se encuentra con nosotros, yo seré su leal sirviente, le haré ganar mucho dinero y haré que cada moneda que nos prestó valga la pena. —Con una reverencia afirmaba la promesa que hacía, el señor Seok Min solo sonreía al tomarlo del hombro.—

••• En la casa de Na Ri •••

— Prometí nunca usar esto, pero era necesario. —Susurró la mujer al guardar el arma en la caja fuerte que tenía detrás de una pared falsa, en ese momento escuchó un fuerte golpe en la sala así que fue a ver qué sucedía.—

— Lo siento, quería hacer algo útil. —Hice una pequeña reverencia antes de recoger los pedazos del jarrón que sin querer terminé botándolo.— Lo pagaré.

— ¿Ah, sí? ¿Con qué? ¿Me vas a bailar? —Bromeó para romper el hielo, pero en el momento en que Jimin dejó la aspiradora supo que había cometido un error.— Fue una broma, no era...lo siento.

— Nunca diga una broma con alguien que vivió de eso. —Di un suspiro al recoger la basura y ponerlo en unas bolsas especiales, después de poner el vidrio en el tacho para de su tipo volví a la sala. Allí estaba la mujer echada sobre el piso, ella me llamó y entonces me eché a su lado.—

— Lo siento ¿Ok? A veces digo bromas muy pesadas sin pensar, pero nunca volveré a bromear con lo que viviste, te lo prometo. —Na Ri tomó el dedo meñique de Jimin e hicieron una promesa.—

— ¿Una promesa? —Susurré al momento de recordar a Jennie, habíamos echo este tipo de promesas con la ilusión de salir del teatro y vivir juntos; cuando miré a Na Ri, me comenzó a contar sobre la historia del incio de las promesas de meñique, algo sobre como te cortaba ese dedo si faltaba a tu palabra.—

Na Ri se preparó para conseguir un nuevo trabajo, tenía solo una semana y ya habían pasado tres días. Jimin la ayudaba con el aseo de la casa, con la explicación detallada de la escritora él pudo hacer un buen trabajo, el único problema o miedo era la licuadora porque hacía ruido que lo ponía nervioso.

Un trabajo en una editorial apareció, tenía un buen sueldo solo que era para ser asistente de la escritora principal, aunque al principio a Na Ri no le gustó el puesto al final era el único que le daba visto bueno y con los recibos de luz, agua, también el gas no podía ponerse exigente.

|Luego de tres días|

— ¿Asistente? Tu haz sido una escritora principal de una de las mejores editoriales, ese maldito de Ha Joon debía recomendarte. —Dijo Jin al soltar un suspiro, ya que había ido a dejarle una caja de almuerzo para Na Ri, quién lo escuchaba solamente mientras comía.—

— No tengo mucho tiempo, ella solo piden y piden, como si fuera su maldita sirvienta, a veces me dan ganas de agarrarlas del cuello y meter sus cabezas en el lavaplatos. —Soltó al morder con fuerza la presa de pollo, escuchando la risa de Jin.—

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