Capítulo 33

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Kim Namjoon era respetado por el resto de los presos, un grupo en especial se mantenía cerca a él para poder sobrevivir en la prisión además de recibir una comisión por cuidar de la salud del mafioso. Debido a la traición que recibió por parte de uno de sus hombres tuvo que estás en prisión preventiva durante cinco meses, él estaba confiado en que después de esto iba a salir de prisión y aprovecharía en irse del país, esta vez será para siempre.

El juicio se llevó a cabo, las pruebas que los fiscales tenían eran pocas para arrestarlo por el presunto asesinato de Hyun Jin, Jimin se encontraba sereno al tener a Namjoon delante suyo con la vestimenta de prisión y él continuaba sonriente como si estuviera postulándose a la presidencia, era una persona muy narcisista además de creerse invencible, era bueno tener mucha confianza en uno mismo pero a veces eso te cegaba.

— Invito al estrado a una testigo, señorita Jang Won Young póngase de pie.

— ¿Qué diablos? ¿Qué hace ella aquí? —Se preguntaba Namjoon al ver a Wonyoung dirigirse al estrado de testigos, entonces por primera vez sintió el miedo presente y después de que hiciera el juramento de cometer injurio fue interrogada por Jimin.—

— Usted afirmó haber sido testigo del asesinato de Hwang Hyun Jin ¿Es eso cierto?

— Así es, yo estuve en la clínica ese día... Namjoon me llevó y me hizo actuar de campana para él. —Wonyoung se mantenía serena a pesar de que sabía a quién se estaba enfrentado.—

— ¿Lo vio por usted misma?

— Sí, vi a Namjoon poner esas púas alrededor del cuello de Hyun Jin y después-

— ¡¿De qué mierda estás hablando?! ¡¿Me viste?! —Namjoon no pudo controlar la molestia que sentía, intentando dirigirse hacia Wonyoung para cerrarle la boca.—

— Señor Kim por favor, no diga nada. —Ante la interrupción del abogado, Namjoon logró calmarse volviendo a permanecer quieto.— Lamento la actitud de mi demandado, por favor continúe fiscal.

— Continuemos testigo, dígame pasó a paso de cómo el señor Kim Namjoon acabó con la vida de Hwang Hyun Jin. —Ambos nos miramos, los dos sabíamos que era lo que teníamos que decir y sabíamos que este era el final de Namjoon. Wonyoung relató exactamente la escena del crimen, narró con mucha imaginación como actuaría Namjoon y no se equivocó en ninguna parte, al final realmente lo conocía.— Después de haber escuchado el testimonio del testigo y cómplice, la sentencio al acusado Kim Namjoon a cadena perpetua.

— Debe estar jodiendome. —Susurró el preso al empezar a reír inesperadamente.— Esa perra... —Namjoon se puso de pie con rapidez, corrió hacía el estrado de testigos cogiendo del cuello a Wonyoung.— ¿Por qué estás tan delgada, eh? ¿Dónde está mi hijo?

— ¿Cuál hijo? Me deshice de él ¿Por qué querría mantenerlo con vida? No quería dar a luz al hijo de un monstruo como tú, tu legado terminó Namjoon.

— ¡¿Cómo te atreves?! ¡¿Crees que voy a pudrirme en prisión?! ¡Despierta, estúpida! ¡Yo soy Kim Namjoon, yo tengo el poder y todos ustedes no son nadie comparados conmigo! —Gritaba a viva voz al soltar a Wonyoung, siendo detenido por los oficiales.— ¡Los mataré a todos! Cuando salga haré de sus vidas una miseria, los mataré así que no se les ocurra dormir en las noches...porque iré por ustedes.

— Como dije Namjoon es una persona sumamente peligrosa, yo vi como mató a Hyun Jin y además-

— ¡Ya basta, perra! ¿Me viste? ¡¿Cómo diablos lo harías cuando yo fui solo?! ¡Yo lo maté y tú ni siquiera tenías idea! Maldita estúpida.

— Como acaba de confesar el acusado exijo la pena máxima de cadena perpetua, un enfermo como él no puede estar en las calles. —En ese momento mi otro colega llevó un archivo que contenía un vídeo, era un vídeo enviado por una de las víctimas de Namjoon.— No mostraré todo el vídeo por obvias razones, pero quiero declarar algo importante ante ustedes y ante el juez. Kim Namjoon secuestró a más de dos millones de mujeres entre ellas niñas y adolescentes, también estuvieron los del sexo opuesto, todos eran colocados en un gran albergue, en cuarto enrejados llevando una alimentación precaria así como la inyección involuntaria de drogas, formaban a muchos a cumplir y satisfacer los más bajos placeres de hombres con poder, ministros, asambleístas, fiscales, abogados, policías, cada persona con un rango alto estuvo allí admirando a niños, admirando a mujeres quienes se arrastraban por unos billetes y cada fin de semana les permitían comer tan solo una vez su comida favorita de una forma como si fuera un logro cuando fueron maltratados, golpeados, torturados, cada uno lleva la marca de por vida y lo llevará por siempre...para todas esas personas exijo este mínimo respeto y justicia, no debemos permitir que nadie más sufra nuevamente.

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