Maratón 1/4
Kirah Meller
Una chica rubia, se acerca al escritorio de Keller, siendo muy amigable con nuestro profesor, le pide que le expliqué un tema.
Él acepta, luego de una breve conversación, veo como con descaro ella se ubica de una manera que se le noten los pechos. Siento un revoltijo en el estómago.
Él le ha explicado dos veces el tema o más, yo estoy tan cansada de la situación que bajo el auditorio y me acerco.
-Profesor, tiene un momento
Antes de poder responderme la rubia habla:
-¿No ves que me está explicado un tema? Que mala educación tienes ¿Tus padres no te inculcaron no interrumpir a los mayores?
Él profesor hace amago de hablar pero yo adelanto:
-Disculpa si llevas media hora con el profesor y no puedes concentrarte por estar más pendiente de mostrar tus tetas, pero otros si nos concentramos en aprender.
La rubia indignada, intenta llegar a mi, Keller se para agarrándola de un brazo.
-Señorita, si necesita ayuda puede contratar un tutor, conozco algunos que podrían funcionarle, ya que yo no ofrezco esos servicios.
-Ya escuchaste Meller, puedes largarte -dice esta, pensando que se refiere a mí.
-Disculpe señorita ¿Graham? Era para usted.
La clase se empieza a reír, yo aguanto una sonrisa. Ella se larga indignada.
. . .
Estoy guardando mis cosas en la mochila, dándome cuenta de que soy la única estudiante que queda en el salón. Nos miramos pero no exclamamos palabra. Cuando estoy apunto de salir de salón él menciona:
-Gracias por salvarme.
Volteo hacia él sorprendida, me encojo de hombros.
-No pasa nada. Alguien debía ponerla en su lugar
-Cierto.
Doy media vuelta pero me acuerdo de algo.
-¿Podría darme los contactos sobre las tutorías?
-¿Por qué? ¿Necesitas ayuda?
Suspiro.
-El último tema no fue de mi total comprensión, me gustaría un refuerzo. So, solo serían dos o tres clases -tartamudeo un poco.
-Yo podría ayudarte -responde.
-Pero usted dijo que...
-Sí, que no ofrezco esos servicios, pero hay excepciones
Excepciones, tú eres la excepción.
Silencio.
Quedamos de acuerdo y con ello salgo del salón.
Al salir alguien me hala del brazo con rapidez y me lleva algo alejado del salón. De una reconozco a Miranda Grace, la rubia que puse en su lugar.
Me encuentro contra la pared, ella frente de mi, aplicando presión en mis brazos para dejarme con menos movilidad, primero se ríe como una desquiciada y luego me mira fijo a los ojos, puedo ver la furia plasmada:
-Tú ¿Crees que él se fijara en ti?
-No se que hablas -pero se que se trata de nuestro profesor.
-Sí sabes -intento zafarme de su agarre pero ella es más fuerte- ¿Crees que porque te dio la razón yo no le parezco atractiva?
Tiene razón a Keller puede parecerle más atractiva que yo: -Que sepas que cuando quiero algo lo consigo y él es lo que quiero, así que lo conseguiré.
»Alejate o tomaré medidas drásticas que no serán del agrado de nadie. En especial para ambos.
¿Que estará dispuesta a hacer?
Con eso se aleja sin dejarme pronunciar otra palabra. Me quedo algo estática en la pared por un tiempo, luego me despegó de la pared intentando seguir mi camino.
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Se vienen cosas buenas tranquilos. Esto es un maratón así que pueden ir directamente a leerse los siguientes dos capítulos, que se que amaran.
Así que no me maten que no los deje con curiosidad.
Los quiero mis fueguitos. 🔥
Besitos de fuego. 🔥💋
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Hoy tengo clases
RomansaCuando a Kirah su pareja, con la cual lleva cuatro años, la termina, ella decide que quiere amoldarse al sofá de su casa y comer helado hasta estallar, pero por casualidad de la vida conoce a Keller un joven rubio que con su corta edad a conseguido...