Toramaru miraba a toda su gente con arrogancia. Y como no hacerlo si en ese lugar daría muerte al asesino de una cuarta parte de la tribu. No le importaba que aquel fuese su hermano.
Tomoe no había tenido consideración alguna con los suyos con tal de demostrar que era digno de ser compañero del Rey Demonio.
Así que él tampoco tendría compasión.
Se había asegurado de que la jaula de energía mermase todo el poder de su hermano, así tendría una enorme ventaja sobre él y si es que aquella sacerdotisa intervenía, también la mataría.
—¡Tomoe! —gritó Kagome cuando lo vio llegar al centro de la plaza.
El mencionado se encontraba cansado después de las torturas que su hermano había ordenado y luego esa maldita jaula le estaba absorbiendo todo su youki.
—Kagome... —gimió el nombre de la miko sin poder enfocarla, su vista estaba borrosa.
—Es la hora, desgraciado—dijo el pelinegro en voz baja solo para que él pudiera escucharlo.
Toramaru alzó los brazos hacia toda la tribu como si fuese un héroe y Kagome enojada avanzó hacia el kitsune, pero Haji la había tomado por el hombro suavemente para que no interfiriera, pero ella se giró para verle molesta.
Iba a decir algo cuando Toramaru habló.
—¡Queridos hermanos! —exclamó llamando la atención de todos los youkais presentes—. ¡Hoy por fin se hará justicia en nombre de todos aquellos que perecieron a manos de este maldito!
Se escuchó cómo varios kitsunes gruñeron ante la provocación del líder. Y otros maldijeron a Tomoe quien estaba allí de rodillas al sentirse débil.
Kagome miraba preocupada la situación. ¿Qué haría si atacaban al youkai? Por supuesto que pelearía, pero temía por el joven.
—¡Elimínenlo! —por allí alguien gritó, Kagome pudo ver a una vieja kitsune que gritaba furiosa —. ¡Y también a la sacerdotisa!
Hubo una multitud enardecida con lo expuesto por la vieja kitsune y Toramaru río maligno ante la idea, fue entonces que sus ojos se posaron sobre la chica y su sonrisa se ensanchó cuando ella no le retiró la mirada. Es más, la joven se había plantado firme con toda la intención de que él la notaste.
—Mira Tomoe, tu miko está en primera fila para ver como te hago pedazos.
—Vete al infierno maldito.
El pelinegro rio y frente a todos allí sacó su espada para acabar con la vida de su hermano mayor.
—Espero que recuerdes el rostro lloroso de tu ama cuando mueras.
Tomoe se encontraba tan confundido por la extracción de su energía, estaba furioso porque las palabras de Toramaru podrían ser ciertas y el grito de Kagome lo hizo estremecerse.
—¡Tomoe! —la miko había gritado tan fuerte y de repente la fiesta empezó.
Se soltó de la mano de Haji justo cuando la espada de Toramaru estuvo por rozar el cuello de su familiar, su corazón había latido tan desesperado y no pudo más.
De repente dos kitsunes que portaban armas se pusieron en el camino de la chica.
—¡No te entrometas en esto humana o morirás! —exclamó el líder se la tribu.
—¡No permitiré que lastimes a Tomoe! —dijo la chica molesta, siendo detenida por las criaturas.
Desde el otro extremo de la plaza, Kitsuka miraba molesta a la sacerdotisa que tenía la osadía de tener un lado con su Tomoe y la odiaba. Pero sonrió sombría al pensar en provocar un ataque y así poder herirla.
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Bajo los Cerezos| CROSSOVER| Tomoe&Kagome CANCELADA
FanfictionA veces el destino suele ser muy cruel. Te pone trabas e incluso hace que el camino de Kagome Higurashi termine al lado del zorro mágico Tomoe. ¿Podrá Nanami recuperar a su amado kitsune? ¿O InuYasha podrá aceptar que Kagome lo ha olvidado? Naraku...