Capítulo 22

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— ¡Una vez más! —Exclamó Wonyoung al mirar con atencion cada movimiento que hacían las bailarinas, ella se había convertido en una maestra para ellas y el modelo a seguir de cómo llegar a la perfección.— ¡Una vez más!

|Luego de unas horas|

Namjoon estaba sentado en aquel sofá y delante suyo habían tres jóvenes de diez y trece años, las dos habían planeado escaparse, fracasaron obviamente pero lograron matar a un hombre de seguridad así que después de disfrutar de unos tragos pudo tener la solución para esta falta de respeto, era lo que él percibía. Con una sola orden las dos niñas fueron llevadas hacia el salón, en donde las demás niñas de sus mismas edades estaban formando una fila ya que iban a admirar el castigo.

— Yo me quedaré, pero por favor... Deja que ella se vaya. —Suplicaba la niña mayor al juntar sus dos manos.— Le prometo que seré obediente, no me quejaré de nada.

— ¿Serás obediente?

— ¡Si! ¡Solo deja que se vaya! —Exclamaba la niña mayor al ponerse delante de la menor quién solo lloraba.—

— Podría considerarlo... A cambio debes hacerme un favor, quiero que me hagas una mamada ahora mismo delante de todos. —Namjoon sonrió al ver aquella expresión de sorpresa en los ojos de una niña.— Dijiste que serías obediente, si no haces nada para ganarte los favores ¿Cómo piensas que el mundo será generoso? Tienes que dar algo a cambio, la vida es injusta y siempre lo será.

— Y-yo... —La niña mayor miró a la pequeña niña quién no dejaba de llorar, al bajar la mirada solo pudo ponerse de pie con pasos lentos llegando a los pies de Namjoon.— ¿Cumplirá su palabra?

— Claro, siempre cumplo mi palabra. —En solo segundos vio como la niña de trece años empezó a quitar la correa del pantalón, con manos temblorosas intentó tocar el miembro de Namjoon pero fue detenida por Wonyoung quién la empujó a un lado.—

— Estoy cansada, vayamos a dormir.

Princesa, sabes que no me gusta cuando-

— ¿Quieres una mamada? Puedo hacerlo, es aburrido cuando una niña lo hace... Pero una mujer es diferente. —Wonyoung sonrió al arrodillarse, sin esperar ni unas palabras empezó a hacerle un oral delante de las demás niñas quienes solo mantenían la mirada fija ya que si quitaban la mirada el castigo sería para todas.—

— Suficiente. —Namjoon la tomó del cabello con suavidad y dejó un beso corto en sus labios, se puso de pie mirando por última vez a las dos niñas.— Vende a la menor, pagarán muy bien por ella.

— ¡No! ¡Por favor! —La niña mayor abrazó con fuerza a la otra niña, pero poco o nada pudo hacer ante tres hombres mayores con una gran fuerza quienes se llevaron a la niña y luego el resto del personal masculina hizo una fila para realizar el castigo que merecía la niña de trece años a quien tomaron de ambos brazos inmovilizándola sobre el piso, tan solo una delgada tela de la pijama blanca la protegía y esa tela terminó en mil pedazos con varias gotas de sangre.—

                                    ∞∞∞

Na Ri disfrutaba del almuerzo junto a sus trabajadores, luego continuaba con el trabajo y antes de seguir decidió comprarse un café que siempre la ayudaba a mantenerse concentrada. En el momento en que entró a la cafetería vio a Mina acompañada de dos amigas, pudo escuchar un poco de la conversación sobre unos casos de homicidio y algo relacionado con un asambleísta.

— Eres Na Ri ¿Cierto? —Mina sonrió al estrecharle la mano con cordialidad y Na Ri recibió el saludo.— Me gustan tus libros ¿Me puedes dar tu autógrafo? —Con rapidez buscó en su cartera una hoja y también le ofreció un plumón delgado.—

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