XXIV: Presión

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16/04 por el mediodía...

En el castillo de Hyrule...

—Es importante traer a salvo al ermitaño.— dijo el rey a Link que estaba en su oficina junto a la princesa Zelda. —Nos será alguien de mucha ayuda.

—Sí majestad. Mi grupo lo escoltará hasta acá y luego lo reubicaremos a una casa de seguridad.— asintió mientras el monarca sonreía con satisfacción.

—Confío en tu buen juicio.— luego miró a la princesa Zelda. —Y creo que está de más. Pero protege a mi hija con tu vida si es necesario.— pidió con bastante preocupación en su voz.

—Lo haré. La princesa Zelda es mi prioridad. Nada me importará más en este mundo que su bienestar.— cerró su puño y lo colocó contra su pecho con convicción.

—No puedo detenerle para hacer ese inventario botánico que planea hacer. Así que por eso te lo ruego Link.— insistió colocando sus manos juntas.

Zelda se aclaró la garganta y su padre le miró y entendió algo.

—Prometo ascenderte muy pronto a capitán del ejército muchacho.— le prometió y él se colocó sobre su rodilla como muestra de respeto. —Y dependiendo de tu rendimiento, te nombraré Caballero Real.

—Le agradezco el gesto majestad.— entrecerró sus ojos y siguió sobre su rodilla. 

—Padre, si me disculpas. Debemos salir, mi protector debe buscar a sus tropas también.— el monarca asintió e hizo un gesto a Link para que se levantase.

Una vez ella salió él continuó detrás de ella. Una vez afuera ella le miró con emoción en sus ojos.

—¡Caballero Real!— celebró dándole un fuerte abrazo. —¡Finalmente! Lo tienes más que merecido.

Él sonrió algo apenado pero asintió.

—Vamos. Debes buscar a los demás y partiremos de inmediato.— él le siguió en dirección al campo de entrenamiento.

Allí le comunicó a su comandante que se llevaría unos cuantos reclutas para aquella misión y él accedió.

Llevaría seis reclutas nuevos sin experiencia. Así se irían acostumbrando a llevar a cabo misiones y si el futuro lo ameritaba estarían listos para defenderse con éxito.

Una vez todo listo se reunieron en la entrada del castillo, una caravana completa rodeando al carruaje de Zelda, Link estaba de frente junto a algunos reclutas.

Zelda estaba concentrada, detrás de esa cara maquillada y ese vestido verde claro sus sentidos estaban tensos, su cuerpo estaba bien entrenado. Por ese motivo Impa no se impuso ni protestó cuando se enteró que saldría. Decidió darle el voto de confianza ya que el secuestro se haría el día siguiente. 

Únicamente le dijo a la rubia 《Todo por vigilar al príncipe 》y mentira no era, estuvo todo el rato mirándole, viendo su escudo Hyliano y su espada color blanco sobre su característica túnica.

Cuando menos lo notaron iban por la entrada del Bosque Kokiri. Al llegar al par de rejas que impedían el paso las encontraron abiertas, así que entraron sin ningún problema.

Llegaron al lugar y todos desmontaron, por orden de Link unos guardias se quedaron esperando a la entrada con sus armas listas.

—Señor Link. Guardia alta.— dijo uno de ellos al chico que una vez abajo tocó la puerta del laboratorio varias veces en compañía de Zelda.

—Buscaste una buena excusa para acompañarme.— dijo por lo bajo el chico mientras que de la casa no encontraba ninguna respuesta. Como si estuviera vacía.

A través del Tiempo | The Legend of Zelda [ℤ𝕖𝕃𝕚𝕟𝕜] [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora