Irene

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-La amo- se rompió el hombre- Me di cuenta demasiado tarde, ni siquiera sé cuándo comenzó pero yo... Dios, incluso lo negué hasta hora, pero en realidad la amo.

Él siguió diciéndose que Irene le gustaba, pero que no era posible que la amara, aún no. No después de como había sido su relación, ni después de lo de Calista. Pero cuando Irene firmo el acuerdo de divorcio, uno que él mismo proporcionó... él no quería que ella lo dejara. Y él profundo dolor que se ancló en su corazón no podía haber sido solo por un simple gusto. Tenía que ser más. Solo entonces Theron pudo darle nombre a sus sentimientos por Irene.

Los Vanderbilt fruncieron los labios. Era difícil ver al hombre llorar. No porque fuera un hombre, el mismo Alejandro era un gran llorón. Sino porque ellos vieron crecer a este hombre, lo vieron pasar de ser un chico brillante a un hombre serio y frío. Verlo llorar ahora era... Desconcertante.

-Lo siento mucho hijo- Nora lo abrazo- Realmente.

Era decepcionante que su hija hubiera estado casada por tres años con un hombre que amaba a otra mujer. Pero una vez escucho que en realidad el hombre si la amaba y solo era muy inmaduro para aceptarlo fue bastante amargo. A ella le agradaba Theron y pensó que sería un buen marido para su hija. Le rompió el corazón que no fuera así.

-Así es como resultó todo- habló Alejandro resueltamente- No puedes volver atrás, si no lo hablaste entonces es tu culpa- dijo- En una relación la comunicación es esencial. Si ni siquiera pudiste decirle lo que sentías, de todos modos no llegarían a nada.

Theron asintió, consciente de que el hombre mayor tenía razón.

Nora siguió dándole palmaditas en su abrazo.

-Vas a darle su espacio- continuo- Mi hija perdió tres años a tu lado. Es lo mínimo que le debes, que todos le debemos en realidad. Que sea una joven en sus veintes- sonrió amargamente pensando en su hija a la que orillo él mismo a casarse.

Jamás tuvo que organizar esa cena. No cuando Irene ya había dicho que no tenían ese tipo de relación. Pero ellos estaban tan felices de que su Irene, que parecía solitaria en comparación con Calista, encontrará a alguien con quien compartir su vida. Y quizás, podía admitir con pesar, querían más que nada cubrir el escándalo de Calista siendo la otra mujer.

Se pregunta ahora si no vio la verdadera naturaleza de la relación entre Irene y Theron solo porque no quería admitir que fue un terrible padre para Irene. Que una parte de él también la uso para ayudar a su otra hija. Qué miserable se sentía.

-Y entonces... Si ella está disponible y si aún sientes este amor por ella, confesaras- agregó Nora. Ambos hombres la miraron sorprendidos- No impondras tus sentimientos, pero ella merecerá saberlo si es así.

Porque Nora lo sabía. Irene creía que lo escondía bien, pero no puedes esconder muchas cosas a tu madre. Y Nora sabía que en el corazón de su hija Theron estaba grabado más profundamente de lo que ella quisiera creer. Así que tampoco podían cerrarle las puertas. Por supuesto, sería mejor si Irene lo pudiera superar completamente. Pero si no...

Alejandro puso su mano sobre el hombro del menor.

-Tú tendrás que mejorar si realmente quieres confesarte a mi hija- advirtió- No tienes permitido volver a hacerla sentir miserable.

Theron asintió frenético.

-Hasta entonces- interrumpió las miradas llenas de promesas entre los hombres- Nuestra Irene es libre de hacer lo que quiera. Desde ahora debe llevar una vida libre.

Alejando y Theron asintieron de acuerdo. Este último se sintió terrible por haber retenido a Irene, por mantenerla presa en un rol de escudo que no le correspondía. Él fue un idiota hasta el final.