Kirah Meller
Ya era primera hora, me había encontrado a Raymon en la entrada. Habíamos estado hablando durante unos quince minutos sentados en una banca del campus. Margo tenía clases desde temprano así que no nos había acompañado, ya pasaron unas dos semanas desde que el profesor Foxter hizo aquel comentario sobre mi guarda ropa. Las personas no han dejado de opinar sobre qué al parecer nos conocemos de antes, cosa que no puedo negar.
No han insinuado nada más, por lo menos que yo me haya enterado.
Al entrar al salón junto a Raymon nos dirigimos a sentarnos donde habituamos. El profesor ya está en el aula.
—Buenos días.
—Buenos días señorita Meller.
Escuchar como me llama me paraliza un instante ¿Se ha aprendido mi apellido? Continuo mi camino, sintiendo un calor extraño en las mejillas.
Tomo asiento mientras Raymon me dedica una mirada de «¿Te diste cuenta?»
—Creo que el único apellido que se a aprendido es el tuyo —susurra junto a mi oído.
—No, da —le resto importancia— seguro se sabe más.
Raymon me dice «sabes que los profesores de por aquí no hacen eso».
La clase empieza.
El profesor empieza a explicar los temas que dejará para la práctica de principios de semestre.
Raymon me pasa una nota:
Notas cómo te mira mientras da la clase.
R.
Le devuelvo.
Estás loco, no me mira diferente.
Kih.
Se la paso con cuidado de no formar sospechas.
Sus ojos verdes te penetran fuerte.
R.
Me río eso ha sonado muy turbio y creo que fue intencional pues el también se ríe.
—Si algo les causa gracia, seguro querrán compartirlo con la clase ¿No?
La voz de él profesor Foxter me quita la risa rápido.
Me vuelvo y descubro que medio salón nos está observando tras su comentario.
—Em... Em... No es nada interesante —respondo, le dirijo una mirada a Raymon para que colabore conmigo.
—Si, señor Foxter nada importante —pero no logra aguantar y deja escapar una pequeña risa al final.
—Yo no se ustedes, pero yo si tengo curiosidad —le menciona a la clase.
Camina hasta nosotros subiendo las escaleras, yo no sé si romper el papel, tirarlo por la ventana o tragarlo. Me quedo tan paralizada que él llega y me quita el papel de las manos.
Lo toma y lee para si mismo.
Mis mejillas se tiñen de carmesí aunque la verdad creo que mi cara entera está teñida y derrochando verguenza.
Él los toma, dobla y guarda en su bolsillo, dedicándome una mirada que no se descifrar.
—Señorita Meller, hablaremos al terminar la clase y no vuelvan a mandarse notas en mi clase, no estamos en secundaria.
Con eso se aleja y vuelve a continuar su clase. Yo en cambio no presto atención. Estoy tan asustada de lo que me dirá al terminar la clase que no me concentro. Decido intentar escabullirme entre los demás pensando que seguro se le habría olvidado.
Pero el malvado antes de terminar la clase menciona:
—Meller, recuerde nuestra charla.
El salón se va vaciando poco a poco, Raymon me tira una mirada antes de desaparecer también.
—Kirah ¿Puedo llamarte por tu nombre? —pregunta cauteloso, lo que me extraña no debería ser yo la que se ande con cautela.
—Si, profesor.
—Llamame Keller, ese es mi nombre, para eso está y tutearme no te preocupes.
Me sorprendí por la soltura con la que habla.
—Keller... Em, sí ¿Que quiere hablar conmigo?
—Queria pedirte disculpas, se que han pasado dos semanas, soy muy malo para disculparme pero creo que mereces una. Mi comentario te incómodo y dio cabida a rumores. Lo siento, enserio.
Abro mucho los ojos ¿Se ha acabado de disculpar?
—No me mires así, no me ha crecido otra cabeza.
Recupero la voz.
—Esta perdonado... Tranquilo.
—Gracias.
—Gracias a usted, sus clases son muy buenas.
—Tu eres muy inteligente no te quietes mérito. —nos observamos— recuerda si necesitas ayuda con algo, me dices —agrega.
Ninguno menciona las notas y lo prefiero así, moriría de vergüenza.
Luego de eso salgo del salón.
♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦
¿Les gustó el capítulo? Agradezco su apoyo mis fueguitos 🔥 ya tenemos 1k de lecturas en esta historia!!! Amo mucho eso!!!
Muchísimas gracias por darle una oportunidad, la verdad está historia me está gustando mucho. Espero a ustedes también.✨🤧🦋
ESTÁS LEYENDO
Hoy tengo clases
RomantikCuando a Kirah su pareja, con la cual lleva cuatro años, la termina, ella decide que quiere amoldarse al sofá de su casa y comer helado hasta estallar, pero por casualidad de la vida conoce a Keller un joven rubio que con su corta edad a conseguido...