Una extraña enfermedad desata el caos y la caída de la sociedad creada por los héroes.
𝙵𝚊𝚗𝚍𝚘𝚖 𝙱𝙽𝙷𝙰
𝙻𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚓𝚎𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚎𝚌𝚎𝚗 𝚊 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚒𝚟𝚘 𝚊𝚞𝚝𝚘𝚛
𝙿𝚊𝚛𝚎𝚓𝚊𝚜 𝙻𝙶𝙱𝚃+
𝙻𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚜𝚒 𝚎�...
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Los ojos del cenizo solo pueden enfocar la silueta del bicolor perderse entre el gentío, los empujones lo aturden y siente sus manos arder por el calor que acumula. Escucha sollozos a sus espaldas, gritos desgarradores a su costado pero no se mueve. Todo va en cámara lenta, observa como Shotõ toma el mismo bate que él porto los meses que estuvo fuera y como este mismo da contra las cabezas de sus amigos, los escucha gritar, suplicar por auxilio pero no logra moverse. No puede.
—¡Hazlo, Katsuki, Hazlo! —Su oreja retumba por el grito que Deku le dió, se aturde, siendo apenas movido por una explosión. —¡No vacilaste en matarme! ¡Haz lo mismo con ellos! —Señala a sus amigos, al menos los que aún pueden verlo.
Las lágrimas descienden por sus mejillas sintiendo como se le atora la saliva, nuevamente otro empujón. Pero este quema, evidenciando quien es.
—Hazlo, pequeño explosivo. —Dabi lame se mejilla, el cenizo no se mueve, pero el toque del albino lo quema.
Otro empujón y en un parpadeo noto que era él quien tenía el bate en sus manos con el cuerpo de Sero a su costado, Kirishima lo grita, Shigaraki apenas logra observarlo. Sus miradas lo hacen temblar, no le agradan esas miradas, para nada.
—Pero que lindo y obediente eres. —Ahora es Shotõ a quien tiene en frente, con una sonrisa de lo más complacida por ver el rostro del rubio bañado en sangre. —Ahora... Mata a ese bastardo albino.
Sus ojos van a Shigaraki, no quiere moverse, no quiere hacerlo. Pero sus pies parecen seguir las órdenes del bicolor, sus manos levantan el bate y se observan por unos cortos segundos, Shigaraki le sonríe.
—Solo hazlo, gatito. —Murmuro para él, las lágrimas del rubio bajan con más fuerza. —Sabes que debes hacerlo...
Y su frase no se completa, pues el bate del rubio golpea repetidas veces contra su cabeza, se detiene cuando siente un agarre en la cintura. Sollozando, sus manos tiemblan, las marcas de quemadura están en el bate, más que presentes.
Los sollozos del rubio opacan cualquier ruido en ese momento, siendo envuelto en los brazos del bicolor mientras la figura del teñido se hace más y más difusa pasados los segundos, ahoga un grito de agonía en su ropa, sus manos se aferran a la chaqueta haciéndola humear un poco por el cuero en contacto con el calor de sus manos.
Otro par de brazos se unen a los del bicolor y siente una presión en el cuello, cuando su mirada se enfoca, solo puede ver cuerpos. Tanto de héroes como de infectados, el toque que arde y aquel que es más afilado que un cuchillo le hacen saber quiénes son y no tiene el valor de mirar.
—Tu harás que los maten... —Susurran los tres en sus oídos, el cenizo llora y niega.
—Nada de esto es real... —Murmuro, el abrazo se hizo más y más apretado sintiendo como el aire le falta.
Solo tuvo que abrir los ojos.
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—¡Kendo! —Grita Tokoyami mientras camina rápidamente por el extenso pasillo.
Nunca llego a pensar que uno de los pocos edificios que seguirían en pie serían los hospitales, pero no sé queja. El lugar a pesar del desastre a su alrededor supo ser conservado y claramente se sacó provecho de ello.
La de cabellos naranjos se detiene un momento para observar al mitad ave, la expresión de curiosidad se pinta en ese rostro algo sucio y bastante desaliñado.
—¿Que ocurre? —Pregunto gentilmente, volviendo a caminar cuando estuvieron a la par.
—Yo... Me estaba preguntando, ¿Que haremos con él? —Murmuro.
Después de todo, aquel chico no era del todo bienvenido a las instalaciones, mucho menos desde que descubrieron a que grupo pertenecía y ya que la solicitud de rescate nunca fue aceptada, la mayoría lo empezó a tratar como una molestia que acapara recursos.
—Aun veremos si Todoroki pagará por él. —Dictamina la chica, su expresión se torna sería. —¿Ocurre algo? Para que tú lo preguntes debe de haber una buena cantidad de gente no muy contenta.
—Y lo están. —Dice rápidamente, acomodándose la capa, Dark Shadow sigue escondido entre su ropa. —Dicen que solo acapara comida y agua, su don es uno de los más fuertes, es tonto desperdiciarlo así, ¿No crees?
—¿Que insinuas? —La mirada jade se intensifica un poco, y el azabache traga saliva.
—Digo... Que podemos ponerlo de nuestro lado, digo, Shotõ no pago la comida pedida, Mirio no ha venido a buscarlo, viendo que no es de real importancia en su grupo cederá, ¿No crees?
—Podriamos ponerlo en práctica, tú e Ibara se podrían encargar, ¿Verdad?
No luce muy contento con la petición, sin embargó. Termina por asentir, la chica sonríe más que complacida. Siguiendo su camino, Tokoyami suspira. Girandose para ahora buscar a la de cabellos espinosos, tienen mucho de que hablar, principalmente para convencerla que no asesine a Tamaki, pues aún es de mucha utilidad.
Camina por unos cuantos pasillos más, deteniéndose en la puerta que es custodiada por Mt Lady, allí tienen a Tamaki, probablemente sin nada de comida ni agua.
—Quiero hablar con él. —Se para frente a la mujer, está frunce apenas sus cejas.
—De acuerdo, pero no tardes mucho, a estado algo hostil.
Asiente, apenas la puerta es abierta se abre paso al interior del cuarto, la iluminación es débil. Pero escucha perfectamente las cadenas que se arrastran hasta la esquina más oscura del cuarto.
Lleva exactamente cuatro meses allí, encadenado, casi no le dan comida pues no quieren arriesgarse a que pueda manifestar su don con éxito. El chico no se mueve, pero se le escucha respirar pesadamente. El mitad ave suspira, dejando que Dark Shadow se asomé y acerque con lentitud a su mayor.
Probablemente sería el comienzo de algo importante.
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