A través del Tiempo | The Legend of Zelda [ℤ𝕖𝕃𝕚𝕟𝕜] [Editado]

XII: Unión

Comentario inicial:

Quiero aclarar que aquí se desarrolla el primer lemon de la historia.

Si por algún motivo deseas omitirlo; comienza en unas letras en negrita cuando Link y Zelda se encuentran y se dicen "Te amo"

Sino pues... Tú velo 👍🏻
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—Hagamos algo que solucione nuestros problemas.— comentó acercándose peligrosamente a su rostro. —Y que nos una un poco más.

Esa insinuación coloró un poco al joven por la vergüenza.

—¿Qué propones...?— preguntó nervioso.

—Bueno, es algo tarde para la música.— comentó en aire pensativo. —¿Quieres hacer algo en particular? Estamos sólos y nadie nos escuchará.— insinuó mordiéndose el labio inferior.
 
—¿Dibujar tal vez?— preguntó mientras la chica asentía no muy complacida.

Quería hacer otro tipo de cosas, pero le avergonzaba un poco pedírselo.

—Yo quería hacer algo más divertido...— murmuró sin que el rubio le escuchara. —Bien, este será el trato.— comentó al tiempo que se acercaba al escritorio para tomar sus cosas. —Haré un dibujo de nuestra infancia. Tú de nuestra etapa adulta.

Él le sonrió a forma de afirmación y tomó una pluma y papel que ella le dio.

—Me parece perfecto. Comencemos.— afirmó mientras la chica le dedicaba una sonrisa.

Lo único que se podía escuchar eran sus respiraciones junto al sonido de los lápices haciendo líneas y trazos o los borradores corrigiendo algún error, eso acompañado del continuo tic tac del reloj.

Al pasar unas cuantas horas finalmente sus creaciones habían terminado.

Ella al principio terminó antes y esperó por él.

—¿Puedo ver?— preguntó tratando de mirar el dibujo del muchacho.

En cuestión era una composición en pergamino; ambos se encontraban en el jardín tocando música, él con su ocarina y ella con una lira.

Era un dibujo de aspecto caricaturesco pero estaba bien detallado y le pareció muy lindo a la muchacha, quien no despegaba su vista de él.

—¿Puedo ver el tuyo...?— pidió mientras la muchacha entregaba el suyo sin despegar la vista de la composición de Link.

Era un dibujo de ambos, ella besaba su mejilla y él miraba a otro lado algo sonrojado, sin mayores detalles e inclusive con trazos erráticos. Era bastante sencillo pero bonito y tierno de ver.

—Me lo quedo.— determinó con seguridad tomando el pergamino del muchacho. —A mi cuarto, tengo un marco vacío.

Luego ambos dejaron salir un pequeño bostezo. Seguramente ya era muy tarde y debían dormir.

—Creo, que tengo sueño...— comentó dejando salir un bostezo más prolongado. —¿Tú tienes sueño?

Ella imitó el bostezo del rubio y le dedicó una mirada cargada de sueño.

—Un poquitín.— hizo un gesto con su dedo. —Vámonos.— ofreció su mano al rubio.

Él la tomó con algo de duda; ella le arrastró sin pensarlo por los pasillos del castillo, a gran velocidad le guió por la oscuridad.

Hasta que llegaron a una habitación enorme, algo desordenada pero con muchísimas comodidades. 

—Estamos en...— buscó ubicarse pero la oscuridad no se lo permitió