Capítulo 24💌

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- ¿Noah ya van a llegar? - le interrogo por teléfono.

- Sí ¿Por qué?

- ¿Alyshi está bien? ¿No hay nada malo o extraño en la calle?

- ¿Tienes...? ¿Tienes miedo de qué pásenos algo?

- Obviamente que tengo miedo.

- No pasará nada...

- Eso mismo pensamos ese día...

- Vale, vale, calmada ¿Estás lista?

- No, si bueno sé, es que pensar que volveré a estar en cama... Y aprender a caminar de nuevo...

- Vale, calma, concéntrate en lo bueno, estos días te he visto muy feliz pegada a la laptop, lo que supongo que son buenas noticias ¿No?

- Uy si...

- Lo siento por arruinar tu emoción, pero no puedes decir nada hasta que esté totalmente oficial ¿No?

- Si, pero...

- Pero nada, dímelo cuando se lo hayas dicho a tus lectores, o unos minutos antes de decírselo.

- Vale... - conteste resignada.

- Voy para allá.

- Ok, aquí te espero.

- Oye, te amo.

- Yo también te amo mucho, amor. - colgó y suspiré viendo a Kero que saltó a la cama viéndome fijamente. - ¿Qué?

- Miau.

- Ya comiste ¿Quieres más? - otro maullido. - Tendrás que esperar a Noah. - Y como si me entendiera se acostó como si fuera un caso perdido esperarlo.

En este lapso de tiempo he creado la paranoia de estar atenta a todo y llamar constantemente a Noah para saber cómo está todo, siento que en cualquier momento alguien nos puede secuestrar a alguno de nosotros. Matías el amigo de Noah me dijo que eso es producto del secuestro.

En un parpadeo de ojos el felino se quedó completamente dormido en mis piernas.

La puerta de la entrada se abrió asustándome.

- ¿Quién es? ¿Noah? ¿Quién anda allí? - ¿Cómo entro si Noah le puso seguro?

- Ashley soy yo, tranquila. - suspiro dejando salir toda la preocupación y tensión, es Haru.

- Te traje pan con mantequilla de maní. - dijo entrando al cuarto.

- Me gusta, vale siéntese señor.

- Cuidaré de Alyshi mientras te quitan el yeso.

- ¿Seguro?

- Sí, tranquila.

- ¡Llegamos! - anuncio Noah a la vez que le di un mordisco al pan, los pasos de él y Alyshi se escuchan cada vez más cerca.

- ¿Trajiste más? - le susurre a Haru quitándole el teléfono para que me preste atención.

- Sí, esa rodaja es tuya.

- Gracias, porque en serio no quiero compartir.

- Últimamente, estás tacaña con la comida... Aunque creo que es de esperarse.

- Ahhhhh estás comiendo. - Noah me miro con una sonrisa pícara.

- En la cocina hay...

- Esa mantequilla es de ustedes... Yo solo lo abrí

- No sé dio decir que abuso o que bendición... - murmure comiéndome el pan, a lo que él rio.

- ¡Mami ve lo que hice en la escuela! - me mostró un dibujo de ella y yo juntas una al lado de la otra.

- Que bonito mi amor, gracias. - sonreí dándole un beso en la mejilla. - Merece estar pegado a la nevera.

- ¿Sí? - pregunto ilusionada.

- Claro, pequeña ¿Por qué no lo haríamos?

- Bueno, lo siento por interrumpir este hermoso momento, pero debemos irnos ahorita, para llegar a tiempo al hospital.

- Vale... - me ayudó a sentarme en la silla de ruedas y bajamos por el ascensor, cuando él se montó en el lado del copiloto me digne a preguntar por:

- ¿Qué está pasando con todo el rollo de Calorina? - cuestione observando como aprieta los labios.

- ¿Para qué quieres saber? - respondió un poco a la defensiva. - Lo siento... Yo no quería tratarte así, es que, no creo que estés lista para este tema.

- ¿Noah no eres tú el que no está listo?

- Tal vez... - suspiramos al unísono y empezamos a reír por nuestra conexión. - Quieren hacer el juicio después que tú puedas caminar... Intente no meterme en esto, pero el juez dice que tienes que estar allí, ya que fuiste la víctima y necesitan ver quién se quedará con Alyshi. - giro en una esquina.

- Es entendible Noah, es la ley, pero también estás consciente que aunque no quisieras que fuera yo lo hiciera porque quiero estar contigo hasta en la más minicuna cosa, quiero que sepas que te apoyo. - suspire poniendo mi mano en su muslo derecho.

- Lo sé osita, sé que me apoyas, pero después de lo que has pasado no me entusiasma mucho, que fueras.

- Supongo que es parte de crecer ¿No? Y volviendo a lo de antes ¿No saben con quién dejar a Alyshi? - negó deteniéndose en el semáforo.

- Carolina, no tiene más familia y es el Gobierno o nosotros...

- ¿Pedirás la custodia?

- ¿Está mal hacerlo?

- No, es que no me imagino nosotros sin Alyshi... Pero tampoco creo que sea tan difícil ¿No? Ella quiere quedarse con nosotros.

- Sí, pero recuerda que el juez tiene la última palabra...

- Sí...

- ¿Dónde está Carolina si el juicio también es para ver si la meten presa?

- Está en la policía, en una celda temporal.

- ¿Piensas que tenga un trastorno?

- Lo más probable...

- Mamá te manda saludos.

- ¿En serio? - asienti feliz - ¿Ya le caigo bien?

- Digamos que sigues en período de prueba... Pero lo importante es que has avanzado.

- ¿He avanzado? Bueno sí - se respondió él mismo a lo que no pude evitar reír. - Recuerdo que me miraba con mucha desconfianza.

- No te miraba. Te tenía desconfianza...

- Auch bueno, ya llegamos ¿Lista?

- ¿En estas cosas hay que estar listos?

- Eso creo... Todo estará bien ¿De acuerdo?

- De acuerdo.

Al entrar en la sala un olor a *** inundó mi nariz, mire los dibujos pintados en la pared y sonreí, es Mickey Mouse y sus amigos, el doctor me quito el yeso con una pequeña sierra redonda eléctrica, haciéndola añicos, advirtiéndome que necesitaba tres semanas de reposo.

- ¿Quieres cenar pizza? - preguntó Noah ya en el carro.

- Claro.

- ¿A domicilio? - una sonrisa torcida se formó en su rostro.

- ¿Por qué eres así?

- ¿Qué, sigues traumada?

- Puede no ser queso...

- Ashley eso es mentira.

- Es mejor prevenir...

- Vale, vale pizza será entonces.

- Y pan con mantequilla de maní de merienda.

- Buenos planes los de nosotros - sonrió colocando cuidadosamente su mano en mi pierna donde casi una hora antes tenía un yeso...

Cartas para mi ex Donde viven las historias. Descúbrelo ahora