male ➳ l.h (gay)

c u a r e n t a y c u a t r o

c l i f f o r d

Di muchas vueltas al espejo, me miré como veinte veces, me perfume y rasuré la barbilla. Creí escuchar a mis papás decir diferentes bromas gracias a las vueltas que daba. Debía llegar temprano, había quedado en buscar a Luke a las ocho de la noche.

Me subí al auto y empecé a manejar, aunque cometiendo algunas faltas. Los nervios me jugaban en contra. Solíamos juntarnos los cuatro pero los medicamentos de Luke lo ponían a dormir bastante temprano y lo atontaban mucho tiempo antes. Ya no era el mismo Luke al que todos estábamos acostumbrados, sus pesadillas ya casi no están,sigue siendo temeroso, tranquilo y callado, a veces sólo sonreía mientras nosotros moríamos de risa. Tenia estadía completa en casa de los Hood, pues a pesar de que ya cumplió la mayoría de edad, su estado psíquico no lo dejaba manejarse sólo. Calum estaba mucho más protector que de costumbre y luego de todo lo ocurrido podía golpear a cualquiera que quisiera acercarse a Luke.

Toqué la puerta y el papá de Calum me abrió y me miró serio.

-¿Qué intenciones tienes con mi hijo?- Me preguntó y ambos empezamos a reír, mientras me dejaba entrar a su casa.

-Clifford, mi favorito y al que voy a matar cuando le haga algo a Luke.- Se rió Calum, aunque supe que su advertencia era seria.

-¿Qué onda?- Lo salude. -¿Cómo está suegra?- Le dije graciosamente a Joy, quien me miró por encima de sus anteojos y pronunció. "a la primera, te mato." Sólo atiné a reírme por que a pesar de que me conocían, estaban pendientes de Luke.

-Hola Michael.- Dijo una voz suave desde la escalera.

-¿Cómo estás Luke?- Lo saludé dándole la mano, al principio no comprendió por que tomaba distancia pero al darse cuenta de todas las miradas que nos rodeaban se rió.

-¿Vamos?-

*

-¿Te parece si vamos a comer?- Le pregunté apenas se creó el silencio incómodo en el auto.

-Vamos a la playa.- Sugirió y manejé a la playa.

Caminamos por el muelle y aunque en realidad estaba muriendo de hambre, debía admitir que era uno de los mejores momentos, luego de lo que habíamos pasado.

-Creo que debo pedirte disculpas.- Me dijo.

-No lo creo ¿Por qué?-

-Pues, desaparecí sin decírtelo y me acosté con otros hombres, en realidad, te engañe por que eramos novios.- Me explicó muy tranquilo, con voz baja y mirando al mar.

-Luke, no fue algo que querías hacer, era en realidad algo que debías, no quisiste engañarme.-

-No, pero lo hice, perdón.-

-No hay problema.- Le respondí y un silenció se inició nuevamente.

-Luke, me encantaría que en algún tiempo puedieras sentirte cómodo conmigo y bajar la guardia que entiendo que tengas, quizás que volvamos a estar juntos, si es que todavía sientes algo por mi.- Le dije y al no escuchar respuesta seguí. - ¿Me darías un beso?-

Y me miró, ya no enamorado, sonrojado o seductor. Su mirada estaba perdida, una parte de él se había ido, casi como si le hubieran arrancado algo.

Me abrazó, el abrazo más lindo que alguna vez había recibido.

-Me encanta que quieras intentarlo Mike, pero no estoy bien, te golpeé antes de irme, tienes cicatrices en la cabeza por que yo estoy un poco loco quizás, tengo años de médicos, hospitales y medicinas para mi cabeza, que nunca estará como debiera. No puedo darte lo que un novio le da a otro y lo que te mereces. Nunca quise que cargaras con un prostituto y ahora no quiero que cargues con un loco.- Me dijo y de nuevo miró al mar, casi como si quisiera olvidar lo que acababa de pasar.

-Si no vas a dejarme ser tu novio, déjame ser tu amigo.- Le dije y me reí. -¿Vamos a comer?-

-Vamos.- Sonrió y nos levantamos.