Maratón 2/4
Kirah Meller
Margo y yo habíamos quedado en hacer una pijamada ahora en fin de semana en nuestro apartamento. Ver películas juntas, comer y beber hasta no más poder, ella cerveza -porque al parecer no tenía memoria para las resacas- y yo jueguito de cereza, por último chismosear antes de dormir justas y abrazadas.
Ya había llegado de su turno en la pasantía y ahora nos encontrábamos cambiadas sobre su cama decidiendo que ver. Al final vimos el rey león, la infancia de todos mientras comíamos chuches y ella se abría su tercera lata de cerveza, que tenía buen aguante había que admitirlo y yo mi cuarto cajita de jugo de cereza, que cuando se trataba de esos jugos yo no bromeaba.
Reímos, lloramos y cuando tocó la hora de chismear se me seco la boca, no la había podido poner al día de la amenaza de Miranda por sus pasantías y no la culpaba era su carrera y le gustaba.
-Los pasantes están algunos bomba, otros medio medio y por último los que a plenos 20 siguen teniendo la cara llena de acne.
-Hablame de los bomba -le dije, pero al enunciar esa palabra la bomba que me llegó fue a mí profesor de matemáticas en sus camisas habituales.
-¿Me estás escuchando? -pregunto Margo.
-Sí, sí, bueno no.
Ella se sentó a mí frente y pregunto:
-¿Que pasa? Suéltalo ya y dejaste de rodeos porque al final me lo vas a contar, así que ahorremos trabajo.
-Es que... -suspire, lo soltaría todo de una vez- ¿Te acuerdas de mí profesor de matemáticas y física? Claro que te acuerdas, es que me parece atractivo y no sé qué hacer con eso, no me gusta ¿Ok? Solo me parece guapo y me siento culpable por ello, ya estoy amenazada por una rubia y tengo miedo de que ella pueda perjudicarle. Es lo que menos quiero.
Había hablado muy, muy deprisa pero mi mejor amiga entendía cuando lo hacia, era rápida para los chismes.
-Okey -cerro los ojos y se frotó las sienes analizando toda la información dada.
»Es normal -fueron sus palabras.
-¿Normal que?
-Que te guste.
-Dije que me parece atractivo.
-Okey, que te parezca atractivo es normal, cualquier persona con ojos le parecería atractivo y no sientas culpa, si es algo pasajero en un tiempo ya no lo verás tan atractivo.
Luego susurro algo que no entendí, pero lo ignore.
-Pero si en un futuro te parece algo más que atractivo.
-Cosa que no pasará porque él es mi profesor y yo su alumna -le interrumpí.
-Ajá cosa que no pasará, te apoyaré. -me dio un beso en la frente protector de madre, de esos que hacían sentir menos culpable.
-Como siempre.
-Como siempre y para siempre.
Luego de eso nos recostamos en la cama y dormimos abrazadas, yo con la cabeza en su pecho mientras ella acariciaba mi cabello, así llegue a la conclusión de que ya se me pasaría que mi profesor me pareciera atractivo.
. . .
Keller escribía unos ejercicios en la pizarra, al llamarme para resolverlos hubo un roce de dedos entre ambos, al sentir su tacto fue como tocar fuego, su piel era cálida y el marcador cayó al piso. Ambos fuimos a recogerlo al mismo tiempo lo que ocasionó un choque de cabezas que dolió, rápido el me sostuvo de los antebrazos, pidió disculpas y me tocó la parte afectada mientras nos mirábamos y ahí sentí aún más la mirada asesina de la rubia. Resolví los ejercicios con el marcador que me pasó, esta vez sin tocarnos y volví a mi asiento con la mirada de Miranda como águila sobre mi.
Hoy era mi primera tutoría con Keller y estaba algo ansiosa por ello. Su clase el día de hoy tocó a última hora, así que justo después tendría una hora entera con el maestro que me parecía atractivo, solo atractivo.
Todos salieron de salón tras el último resultado, Keller y yo nos quedamos solos, en el salón de clases, trajo una silla para sentarme a su lado, su escritorio era lo suficiente amplio para ambos, aunque el espacio para la silla era algo estrecho, lo que dejaba mis rodillas bien pegadas si no quería rozarme con él.
Íbamos a trabajar con teoría de mosaicos. Era un tema nuevo con varios cálculos que no había comprendido muy bien.
Le pase mis apuntes los cuales reviso.
-Me gustan -lo dijo mirándome, yo me quedé estática- los, los apuntes digo, están bien organizados sin más ni menos de lo que se necesita.
Me sonrió.
Yo no podía devolverle la sonrisa ante sus palabras, dije un seco «Gracias», me había tomado desprevenida.
Empezamos con las teorías y luego fuimos a los cálculos que luego de la primera explicación comprendí, era muy buen maestro y eso lo admiraba.
-Hemos acabado, ¿Has quedado con dudas?
-No, muchas gracias.
-Siempre.
Y acá fue el asunto, recogí todo con prisa y cuando fui a pararme y di la vuelta por detrás al escritorio, el me sostuvo de la muñeca y no sé cómo perdí el equilibrio acabando sentada en su regazo. Mi mayor error fue voltear la cara, porque su cara quedo a centímetros de la mía. Baje la mirada a sus labios, que carnosos, un momento ¿Que estaba haciendo?
Cuando reaccione, me levanté con rapidez.
-Se te había olvidado el lápiz -nos hicimos los locos ante la situación, me dijo sosteniéndolo entre sus dedos, pasándomelo en el proceso, otra vez nuestros dedos rozaron con prisa aparte mi mano junto al lápiz. Saliendo de allí.
Al llegar a casa mi teléfono sonó donde un número desconocido que catalogue cómo Miranda, gracias al mensaje, me envió una foto de yo sentada en el regazo de nuestro profesor ¿Cómo lo había hecho? No se veía mi cara pero si la Keller. Junto a una advertencia: Aléjate.
Decidí hacer caso, por dos razones, una: quería evitarle problemas a Keller (ya que la foto solo lo comprometía a él. Y dos: quería que me dejara de parecer atractivo, porque con el tiempo que pasaba me iba dando cuenta de sus actitudes y eso me estaba gustando.
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Es que Kirah, mi amor, todas sabemos que Keller es atractivo eso no hay que dudarlo.
Ahora ¿Será que esos sentimientos crecen o desaparecen? Yo no sé, cuéntenme ustedes.
Amo sus comentarios, me da mucha alegría leerlos, así que no tengan miedo y escriban que les a parecido. Los leo y respondo.
Besitos de fuego. 🔥💋
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Hoy tengo clases
RomanceCuando a Kirah su pareja, con la cual lleva cuatro años, la termina, ella decide que quiere amoldarse al sofá de su casa y comer helado hasta estallar, pero por casualidad de la vida conoce a Keller un joven rubio que con su corta edad a conseguido...