male ➳ l.h (gay)

o n c e

*En el colegio al otro día*

h e m m i n g s

Caminaba por los fríos pasillos del instituto, el invierno había llegado y parecía no querer irse nunca, las prendas que llevaba eran todo menos abrigadas, un pantalón color negro, una remera básica, junto a mis clásicas zapatillas y mi sweater.

Al haber llegado tarde al colegio, caminaba en silencio, intentando ser invisible. Sobaba mis manos juntas y podía observar el vapor helado saliente de mi boca y nariz. Deseaba poder comprarme un café super caliente o algo parecido, pero no podía, de ninguna manera. Entonces recordé, tenia un paquete de galletas en mi mochila, las que Ashton me había obsequiado días atrás.

Corriendo peligro de ser visto por alguien y enviado a castigo, me adentré en los baños, ingresé a uno de los cubículos, me senté sobre el retrete cansado, repose mi cabeza en la pared y comí las galletas. No eran la gran cosa, pero sentía como si cometiese un pecado. Continué comiendo, y al llegar a la tercera, me sentía como si hubiese comido una vaca, literal.

Luego de un rato, un golpe en la puerta me despertó... ¿Despertó?

Supongo que no pude pelear contra el cansancio, mierda. El golpe continuó y me puse de pié. Mierda... mierda mierda, me encuentro solo, en el baño de hombres, y mi fama no me ayuda para nada. Temeroso, abrí la puerta y tengo que decirlo, tenía miedo de quien pudiese ser y lo que fuera a hacer cuando vea que era yo. Llámenme perseguido, pero con razones.

Saque el seguro y cuando la puerta se corrió y era el conserje... perfecto.

Me miró primero sorprendido y luego agraciado. ¿Qué era lo gracioso?

- Ah rubia eres tu - Dijo despectivo y no hubo reacción alguna de mi parte. - ¿Qué hacías? ¿Volviendo a donde perteneces? - Rió y si soy sincero. Tenía miedo.

Al ver que no le respondí se acercó bruscamente a mí, y como reflejo, me cubrí la cara con los brazos, dejando que el paquete cayera al suelo. El hombre rió, y dio un paso atrás. Aún agraciado, levantó el pequeño envoltorio, me miró un segundo y amagó a golpearme con el en el rostro.

Instintivamente, bajé la cabeza y dio más carcajadas.

- Mira esto... - Exclamó. - Con la cabeza gacha... - Y me tomó por la barbilla, al levantar la cabeza, mis ojos eran cristales y mis nervios estaban de punta.

- Siempre tendrás la cabeza gacha rubio... - Escupió despectivo a mi cara, escupió. - ¿Quieres esto p*ta? - Exclamó en un tono más alto de voz.

Al no ver mi respuesta, me abofeteó... y mierda que tiene fuerza. - ¿QUIERES ESTO MALDITO? t*ola, p*ta, etc. - Gritaba y comencé a negar con la cabeza, desesperado por salir de allí.

Y rió.

Sacó una galleta, paso su odiosa lengua por ella y me le entregó. A cada mordida que le daba, sentía mi dignidad decayendo. - Comes a escondidas, como una maldita rata despreciable.. enfermo.. - Al acabar, arrojó el paquete a la basura, y salí corriendo tan rápido como pude.

___________

El resto del día, paso rápido. Luego de algunos pocos "favores", podía sentir mis ojos cerrarse solos. Mi cuerpo pedía auxilio a gritos, no podía ser peor.

- Hemmings... - ¿O si podía?

- Por favor no ahora... ahora por favor solo déjame.. - Dije sin prestar del todo atención, pero completamente resignado.

- Wow! Entregado como siempre... - Clifford.

- ¿Qué ocurre Michael? - Pregunté sin más decir.

- Hola p*ta - Dijo una voz aún mas familiar.

No esperaba que las cosas cambiasen, pero, en el fondo creí que quizás el trato sería diferente un día.

- ¿Que necesitas Ashton? -

- ¿Estás acostumbrado a decir eso "que necesitas"? - Rió el teñido y no respondí.

- Michael esta en nuestro equipo por el trabajo - Dijo determinado, - Espero que eso no te moleste -

- Esta bien- Dije resignadamente temeroso.

- Si bueno, deberemos seguirlo esta noche - Explicó el rizado y asentí incomodo.

- Iré a tu casa, y mañana iremos los dos, por que la tía de Michael enfermó y no podrá acompañarnos -

- No estoy seguro que mi casa sea una gran id... -

- Repite eso - Dijo Michael con prepotencia.

- N no... -

- Ashton irá a tu casa, y los tres iremos mañana Hemmings... -

Asentí resignado y esperando lo mejor para todos.

-

i r w i n

Que el juego comience.