Cinco años más tarde...
Keller Foxter
Lo tenía todo preparado, le pediría matrimonio, llevábamos cinco años de altos y bajos, amor incondicional, pasión apremiante. Era hora de dar el siguiente paso. Había reservado un restaurante para ambos, estaríamos solos con todos los platillos incluidos.
Ya me encontraba en el auto esperando que terminara de cambiarse para irnos ¿Estaba nervioso? Demasiado, pero sentía que era una de las mejores decisiones que podía tomar. La puerta se abrió, estaba tan ensimismado en mis planes que no me di cuenta de que ella ingresaba al auto, poniéndose el cinturón de seguridad
—Nos podemos ir amor.
Me sonrió. Aquella sonrisa que junto a su sonrojo me enamoraban cada día más. La amaba más que ayer, aunque menos que mañana, pero tendría todos mis días para hacer lo más importante: amarla. A ella. A mí Cielo.
Arranco el auto mientras acaricio la tersa piel de su muslo que el vestido rojo de satín deja al descubierto para mí. La música nos acompaña sintiendo una paz en aquel silencio que ambos componemos. Cuando parqueo me bajo para abrirle la puerta del otro lado, vamos a la entrada del restaurant, los mozos nos reciben y el chef nos da la bienvenida. Mientras esté me habla Kirah me mira, algo conmocionada además una sonrisa más grande se desliza por sus labios. Me hace tan feliz ser causante de aquella y quiero serlo toda mi vida.
Tomamos asiento en aquella terraza preparada para nosotros, mientras agarra mi mano para acariciarla y mencionar:
—Me encanta amor, gracias.
—Siempre cielo.
Y pronto por siempre.
. . .
La cena trascurre y mi momento va llegando, me siento muy nervioso.
Mierda quiero que diga que sí.
Cuando ella volvía del baño para tomar el postre, yo estaba en la baranda de aquel balcón tomando aire fresco, a pesar de que toda la terraza al «exterior» tenía aire. Sus manos me abrazaron desde la espalda, yo la aparte con cuidado, su cara de desconcierto me dijo que era el momento.
—Cielo, hace mucho siento algo aquí —acerque su mano a mí corazón, cuando sintió lo que allí había su pulso se aceleró— siento que eres mi vida, mi razón de ser, mi razón de existir. Te quiero. Te amo. Necesito verte despertar a mi lado como el oxígeno, hacerte sonrojar como el sol necesita ser acompañado por el alba. Cuando te vi por primera vez en aquella calle lo primero que pensé fue si te volvería a ver, lo que menos pense es que serías mi alumna y mucho más —sus lágrimas comienzan a derramarse por su hermoso rostro— mi novia, mi cómplice, mi mujer, mi cielo.
»Y si ahora me lo permites, pronto la señora Foxter.
Arrodillándome con la sortija en mano y la suya a mí lado le hice la pregunta: —¿Kirah Rose Meller, te casarías conmigo?
Que diga que sí.
Que diga que sí.
Que diga que sí.
Seguía llorando frente a mí y ahora asintiendo.
—Cielo, necesito que lo digas.
—¡Sí Keller, sí! Me casaría contigo una y mil veces sí.
Puse el anillo en su dedo. Pronto lo haría de nuevo pero en el altar y de forma definida, porque nunca la dejaría irse de mi lado.
Agarre su cara con ambas manos fundiendo nos en un beso que nos volvió fuego.
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Me siento tan feliz de haber escrito este hermoso extra, nos queda uno más y ya. No sé cuándo lo escribiré pero está en planes.
No nos merecemos menos de un Keller Foxter. Por favor no acepten menos.
La historia juvenil que dentro de no tanto subiré es de los sobrinos de Keller, por si les interesa el dato. 😉
Muchas gracias por acompañarme siempre en mis aventuras.
Los amo un montón!!!
Besitos de fuego. 🔥💋
Inserta aquí tu escena favorita de esta hermosa historia:
Nos leemos, bye...✨✨✨✨
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Hoy tengo clases
RomanceCuando a Kirah su pareja, con la cual lleva cuatro años, la termina, ella decide que quiere amoldarse al sofá de su casa y comer helado hasta estallar, pero por casualidad de la vida conoce a Keller un joven rubio que con su corta edad a conseguido...