A través del Tiempo | The Legend of Zelda [ℤ𝕖𝕃𝕚𝕟𝕜] [Editado]

XVI: Reunión Impura

Aclaración: Sobre el final del capítulo se desarrolla un Lemon :P 

Aviso con anticipación por si no te agrada leer ese tipo de cosas.

En concreto de desarrolla luego de que Link dispara el lanzagarfios para visitar a Zelda.

Eso y que decidí re dibujar algunas ilustraciones de los siguientes caps que hice anteriormente   

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Me encuentro en las afueras de la ciudadela...

Lo sé, puedo ver las murallas detrás de mí. Si agudizo mi oído a los guardias con sus labores.

Es de noche... Puedo ver el Rancho Lon Lon, creo que Malon está escalando un árbol... Junto a un chico... Me alegra que así sea, tiene a alguien que la ayude.

Espera un segundo... ¡Soy yo...!

Creo...

No lo sé...

Parecía ser yo por el gorro, pero la verdad es que la luz de la luna deja únicamente entrever siluetas.

Oh... Estoy aquí en la llanura...

Con...

¿Estoy acompañado?

¡Es Zelda!

Me siento enormemente feliz, estoy viendo a mi princesa, mirándome y sonriendo.

—Zelda amor... Aquí estas...— le digo sonriendo mientras que ella me abraza.

—Te extrañé Link...— me contestó sonriendo, para luego abrazarme con fuerza nuevamente.

A pesar de tener esta linda reunión... Siento que algo anda mal... Pero no sé qué es.

Siento un aura turbio pero no logro percibir nada...

—¡Liiiiiink!— exclamó ella para que luego cayera al suelo boca abajo de forma muy brusca.

Algo la tomó de la pierna y comenzó a arrastrarla a la oscuridad.

—¡Zeldaaaa!— traté de darle la mano, pero fue inútil algo la arrastró lejos.

Sentí un gruñido venir a mis espaldas, pero no me dio tiempo de reaccionar, solamente pude ver como a Zelda se la tragaba la negrura de la noche.

Su grito desesperado me desgarró los oídos y busqué ayuda de forma apresurada.

—¡Astoria! ¡Fritz! ¡Dennis!— llamé desesperado a los muros, sin embargo no obtuve respuesta, parecían vacíos.

A mis espaldas una presencia se colocó, cuando volteé a lo lejos lo vi.

Habían un par de ojos brillantes, el rostro de la criatura reflejaban un odio enorme.

Eran aquellas fauces que conocí hace poco, llenas de aquel líquido pútrido y negruzco.

—Se acabó mocoso...— salió aquella criatura de la oscuridad a gran velocidad en dirección mía.