De esclavo a tú tentación

...la perversa Dalia!

Viajando Dos años atrás pero a la vida de Samir:

Un día cualquiera ya apunto de terminar el semestre,  estaba llegando a mi casa cansado y con mucha hambre cuando de pronto me dije,

—llamaré a Martín o a Inés para ver cual quiere ir a comer algo? —

Al ver después de varios intentos que ninguno respondía,  resignado decidí subir a mi habitación para ducharme y luego vería que podía cocinarme.

Sin embargo, para mi sorpresa al abrir la puerta escuché,

—Samir!!! primo, cómo estás? ...veo que más grande...— dijo Dalia  sentada a la orilla de mi cama.

—Dalia! Qué haces aquí? Cómo entraste?— le pregunté desencajado.

Dalia es mi prima  por parte de mamá, fue mi primera mujer además de mi maestra en tácticas de seducción cuando yo apenas tenía 15 y ella 20 años.

Mi papá tiene buena relación con la familia de mi mamá aun después de su muerte cuando yo tenía 8años, así que cuando Dalia necesito pasar una semana de visita en mi casa por cosas de trabajo o algo así, mi papá no tuvo ningún problema en ofrecerle hospedaje.

En aquel entonces durante la  segunda noche mientras jugaba videojuegos, hice una pausa para ir a tomar agua y escuché unos ruidos extraños desde la habitación de huéspedes, mi papá estaba de guardia en el hospital, estábamos solos en casa, me preocupe y fui a ver si Dalia estaba  bien.

Vi la puerta puerta medio abierta y cuando me acerqué  contemplé  sus piernas  desnudas en la oscuridad y su mano jugando entre ellas, y aunque mi rango de visión era solo hasta su cintura aquello fue suficiente para paralizarme.

Por un momento quise irme pero me gustaba lo que veía y los sonidos que ella hacía, así que decidí quedarme parado contemplando y escuchando escondido aquella erótica escena que se robaba mi infancia.

Mi corazón latía muy rápido y mis labios dejaban escapar suaves suspiros que por momentos se cortaban con los gemidos de ella.

Mis ojos deseaban ver más,  necesitaba ver más, mi entrepierna exigía ver más allá de su cintura, así que empuje la puerta suavemente pero esta rechinó, y enseguida ella dijo,

—Samy pasa! ...esto es parte de la vida, no tengas miedo.— y tímidamente entre a la noche que cambio mi vida.

Después de eso mis visitas nocturnas se extendieron hasta que mi perversa prima se fue, y no la había vuelto a ver o a saber de ella hasta el día de hoy.

—Vine a resolver unos asuntos, llame a tu papá y dijo que podía quedarme.... Pero qué pasa, no parece que te alegrara verme? Ni siquiera un abrazo?

Ella realmente me intimidaba, así que la abracé con precaución y dijo,

—Hueles divino, y estás Mmmm... muy fuerte— dijo apretándome el culo y apartándome de ella le respondí,

—Es mejor que mantengamos la distancia.

Dalia es una mujer que definitivamente sabe cómo conseguir lo que quiere de un hombre. Es muy hermosa con un cuerpo escultural, piel clara, cabello rubio, ojos ámbar y uno labios muy provocadores.

Aún recuerdo lo que me dijo antes de irse la última vez que la vi;

—Samy recuerda todo lo que te enseñe, estoy segura que serás un hombre divino y con lo que aprendiste también la perdición de muchas mujeres.

...Ah y no cuentes nada sobre esto a nadie y no contaré cómo me espiabas y te aprovechaste de mi.

—pero... yo no me aproveche de ti...— le dije asustado.