Irene

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Theron decidió acompañar a Irene todo el fin de semana.

Sorprendentemente no hubieron discusiones; no se gritaron o dijeron algún mal comentario ni una sola vez.

Louis los mando a pasear por ahí en sus tiempos libres, él dijo que era para generar más titulares sobre su muy feliz matrimonio. Irene cree que solo quería quedarse a solas con su asistente antes de partir de vuelta.

Fueran o no esas las verdaderas intenciones de Louis, realmente fueron un gran tema de conversación.

La memoria, a veces fugaz, de la gente olvidó el escándalo de nepotismo de Irene y se concentró en su dulce y ardiente matrimonio.

Qué los teatros se estuvieran llenando nuevamente y que ella y Theron lucieran tan felices en sus citas, ayudo bastante. La segunda más que todo, pero Louis prefiere decir lo contrario frente a Theron.

La realidad fue que genuinamente disfrutaron salir juntos.

Durante este periodo de tiempo que fue su matrimonio, habían olvidado que realmente fueron amigos alguna vez.

Quizás a medida que crecían ya no eran los más cercanos, quizás Theron siempre priorizó a Calista sobre Irene y eso los distanció, pero se conocían desde siempre, tenían muchos amigos en común y ellos mismo lo fueron, a su manera, pero lo fueron. Así que se divirtieron saliendo por ahí.

Se decían a ellos mismos que lo hacían como los buenos amigos que se esforzaban por hacerse creer que eran, pero no solo el público los veía como una pareja enamorada.

Louis y Harry dudaban de la falsedad del matrimonio a veces. A Louis le molestaba especialmente porque no tenía una buena percepción de Theron, en realidad tenía una muy mala. Harry prefería pensar que los cosas entre ambos progresaba como en cualquier matrimonio falso de una película o libro. Al final se aman perdidamente y nunca habrá divorcio.

Los padres de Theron tuvieron esperanzas. Qué él matrimonio falso de su hijo y nuera se volviera en uno legítimo. Qué no se mantuvieran juntos para cubrir los escándalos de Calista, sino porque se amaban. Los señores Aston tuvieron grandes sueños.

El público, ajeno a la verdadera naturaleza de la pareja, disfrutaba hablando de lo románticos que eran, de lo dulces que se veían y de las brillantes sonrisas que tenían en cada foto. También se divertían especulando sobre las marcas en sus cuerpos y la cantidad de tiempo que pasaban en los cuartos de hotel. Nadie creía que fueran de los que se acostaban temprano.

Y no lo eran.

Su rutina fue la misma todo el fin de semana; tomaban el desayuno en la habitación de hotel, salían a pasear por ahí, luego almorzaban en un restaurante y seguían paseando, más tarde en el concierto de Irene, Theron asistiría y finalmente volvían al hotel. El plan era cenar en el restaurante de este también, pero Theron solo quería tener a Irene en la habitación lo más pronto posible y por el mayor tiempo que pudieran permitirse.

Él pronto tendría que volver y aunque ahora había tenido la escusa de pedir disculpas, luego no la tendría, por lo que hacer un viaje solo para ver a Irene implicaría muchas cosas sobre él y sobre lo que comenzaba a sentir, por ella o por su relación, quizás por ambas. Además las localidades a la que se movería la mujer serían cada vez más lejos y tendría que planear con antelación las visitas, él no haría eso, por todo lo ya mencionado.

Theron solo se dijo a si mismo que luego no podría verla, así que debía disfrutar el tiempo que tenía con ella, sin preguntarse por qué era importante.

Gracias al fin de semana que pasaron juntos descubrió que en realidad no tenía una parafilia relacionada a las discusiones verbales. Supuso por un tiempo que le resultaba erótico ver a Irene molesta y discutiendo con él, porque honestamente Irene agitada y mordaz era realmente sexy. Quizás si fue un poco más emocionante en las primeras partes del sexo pero no aseguraba que eso lo hiciera disfrutar más. Así que ahora supone que simplemente Irene es muy erótica.