Capítulo 11: Una cita que supera otra.

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AVA

Mis ojos se abrieron como platos ante aquel mensaje.

¿Qué Damon me quería en quince minutos vestida y lista? ¿Una cita? ¡Estoy gritando de los nervios!

Me quedo unos segundos estática leyendo una y otra vez el mensaje para asegurarme que no me estuviera volviendo loca.

Espero que la película haya terminado, porque te quiero vestida en quince minutos. Voy a mostrarte lo que es un domingo entretenido, y lo que puede resultar ser la mejor cita a la que hayas ido en tu vida, Ava Walter.

Sí, sí era real.

Una lluvia de emociones empezó a crearse en mi estómago y empecé a tener euforia pero a la vez unos nervios tremendos que me paralizaron la mente unos segundos. Damon dijo que vendría en quince minutos, pero era más que obvio que yo no podía salir a estas horas de la noche de mi casa. Podría tener suerte, papá tenía una cena de negocios fuera de la ciudad y mi madre lo ha acompañado, y nos habían dicho a mí y a Levi desde temprano que no volverían hasta mañana, se quedarían en un hotel para no conducir tan tarde.

Lo cierto era que me quedaba Levi y Hugo de supervisores, así que era casi igual que tener a papá en casa.

Algo en mi pecho saltó, y fue la oportunidad de mi vida de tener una cita con Damon. No podía desaprovecharla, me arrepentiría de ello toda mi vida. Así que corrí hacia el armario como una fugitiva y elegí mi conjunto de la noche el cual lo llamaría "una escapada más y no lo vuelvo a hacer".

Mi consciencia se rió de mí.

Estos días después de nuestro encuentro en las gradas de la cancha del instituto no lo volví a ver más, ni siquiera un mensaje de su parte. Supuse que se había enojado, pero la verdad es que no tenía lógica ni conclusión porque no era posible que Damon estuviera celoso de Charlie, eso jamás sucedería, tenía que dejar de llevarme de mi consciencia romanticona. Así que descarté aquello, y solo pensé que él no volvería a buscarme cuando ya había pasado la tutoría, era eso lo único que nos hacía saber del otro.

Había caído en una mini depresión todo el fin de semana, hasta ahora que me ha vuelto a escribir. Damon tenía razón en cuanto a la cita con Charlie. Me había invitado justamente a mi restaurante italiano favorito, habíamos tenido una cena deliciosa y una conversación entretenida, y luego de allí tuvimos un pequeño paseo por el parque. Lo cierto de todo aquello es que no podía dejar de pensar en Damon toda la noche, y me culpaba por ello.

Charlie lo estaba intentando, y era el mejor partido que podía considerar, pero siempre llegaba Damon a mi cabeza con sus ojos verdes, su forma misteriosa de ser y su energía envolvedora que no he podido descifrar aún.

Era mi obsesión, y eso lo sabía desde el primer momento que mis ojos captaron su existencia.

Intenté concentrarme en la ropa que elegiría y me terminé decidiendo por unos pantalones negros ajustados, una blusa negra y una chaqueta negra que me la había regalado tía Lexie en mi cumpleaños pasado, con mis botas favoritas, completando un look todo negro, y me solté el cabello peinándolo rápidamente. No sabía a dónde iríamos, pero algo me decía que esto no era una cena ni ningún paseo para ver las estrellas. Mis manos temblaban cuando intenté ponerme lipstick en los labios y casi me desmayo cuando el celular me notifica un nuevo mensaje.

Mi Devoción #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora