XIV

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La mirada carmesí y la bicolor se observan con atención, las mejillas de Katsuki están completamente coloradas mientras Shotõ solo luce ligeramente aturdido por lo que ocurre, ambos se observan

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La mirada carmesí y la bicolor se observan con atención, las mejillas de Katsuki están completamente coloradas mientras Shotõ solo luce ligeramente aturdido por lo que ocurre, ambos se observan. Uno con toda la vergüenza que su rostro puede mostrar y el otro luce confundido. -y hasta cierto punto es chistoso-. Sin embargó, no pueden hacer ruido, pues a solo tres metros se hallan unos cuantos errantes renegados que no lograron asesinar de la pequeña horda a la que enfrentaron.

Con lentitud se mueven hasta salir de esa callejuela para empezar a caminar por la calle principal, Katsuki aún luce avergonzado, Shotõ solo luce pensativo. O eso deja ver su expresión de ojos entrecerrados y ceño fruncido.

—Me gustas, Katsuki. —Dice con tanta naturalidad que el cenizo creé atorarse con saliva. —Me gustas mucho.

—¿Por qué me lo dices ahora? —Pregunta sin demostrar que en ese momento se muere de los nervios, solo mirando al frente.

Su pecho se comprime y su pulso se aceleró de tal manera que el sudor en sus manos es bastante evidente, agradece entonces tener los guantes, al absorber su sudor el olor de la nitroglicerina no lo delata.

—No lo sé, talvés si muero mañana, te lo habré dicho por fin. —Se encoge de hombros con una sonrisa.

Aquello no le gusto del todo, porque sintió que era una despedida indirecta, Katsuki no respondió de nueva cuenta. Ambos caminaban a la par por la destrozada calle en dirección a la casa del bicolor, él no pasaría. Solo se despediría y volvería a la UA, pasados los minutos, ambos frente a la casona. Se miraron y se despidieron.

Habían quedado de verse al día siguiente, por lo que Katsuki solo dijo un "nos vemos" que el bicolor correspondió con una sonrisa.

Ninguno lo sabía, pero aquella sería la última vez que se verían.

¿O no?

Al llegar a la UA el cenizo apenas comió, se cambió y decidió sentarse en la azotea a pensar un poco. El bicolor se le había declarado, ambos habían hablado como si nada hubiera sucedido, lo noto más sonriente, mucho más expresivo.

¿Por qué sentía que todo eso era un mal presentimiento?

¿Por qué sentía que todo eso era un mal presentimiento?

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𝚅𝚒𝚛𝚞𝚜 | 𝙱𝚊𝚔𝚞𝚐𝚘𝚞 𝙺𝚊𝚝𝚜𝚞𝚔𝚒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora