A través del Tiempo | The Legend of Zelda [ℤ𝕖𝕃𝕚𝕟𝕜] [Editado]

XXXII: Una misión peligrosa

Había pasado un buen rato después de haber combatido con éxito a aquellas criaturas, las había asesinado de forma rápida y sigilosa, había desollado a algunos de los lizalfos.

Consiguió las escamas que necesitaba y se aprovechó de algunos otros materiales derivados de la criatura.

Ya para ese punto se encontraba en la cueva entregando las cosas que especificaba el pergamino.

Entregó aquello y la encargada de los pergaminos abrió sus ojos con enorme sorpresa, realmente había matado a aquellos lizalfos nocturnos que les habían causado tantos problemas.

—Va... Vaya...— exclamó con sorpresa al ver al chico colocar las escamas en un estado perfecto en el mesón. —Realmente los mataste...

—Sí.— afirmó mientras recogía su recompensa y volteaba para irse.

—Increíble...— halagó y el chico siguió como si nada.

Como parecía que se iría sin decir nada, llamó su atención para entregarle algo más.

—¡H-Hey!— Link volteó. —Abel encargó esto...

Él se acercó y sujetó un pergamino distinto cuyo pliegue era todo oscuro.

—El texto se revela con calor.— él asintió y se alejó a su habitación para ver de qué se trataba.

Una vez abandonó la estancia, estando ya en su cuarto buscó una vela de cera y la encendió.

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Entonces... ¿Pudiste con los lizalfos?

Bien, ahora mismo la situación es esta...

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Sorprendentemente el mensaje se revelaba con el calor de la vela cuando pasaba cerca del pergamino.

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La situación es la siguiente, trabajamos para el pueblo de Labrynna.

Hay que cazar a un mercenario problemático que merodea la cantina de Labrynna.

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Él se sorprendió en gran manera, ahora debía matar a alguien seguramente.

Y nada más y nada menos que otro mercenario.

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Tener especial cuidado, el sujeto tiene bajo su mando una banda de 35 mercenarios. 

Especificaciones: Matar al líder mercenario sin mayores alborotos.

Dificultad: Muy alta.

Recompensa: 100.000 rupias.

Fecha límite: dos días.

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Él abrió sus ojos con sorpresa, en comparación a las demás esa misión era bastante apresurada y con fecha tope, se notaba la importancia que significaba.

Para ello suspiró y cerró los ojos, seguro que la misión sería algo pesada.

—Ahora tengo que matar a alguien...— suspiró mientras colocaba sus dedos sobre el tabique de su nariz.