Capítulo 4

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— Debería escribir una carta de disculpas ¿Cómo se me ocurre renunciar? Los gastos de fin de mes me van a matar, solo debí quedarme callada como siempre y todo estaría bien ¿Por qué siempre me complico la vida? —Na Ri soltó un suspiro al terminar de preparar el desayuno, esperando que hoy si Jimin se despierte.— Eres una tonta Na Ri ¿Qué deberíamos poner en la carta de disculpas? Seguramente el Ha Joon no me dará una carta de recomendación, ya tenía asegurado un puesto...ahora soy una desempleada.

«Esta loca»

— Ho-hola. —Vi como esa mujer quién hablaba sola se dio la vuelta, se acercó a mí lo suficiente como para hacerme sentir incómodo.—

— ¡Por fin despiertas! No pude llevarte a una clínica porque seguramente te buscarían allí, ve a sentarme para desayunar. —Habló con rapidez al volver a la cocina, sirviendo el desayuno y escuchó como alguien intentaba abrir la puerta principal.— ¿Qué haces?

— Debo volver... —Susurré al seguir manipulando la manija y la puerta seguía cerrada, pero esa mujer se puso delante mío.—

— ¿De qué diablos hablas? Te saque de ese lugar porque parecías sufrir y cuando te encontré estaba encadenado a una camilla lleno de drogas, no entiendo ¿Por qué quieres volver a ese lugar?

— Mi madre me necesita, yo trabajo para ella... No le diré a mi padre sobre ti, inventaré una mentira de que me escapé y-

— ¡Si ibas a volver a ese lugar ¿Por qué me miraste de esa manera?! Nada hubiera pasado si no lo hubieras echo, yo renuncie a mi trabajo porque tú me diste un motivo para cambiar mi vida, desde hace años que no podía poner límites a las personas y dejé que se burlen de mi, ahora tú...dices que quieres volver, entonces ¿Qué voy a hacer ahora?

— Realmente no entiendo de qué hablas. —Di un suspiro al escucharla llorar, eso rápidamente me hizo sentirme mal.— Lo siento, no me iré, así que deja de llorar...

— Ok, vamos a desayunar. —Na Ri sonrió al limpiarse las lágrimas, yendo a la mesa y señalándole el asiento a Jimin.—

🌙

Acaba de manipularme, wow y ni siquiera trato de ocultarlo, realmente debo tener cuidado con esta mujer. Este era la primera vez que desayunaba algo "normal" usualmente mi desayuno solo eran pastillas y un vaso de agua, Jennie era quién me salvaba de esa lugar al comprarme cosas y pasábamos tiempo juntos, pero ella ya no estaba viva y nunca la volvería a ver. Y como si esa chica leyera la mente me preguntó : "¿En qué tanto piensas? Debes comer" así que eso hice, sintiendo como todo mi mundo se detenía ante tal acto de amabilidad.

La vi buscar en un armario ropa, botaba y botaba camisas o pantalones porque según ella eran demasiado grandes para un debilucho como yo, no entiendo su comportamiento conmigo ni porque me salvó, supongo que solo soy un acto de caridad para ella y eso no me hace sentir mal. En el momento que me dejó para cambiarme tuve que apagar las luces y cerrar las cortinas, no me gustaba ver mi cuerpo y prefería ocultarlo en la oscuridad.

Ella me llevaba como si fuese un juguete, me tomó del brazo y me guiaba en las calles donde veía a la gente tan ocupada en su celular o conversando con otras personas, me hizo sentar en la parte de la ventana porque aseguraba que me gustaría ese lugar del asiento y sí, me gustó ver cada cuadra. Llegamos a un lugar totalmente grande, había una especie de escalera que subía y la otra bajaba ¿Todavía tengo efectos de la droga? Ella intentó hacerme subir a ese lugar pero no pude lograrlo, entonces tuvimos que subir por las escaleras hasta llegar al lugar donde habían uno deliciosos dulces en pequeñas bolsas.

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