Aquí sentando de copiloto mi ansiedad sube, mis dedos tocan una melodía que cada vez se hace más rápido haciendo que me desespere mucho más.
— Gire a la izquierda. — el GPS hablo de nuevo.
— ¿Cuánto falta? Estoy nervioso. — pregunte dirigiendo mi visita hacia Matías que va en el volante.
— Tranquilo, vamos llegando.
— ¡Eso me dijiste hace quince minutos!
— Vale, calma, pronto estarás con ella.
— Solo espero que esté bien, es lo único que pido. — el cielo está tan claro y con las nubes que parecieran en 3D como a ella le gusta.
— Lo estará Noah, ya verás que sí. — estar con Matías me tranquiliza bastante, ahora no sé si es por el hecho de que la paz y tranquilidad que transmite o porque nos conocemos desde pequeños.
Por el retrovisor ser puede ver a las patrullas atrás de nosotros, todo el equipo de Leonardo está aquí, ayer Angel pudo conseguir la dirección del lugar donde está Ashley, parece que Carolina no escondió bien sus huellas, Mati tiene la teoría de que ella solo quería saciar su furia con Ashley así que por eso ha dejado rastros de pistas o simplemente no sabe cómo esconderlos.
— Creo que ya nos estamos acercando a la cabaña. — corte el pequeño silencio viendo el paisaje.
— Siga derecho. — la voz automática del GPS hizo que dirijamos nuestras vistas milésimas de segundos hacia el aparato y efectivamente estamos a punto de llegar a nuestro destino si es que se puede llamar así.
— Ahora si Noah, vamos cerca. — respondió totalmente tranquilo.
— ¿Cómo le haces para estar tan calmado?
— Pues mi novia sufría de ansiedad y depresión, así que aprendí como ayudar a manejar eso, en las terapias con otras personas he podido tener más experiencia al tratar con este tipo de cosas, y aunque si estoy preocupado no estoy tan alterado eso también es porque ni siquiera la conozco, pero es muy importante para ti.
— Comprendo — suspiré ansioso viendo a la ventana y las agujas que me indican la velocidad que va el carro y viceversa.
— Llegamos Noah… — salí sin esperar que el vehículo terminará de detenerse.
— Cálmate. — Leo me detuvo agarrándome por uno de los hombros. — Ustedes vayan por esta parte y ustedes por atrás. Hay que cubrir todo el espacio. Noah vente atrás de mí.
— ¡Despejado! — grito uno de sus compañeros de trabajo dándonos la luz verde de poder pasar, el lugar es tan horrible que parece un total chiquero.
— ¿Dónde estarás osita? — susurre viendo las mesas llenas de herramientas a cada lado del lugar y habitaciones abiertas frente a nosotros como en las películas de elegir una habitación que te da algo.
— Encontramos una escalera en el suelo que va hacia abajo.
— Vamos. — ordenó Leonardo con las linternas y armas como en las series de criminalistas, cada escalón que bajamos un olor horrible se hace más fuerte.
Al bajar hay como un pasillo un poco pequeño, en el final de este hay una gran puerta de metal recibiéndonos, Leonardo abrió la puerta y todo es negro, un pequeño ruido como de una cadenita llamó mi atención.
— Parece que encontré la luz. — hablo Leo y a los segundos una escena frente a mí me rompió el corazón, Ashley está tirada en el suelo lleno de sangre seca, tanto su cuerpo como la cara tienen cortadas un tanto enrojecidas y sus muñecas están un poco blancas dando a entender que estuvo encadenada por mucho tiempo, arrodillado frente a ella puedo observar como su piel está un poco reseca al igual que un poco sucia, como
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Cartas para mi ex
RomanceAshley todavía no puede superar la ruptura que tuvo con su primer novio, y empieza a escribir cartas para el, cartas hecha por un corazón herido... ¿Será que el podrá leer las cartas?