male ➳ l.h (gay)

t r e i n t a y o c h o

h e m m i n g s

- ¿Cómo estuvo?- Preguntó Miles en voz baja cuando llegué.

- Bien.- Respondí cortante.

-Siempre dices esa mierda.-

-Tienes once años, ¿Qué se supone que debo responder?-

-La verdad podría ser una buena opción Luke!- Me gritó y un escalofrío me recorrió la espalda, hacia casi un mes que lo único que oía eran órdenes y palabras que sólo se oyen en vídeos pornográficos.

-Esta todo bien Miles...- Le dije dirigiéndome a la cocina. -Siempre está todo bien..- Murmure.

-Mamá no quiere que comas..- Me dijo por lo bajo al verme tomar una rodaja de pan.

-Que se vaya a la mierda.- Le respondí.

-Te guardé esto.- Me dijo y entregó un plato con carne y un poco de ensalada.

-Gracias amiguito.- Le bese la cabeza y comí.

-Termina rápido Luke, va a matarme si se entera.-

-No va a pasarte nada Miles, basta..-

-Eso dicen siempre.- Murmuró.

-Hago lo que puedo ¿Si?- Le susurre duro y ojos brillantes de bronca y el asintió desanimado.

-Luke, ¿Y si me dan para que alguien me adopte? -

- No me sorprende que lo digas y no vuelvas a decirlo. Vamos a permanecer juntos y punto.- Le corté la conversación, mirándolo a los ojos y señalándolo con el tenedor. Lave el plato en que había comido.

-No quiero estar aquí con mamá, nos grita, te odia y quiere golpearnos Luke.- Me dijo serio.

-Prometo que voy a sacarlos de aquí.- Le sonreí intentando calmarlo.

-Pero quiero que sea pronto...-

- Ya lo entendí, esta bien, ¿Si? Lo entendí Miles, basta.- Le insistí y rodó los ojos pero no volvió a hablar.

Un golpe en la puerta me distrajo y fue cuando me dí cuenta que nuestra madre se aproximaba, proveniente de algún lugar.

- Miles!..- Gritó del otro lado de la puerta y ambos supimos que estaba ebria. - Miles abre!-

- No.. no no... no Luke no quiero..- Dijo rápido y entrando en pánico.

-Ssh.. voy a ir... shh, tranquilo..- Le dije y me dirigí a la puerta. Saqué el seguro y me pare en medio, listo para recibir lo que sea que viniera.

-¿Qué mierda haces aquí? - Me dijo como pudo, casi embriagandome con el aroma a alcohol.

-Vivo aquí..- Respondí casi burlista y la cargué hasta dentro de la casa mientras ella me decía un Rosario de insultos.

-En un rato vendrá un amigo Luke.. Y la van a pasar muy bien.. - Sonrió.

-No voy a hacer nada aquí, están los chicos.- Me impuse.

-Que vayan aprendiendo.- Me dijo y quise golpearla, cerré el puño y me acerqué mientras me miraba divertida. -Golpeame, vamos, hazlo... Si eres tan hombre golpea a tu pobre madre..-

-Luke no.- Llamó Miles todavía en la cocina, bastante atemorizado.

-No te atreves, por que eres un maldito marica... infeliz.. Ni siquiera te atreves a golpear a alguien..-

-Callate!- Le grité y río a carcajadas.

-Miles vete a otro lado.- Ordene.

-Luke no lo hagas.-Me dijo llorando.

-No la golpearia Miles, sólo voy a hablar, vete.- Le grité y se fue corriendo. -No voy a volver a acostarme con nadie aquí dentro, si lo hago, va a ser afuera y no es una maldita pregunta.-

-Como quieras... - Me contestó con un cigarrillo en la mano. Me di la vuelta y escuche que mi madre golpeaba la pequeña mesa junto a ella. -Detente! Para Luke!- Gritó y yo la miraba petrificado y sin comprender.

-¿Qué mierda estás intentando?- Pregunté en voz baja y apareció Miles corriendo.

-Luke ¿Qué hiciste?-

-¿Qué?..-

-Me golpeó hijito, tu hermano me golpeó...

-Dijiste que no ibas a hacerlo Luke..- Susurro.

-No la golpee, ojalá lo hubiera hecho..- Miles la miró buscando respuesta y ella me señaló empezando a reír a carcajadas.

-Maldita loca infeliz.. -

-Hablando de locas, infelices... Si no vas a querer a nadie aquí, ya sabes donde ir a pararte mi amor...- Me sonrió y por supuesto que lo sabía.