A través del Tiempo | The Legend of Zelda [ℤ𝕖𝕃𝕚𝕟𝕜] [Editado]

III: Un nuevo comienzo

El alba despuntaba en el castillo de Hyrule donde Link ya estaba despierto, arregló su cama y se dispuso a salir para entregarle la Ocarina del Tiempo a Zelda y luego atender sus asuntos con Malon.

La princesa se levantó dos horas antes de las establecidas para ver a Link y así tendrían una hora libre antes de sus tareas le esperó en el patio del castillo donde siempre jugaban.

—Princesa Zelda...— llamó la atención de la muchacha. —Ya llegué.— anunció Link acercándose a la joven chica que se encontraba sentada en el escalón donde hace unos años estuvo espiando a su padre y a Ganondorf.

—Link...— dijo en un tono serio y de molestia —Ya te he dicho que no me digas Princesa...— reclamó frunciendo el ceño. —Estamos solos, solo dime Zelda, te lo dije antes.— dijo observándole con una expresión seria.

—Perdón Zelda...— dijo titubeando mientras le miraba con temor.

—Así está mejor Link.— dijo cambiando su expresión seria por una sonrisa.

—Bien...— asintió algo avergonzado. —Zelda, quería decirte... Que yo...— dijo tratando de articular una frase.

—¿Sí? Link.— preguntó con la misma sonrisa.

—He cumplido mi promesa. Te entrego aquí la Ocarina del Tiempo que me diste antes de partir.— dijo colocando en su mano el instrumento para luego apoyar su mano libre. Sentía un enorme peso que lo había abandonado. —Esto ha sido fundamental en mi viaje y te lo agradezco Zelda. Gracias...— completó desviando la mirada.

—Oh, eso...— bajó un poco la mirada. —Gracias Link...— dijo en un tono que mostraba algo de desilusión. —Te he extrañado mucho...— suspiró para luego sostener su mano que se encontraba vendada, lo cual despertó una intensa preocupación en ella. —¿Y esto Link...?— sus ojos se abrieron con notable sorpresa. —Por favor explícame el porqué de estas heridas nuevas.— la rubia mostraba preocupación mientras inspeccionaba aquel vendaje.

Link mostró un poco más su vendaje apartando su túnica.

—Yo...— respondió no muy seguro. Luego tomó aire y dejo salir sus palabras. —Es una larga historia Zelda...— suspiró mientras la chica no perdía su mirada en él. —Verás, en los Bosques Perdidos me perdí y gracias a un Skull Kid caí a una tierra muy diferente... Su nombre es Termina.— explicó brevemente recordando su aventura turbulenta allí.

Ella miró atentamente mientras él continuaba relatando aquello con algo de dolor en sus palabras.

—Y la razón de mis heridas es porque tuve que internarme en cuatro templos para salvar a Termina y luego detener a la misma luna que destruiría esa tierra...— dijo en tono cansado.

—Link...— sus ojos se humedecieron un poco. —De nuevo estuviste en peligro...— dijo con la voz quebrada —Yo... Yo... Lo sabía... Sabía que te lastimarías... Quería estar equivocada pero mi sueño no ha errado.— dejó escapar unas cuantas lágrimas de sus ojos.

—Zelda... No llores...— dijo con aflicción para luego estrecharle en un abrazo fuerte. —Por favor no llores más Zel... Me entristece que lo hagas...

—Está bien Link...— dijo sonriendo con dificultad mientras se limpiaba las lágrimas —Pero no puedo evitarlo si te lastimas muy seguido...

Link le silenció con un dedo en sus labios para luego besar con dulzura su mejilla rozando la comisura de sus labios. —Conozco a cierta princesa medio cabezota, que dijo que si yo estaba triste ella lo estaría.— comentó haciendo que la chica se sonrojara.
—Pues lo mismo me pasa...— confesó  con algo de picardía.