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La gira comenzó e Irene se fue.

Se despidió de Theron pero no estaba segura si este notaría su ausencia.

Había vendido todos los boletos de todos sus shows así que dió luz verde para que se escribiera el artículo sobre cómo su padre prácticamente compro una disquera medianamente reconocida para que ella pudiera lanzar su música. Por supuesto, exageraron las cosas.

Salieron también artículos sobre su hermana pero el público se concentro en Irene, como era lo esperado.

No fue demasiado malo para ella. Solo lo usual de gente cuestionando su talento aunque ya la habían escuchado cantar.

Su manager no estaba preocupado, solo le dijo que ahora tendría más presión porque debía demostrar que todos quienes la criticaban y cuestionaban estaban equivocados.

Irene era una persona de mente sencilla así que no se vio afectada por la presión extra y sus shows salieron como deberían haber salido. Aunque ahora la gente parecía tener una vara más alta para ella porque la tildaron de mediocre más seguido que antes.

-Es normal dulzura- la calmó su manager- Eres hermosa, talentosa y rica, la gente te envidia. Seguramente todas esas personas que se quejan de que tu padre compro tu carrera tienen una familia jodida y odian a sus padres.

-O no tienen- agregó su asistente.

La conversación se torno en una discusión entre ambos porque su manager en realidad fue abandonado por su padre, pero al parecer su asistente tenía sus propios dramas familiares. Irene los dejo disfrutar de su pelea sobre quién era más miserable.

Ella no sabía si alguna vez podría bromear sobre su horrible situación familiar tan fácilmente como esos dos.

Ella vivió como una princesa hasta los 20 años.

Fuera de su núcleo familiar era comparada con su hermana y muchas veces rebajada, pero con el tiempo aprendió a aceptarlo. Además aún había gente que le decía lo bonita y genial que era, así que no fue la gran cosa.

Pero ahora claramente tenía un matrimonio disfuncional como mínimo. Quizás si solo fueran un matrimonio de nombre sería más sencillo, pero cuando comenzaron a dormir juntos simplemente complicaron las cosas.

-Lo jodimos, estamos jodidos porque nos gusta jo...- suspiró frustrada.

Theron, a quien Irene ya veía como un adicto a la bebida, tenía dos maneras de pasar las noches, haciéndolo con Irene o siendo cuidado por ella.

Irene era como una niñera o su madre. Lo consolaba cuando lloraba, calmaba sus rabietas, lo cuidaba si estaba enfermo y lo ayudaba a dormir.

No eran una pareja pero no podían decir que no había alguna relación entre ello, al menos ella no podía decirlo.

-Es mi instinto materno- se dijo a si misma.

La razón por la que muchas mujeres acababan con imbéciles sin remedio. Se enamoraban por una razón pero se quedaban por el maldito instinto materno aún cuando el amor se acababa y no parecía existir la más mínima razón para seguir con el idiota elegido.

Quizás Theron era consciente de ello y por eso era tan patético frente a Irene, amarrarla de su instinto materno hacía él.

Irene no creía eso realmente. Theron no tenía razones para querer que Irene siguiera pendiente de él. Él probablemente ni siquiera pensaba en ella y su extraña relación, a diferencia de Irene a quien le comía el cuero cabelludo todo el día para intentar descifrar cómo definirlos, para averiguar cómo terminarlo.

IreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora