BLACK SWAN

Capítulo 3

Jimin recuperaba la consciencia y veía todo el cuarto oscuro nuevamente, la mesa a lo lejos en una esquina tenía un pequeño foco al cual nunca se acercaba, hoy iba a ver a Jennie y tenía muchas cosas de que hablar con ella, no tenía idea sobre como ser un padre pero estaba seguro de dar lo mejor.

Al día siguiente Jimin supo que algo estaba mal, caminó por los pasillos y la buscó por todos lados, en ningún cuarto se encontraba Jennie así que solo había una persona quién sabía donde podía encontrarla.

— ¿Dónde está, Jennie? Namjoon ¿Por qué ella no está contigo? —Pregunté más de una vez y no me respondió y con todo el grupo fingían no escucharme, entonces inspeccione el cuarto encontrando ropa de Jennie en bolsas de basura.— ¡¿Qué le hiciste?! —La desesperación y preocupación me hicieron tomar del cuello a Namjoon, escuchando los gritos de las damas de compañía.—

— ¡¿Quién te crees para tocarme?! —Namjoon deshizo el agarre y lo empujó.— Aprende a respetar a tus mayores, tu y yo no estamos al mismo nivel.

— ¡Dime dónde está! ¡Quiero ver a Jennie! Y si le hiciste daño, te juro que... —Él me cogió del cuello con fuerza, no bajé la mirada.— Quiero verla.

— ¿La quieres ver? Bien, te haré un favor por única vez en tu vida. —Al soltar a Jimin y con una sonrisa se dirigió a la puerta de color negro, en donde habían diferentes tipos de bolsas en una gran nevera.— Aquí la tienes, todas sus partes de su cuerpo están en una de esas bolsas... Si quieres encontrarla ve a buscarla, esto será divertido ¿No lo crees, marica?

— Tu... ¿La mataste? —Entre todas esas bolsas había una en especial en el cual salía sangre, sin pensarlo o dudarlo fui a la mesa y tomé una botella, al romperla tuve mi arma para lanzarme contra Namjoon.—

— ¡Maldito imbécil! —Exclamó de dolor al ser cortado en la mejilla izquierda, Namjoon decidió sacar la pistola que siempre tenía en la espalda.— ¡Ahora sí, te voy a matar! —Apuntó directo a la cabeza de Jimin, quién no daba ni un paso a atrás o intentaba suplicar.—

— ¿Qué diablos estás haciendo? ¡¿Cómo te atreves a apuntarle con un arma?! Eres un imbecil. —El señor Kim apareció en el momento perfecto y le quitó el arma a su hijo, mientras otros trabajadores se llevaban a Jimin a la camilla.— ¿Cuántas veces tengo que decirte lo mucho que vale ese chico? Sin él nosotros no somos nada ¿Lo entiendes? Si lo matas yo te mataré, no me importa que seas mi único hijo.

🌙

Vi a Jennie sentada sobre una banca, el sol me empañaba los ojos pero pude verla, al sentarme a su lado escuché su risa y entonces sonreí. Al despertar de ese hermoso sueño me di cuenta que estaba en ese cuarto blanco, tenía esposas y cuerdas en brazos y piernas, no tenía nada a mi alcance para desatarme e intentar huir, pero a decir verdad tampoco lo haría... Mi padre me dijo que cuando pisé un pie fuera del teatro mi madre iba a morir, ella es todo lo que tengo, por ella es por quién me sacrificó así que estoy bien con esto.

Un doctor que me atendió por años siempre me administraba muchas agujas, ellas me hacían tener extraños sueños que me hacían perder la noción del tiempo o al menos hacía parecer una semana en solo dos días. Nunca tuve algo porqué escapar, siempre tuve oportunidades pero nunca llegaba a esa puerta de "Salida de emergencia" volví unas veinte veces porque nunca pude cruzar esa puerta, pero esta vez tenía una petición, quería enterrar a Jennie al menos y que ella ya no sufra más al menos en lecho de muerte.

El señor Kim se rió de mi propuesta mientras estaba siendo masturbado por una joven, me advirtió de no decir tonterías o la próxima ya no solo serían las drogas, iba a ir al cuarto blanco. Ni bien mencionó la otra posibilidad me acobarde de inmediato, pero es que ese cuarto me causa escalofríos porque habían muchas maneras de torturar a una persona, el cuarto era blanco completamente pero estaba lleno de sangre, habían cadenas, una ducha, varios materiales para dar dolor e incluso la muerte, quizás Jennie terminó allí...