Capítulo 38

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Jimin llegó a la dirección, un inesperado estudio fotográfico era la fachada que Namjoon usaba. Entre tragos, mujeres y drogas el contrato se realizaba, quienes asistieron tenían máscaras en el rostro, nunca habían sido vistos por nadie y pertenecían a una élite mucho más grande de lo que el fiscal pudo imaginar.

Al mes siguiente Jimin fue llevado a un salón, existían vestuarios, estilistas y todo tipo de atención que requeriría, fue tratado de la mejor forma posible siendo instruido nuevamente en el baile contemporáneo. Durante los ensayos el fiscal que le llevaron dos meses Jimin permanecía impecable como siempre, era como si nunca hubiera salido de aquel mundo, fue como si los cinco años no hubieran transcurrido; esta vez la función se volvió más exclusiva y privada, un solo cuarto con todo tipo de comodidades, Jimin fue llevado al pequeño escenario en donde existían dos hombres que nunca había visto, incluso cuando estaba en el teatro y al parecer eran más poderosos por la forma en que Namjoon se encontraba de sirviente.

|Después de dos horas|

— Como odio estar aquí. —Namjoon soltó un suspiro al golpear la mesa, viendo al detective seguir escribiendo sobre aquella laptop.— Quiero hablar con el fiscal Park, no diré nada hasta que él esté delante mío.

— ¿Crees que esta es tu casa, imbécil? ¿Quién te crees para dar órdenes?

— Diré todo sobre esos hombres, les daré toda la información que anhelan tanto, solo tengo una condición. —El mafioso miró hacia el espejo en donde obviamente Jimin se encontraba detrás.— Se lo diré al fiscal Park, ustedes acepten mis términos y yo volveré voluntariamente a la cárcel.

— Maldito bastardo. —Antes que el detective pudiera seguir hablando el sonido de la puerta lo detuvo, era el fiscal Park quién le pidió de manera cortes hablar con el detenido y no pudo hacer nada porque tenía al fiscal general de su lado.— Es todo tuyo, pero no quiero que vuelvas a actuar de manera impulsiva como la última vez.

— No se preocupe, haré que hable. —Susurré al ingresar a la sala de interrogación, en donde Namjoon me esperaba esta vez no tenía aquella estúpida sonrisa consigo.— Dame los nombres de esos hombres, quiero toda la información que tengas para que de una vez acabe con esa maldita mafia...

— Lo haré. —Namjoon cogió el lapicero empezando a escribir sobre aquella hoja en blanco.— ¿Cómo se te ocurrió ese plan tan bien elaborado? Debiste haber sido actor, no fiscal.

— Aprendí demasiado de un bastardo que conozco.

— Aprendiste bien. —En ese momento el detective ingreso a la sala de interrogatorio, mandando a otro detective de que llevara a Namjoon a una celda.— Hasta luego fiscal Park, dele mis saludos a su esposa e hija. —Con una sonrisa fue llevado hacia una celda, dejando al fiscal pensativo.—

— ¡Esperen! —Exclamé al ponerme delante de Namjoon.— ¿A qué te refieres con eso?

— No soy estúpido Jimin, por un momento casi caí en tu trampa pero fue al revés... No fui yo quien cayó en la trampa, fuiste tú. —Namjoon se quedó atento al reloj que marcaba las cinco en punto de la tarde.— Ya no tienes tiempo.

— ¿De qué diablos estás hablando?

— Debiste pedir pena de muerte, estúpido. —Con una simple sonrisa fue llevado por los detectives dejando a Jimin con millones de preguntas y el mal presentimiento en el corazón, el fiscal sacó su celular con miedo y nervios marco al teléfono de la casa.—

                                 ∞∞∞

Jimin se dirigía con prisa a la casa en donde su esposa e hija se encontraban, al llegar acompañado de la policía pudo ver a sus cinco hombres de seguridad asesinados mostrando una fila que lo llevaba hacia la puerta y la gente reunida debido a la presenta policial que estuvo una hora antes.

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