Kirah Meller
Habíamos llegado del viaje de Suecia y pensar en todo lo que había pasado me sacaba una sonrisa en cada segundo. Quería ser así de feliz todo el tiempo como lo era ahora. Pasar mi tiempo con ese rubio que había removido por completo mi corazón. Su te quiero fue una de las mejores cosas que escuche, porque querer a alguien es emocionante pero saber que es correspondido es gratificante. ¿Podrían descubrirnos? ¿Había diferencia de edad? ¿Éramos un profesor y una alumna? Todas las respuestas eran sí. Pero era feliz y eso era difícil de conseguir en la vida, así que haría lo que estuviera en mi mano para mantenerme así.
Saldría a hacer la compra de la semana, y en la noche iría al apartamento de mi novio. Recordé otro momento y no podí... . Ni siquiera termine el pensamiento, había una chica mayor que yo frente a mi puerta, al parecer estaba a punto de tocar el timbre. Me miró de arriba a bajo con desdén ¿Que había hecho para merecer esa mirada? No la conocía de nada.
-Buenas, ¿puedo ayudarte en algo?
-En muchas cosas, la verdad ¿Puedo pasar?
-Eh... Justo iba de salida, disculpa -algo me decía que no la dejara entrar.
-Okey, pues será aquí. Necesito que te alejes de Keller.
Espera ¿Que?
-¿Eh?
-Que desaparezcas de nuestra vista.
-Disculpa, pero no puedo alejarme de él, es mi novio.
Dije en arrebato de valentía.
-Y él es el padre de mi hijo. Creo que no eres competencia.
»Eres un estorbo en nuestra relación y deberías alejarte para que nuestro hijo pueda tener una familia ¿No? No te gustaría ser una rompe hogares ¿verdad?
Estaba muda ¿Cómo que «padre de mi hijo» ¿Desde cuándo mi profesor era padre? ¿estaban casados? ¿era, era... Una aventura? ¿estaba a punto de decirle a alguien así que lo quería? Esto tenía que ser un mal entendido.
Solo quería dejar de hablar con esta mujer, rápido y ya.
Le cerré la puerta en la cara.
Keller Foxter
Había llamado a Kirah muchas, muchas veces, ya iba de camino a su casa, luego de las primeras 4 perdidas percibí que algo pasaba, así que sí, había arrancado en mi auto lo antes posible. Tocando el timbre sentí a alguien acercarse a la puerta luego de usar la mirilla. Esa misma persona abrió con rapidez, sus ojos hinchados lograron captar al instante mi atención ¿Kirah había estado llorando? ¿Por qué?
-Pasa, debemos hablar. -fueron sus palabras, nada bueno deparaba a esa frase.
El piso del mueble tenía uno que otro pañuelo desechable cerca, decidí no preguntar, no quería incomodarla más de lo que se notaba que estaba.
Tomé asiento junto a ella en el sofá.
-¿Tienes un hijo?
¿De dónde había sacado aquello? ¿Habría descubierto la verdad sobre mi pasado?
-¿Quién te dijo algo así? -pregunte enarcando una ceja.
-Eso no importa ahora, solo responde.
-No, Kirah, si tuviera uno ya lo hubieras sabido, además me encargaría de que tú fueras la madre.
Su expresión era ¿decepción? ¿era eso lo que veía en sus ojos? O... ¿dolor? Me importaba un bledo que era, no quería ver eso en sus ojos, esos cafés tan hermosos. Quería que me mirará como cuando hicimos el amor, que su mirada demostrase esa ternura habitual acompañado de su sonrojo, ese que tanto amaba.
-¿Que pasa? ¿por qué me preguntas esto? -intenté tomarle la barbilla pero se retiró de mi alcance, eso me dolió.
Mucho.
De pronto vi como sus ojos se llenaban de nuevas lágrimas, no podía permitir eso, no.
-Cielo, no llores, por favor, dime qué pasó y lo solucionaremos juntos, ¿está bien?
Ella asintió, al parecer una mujer con las exactas descripciones de que era Melissa había venido a su puerta, ni idea de cómo había conseguido la dirección.
La verdad de ella espero lo que sea.
Igual.
Le dijo que teníamos un hijo juntos y ella era una rompe hogares.
La verdad que esa mujer me las pagaría, no sólo intento arruinar mi carrera si no mi relación con el amor de mi vida. Y ahora no sabía si podría solucionarlo.
-Debo contarte algo importante, será largo pero así podrás tomar partido.
»La chica que viste se llama Melissa, es mi ex novia. Ella decidió estudiar en el extranjero, ahí conoció a otro hombre dejándome por él. No puedo negar que me sentí dolido, la quería pero pude seguir adelante, ambos habíamos estado estudiando en la misma universidad, teníamos amistades en común y algunos ya no me hablaban porque eran de su bando, al principio no sabía por qué pero cuando salí de mi carrera y pude volverme profesor...
Sentí como mi cuerpo recordaba con miedo esos momentos.
-Ella volvió, colocándose una maestría en la que impartía varias materias, esto con «la intención de recuperar lo perdido» decía ella.
»Yo no quise regresar a aquella relación, cuando volvió pude seguir dándome cuenta que no era la mejor persona para una y que había sido manipulado en varias ocasiones, aquello lo descubrí con terapia está que sigo tomando, gracias a los ataques de pánico que me empezó a causar la siguiente situación.
»Un día, fui a la universidad a trabajar, ignorando a todos a mi paso, hasta que me fijé en qué la gente hablaba de algo cada vez que cruzaban por mi lado, descubrí la peor mentira que podría haber inventado de mi.
»Melissa iba diciendo a todos que tenía un hijo conmigo, que yo siempre lo supe y nunca me hice cargo, hasta llegó un niño a la universidad ese día, andaba regodeandosé con él, pero este no se parecía a mí. Le hice pruebas de ADN y resultó que si era de Melissa pero no conmigo.
»Ahí estuve mucho más seguro de que lo mejor era irme de ahí y escapar de las garras de ella por completo.
No sabía cómo reaccionaria Kirah, pero su cara mostraba impresión, compasión y algo como la compresión.
Sabía que yo podría amarla, porque ella no era Melissa, no me utilizaba, ella me quería y yo también.
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Se que estaba desaparecida perooo... ya les traje cap, así que perdónenme, me encuentro bien solo que con poco tiempo para escribir, gracias por entender y no insistir con las actualizaciones.
Los amooo.
¿Que les pareció el capítulo? Ya conocen el pasado de nuestro Keller
¿Cómo creen que reaccionará Kirah?
Hasta el próximo cap mis fueguitos. 🔥
Besitos de fuego. 🔥💋
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Hoy tengo clases
Roman d'amourCuando a Kirah su pareja, con la cual lleva cuatro años, la termina, ella decide que quiere amoldarse al sofá de su casa y comer helado hasta estallar, pero por casualidad de la vida conoce a Keller un joven rubio que con su corta edad a conseguido...