Ya llegó diciembre y con eso el cumpleaños de Noah, mire a Alyshi y sonreí mostrándole el teléfono mostrando que falta un minuto para las 12, lo voltee para poderlo ver y justamente se marcó grande el 12, le di una pequeña señal a la pequeña indicando que ya podemos salir de nuestro escondite.
— ¡Feliz cumpleaños! — gritamos a la vez que salimos detrás del sofá y lo abrazamos, él se asustó riendo. — Te quiero. — susurre en su oído izquierdo viendo un póster a medio hacer en PowerPoint.
— Muchas gracias chicas, las quiero un montón. — miró a Alyshi y luego la laptop y repitió la acción dos veces más. — ¿No deberías de estar dormida?
— Pues... Sí, pero tu cumpleaños es más importante y mañana no tengo clases porque fumigarán la escuela.
— Es cierto...
— Y para que no te molestes sí dormí, pero le dije a mami que me despertara unos minutos antes, para felicitarte.
— Fue una promesa... — volví a hablar temerosa de que él se llegara a enfadar por haberle interrumpido el sueño a Alyshi.
— Vale entiendo, no te preocupes. — sonrió al notar que me calmó esa respuesta.
— ¿Los adultos pueden estar despiertos muy tarde? — los dos nos miramos antes de volverla a ver.
— Depende de lo que están haciendo…
— ¿Cuándo sea mayor puedo estar despierta hasta muy tarde? — él me miro, después a ella y de último la laptop.
— Como dije depende de la situación, yo como no tenía sueño adelante trabajo, pero ya me voy a dormir.
Apagó su laptop y lo seguimos hasta el cuarto, acomodo la cama y salió, al volver en brazos nos veía el señor oso.
— ¿Dormiré hoy con ustedes? — Alyshi agarro a su osito, viéndonos con duda.
— Claro mi pequeña. — la cargo con una sonrisa. — Vamos a dormir los tres como una familia.
— Una pequeña y linda familia.
— Buenas noches, mami y papi. — la pequeña hablo acostada cuando apagamos las luces.
— Buenas noches. — respondimos al unísono dándole su respectivo beso en la frente y mejilla.
***
Abrí un poco los ojos mirando el techo, está iluminado, el sol está fuerte... Deben ser más de las seis de la mañana.
El desayuno tonta.
Gire la cabeza y en la puerta me lo encontré mirándome con una sonrisa.
— Buenos días, amor, ya me voy. — susurró con ternura viéndome.
— Pero... El desayuno, te lo tengo que hacer. — se acercó a mí quedando al lado mío.
— Es tarde, pequeña, ya debería estar allí —me dio un beso en la frente. — Te amo y gracias por el desayuno.
— Pero no te lo hice.
— Tuviste la intención. Nos vemos más tarde.
— Nos vemos, te amo. — salió de la habitación cerrando la puerta con cuidado, sin yo quererlo mis lágrimas salieron a flote, haciéndome sentir como una estúpida.
— Se me olvidó algo... ¿Qué tienes...? —pregunto agachándose frente de mí.
— Yo... Te quería despertar con un desayuno. — bajé la cabeza para que no me siguiera viendo.
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Cartas para mi ex
RomanceAshley todavía no puede superar la ruptura que tuvo con su primer novio, y empieza a escribir cartas para el, cartas hecha por un corazón herido... ¿Será que el podrá leer las cartas?