Desclaimer: Los personajes de InuYasha y Kamisama Hajimemashita, pertenecen a sus respectivas creadoras. La trama es mía.
•
•
•
Habían pasado tres días desde que Tomoe se había unido al InuTachi de manera inconsciente. Durante todo ese tiempo, no había despertado y Kagome se encargaba de vigilar su temperatura y cuidar su herida.
Una vez más partían de regreso a la aldea de la anciana Kaede para traer más provisiones de la época de Kagome. Necesitaban comida y algunas medicinas del mundo moderno y de alguna forma era bueno para descansar un poco. Todo ese tiempo no había habido rastro de Naraku, estaban seguros de que recorrieron todo el país en su búsqueda sin tener resultado alguno.
Aquella noche mientras preparaban el campamento, una serpiente cazadora de almas, sobrevoló las cabezas del grupo e InuYasha inmediatamente se levantó ansioso. Kikyo lo estaba llamando...
—Kiyko... —murmuró preocupado y un tinte de culpabilidad se sembró en su rostro al percatarse de que todos había visto a la serpiente. Se sintió mal por Kagome, pudo ver como escondía bajo su flequillo sus azules ojos y le prestaba toda atención a ese condenado zorro—. Kagome...
Ella negó sin mirarlo, de un frasco de barro sacó una pasta verde que untó con mucho cuidado en la herida del kitsune—. Ve InuYasha... ella puede estarte necesitando en e-estos mo-momentos—siguió cuando un nudo se le formó en la garganta y los ojos le picaron.
—Me quedaré aquí—contestó con culpabilidad al sentir en su nariz, el aroma salino de las lágrimas de Kagome.
—Ve InuYasha—dijo nuevamente al ver que varias serpientes blancas danzaban alrededor del hanyou—. Nosotros estaremos bien. ¿Verdad chicos? —tanto Sango como Miroku miraron con pena a la sacerdotisa, pero no la contradijeron—. Además, Kirara y Shippo están con nosotros... podremos arreglárnoslas sin ti por un rato.
InuYasha no supo si esas palabras le dolieron más o le dolió el hecho de que no pudiera decidirse por alguna de las dos mujeres que le habían entregado su corazón. Bajó la mirada sin poder soportar el reproche que destilaba Sango y sin decir alguna otra palabra salió corriendo en dirección de Kikyo.
...
—¿Por qué, Kagome-chan? —preguntó Sango con pena.
Kagome no contestó inmediatamente, necesitaba distraer su mente de lo que acababa de suceder, y solo lo conseguía con los cuidados que le daba a Tomoe. Por las noches, la fiebre del cachorro aumentaba considerablemente y el fragmento que tenía incrustado justamente en la herida no lograba disipar todo el daño.
—No tiene caso, Sango—tragó pesado para no sollozar por lo que sentía—. InuYasha desde siempre ha querido a Kikyo y yo no puedo hacer nada al respecto.
ESTÁS LEYENDO
Bajo los Cerezos| CROSSOVER| Tomoe&Kagome CANCELADA
FanfictionA veces el destino suele ser muy cruel. Te pone trabas e incluso hace que el camino de Kagome Higurashi termine al lado del zorro mágico Tomoe. ¿Podrá Nanami recuperar a su amado kitsune? ¿O InuYasha podrá aceptar que Kagome lo ha olvidado? Naraku...