Ava
La cabaña de la abuela Amelia era nuestro lugar favorito para irnos todo un fin de semana en todas nuestras vacaciones del instituto. Cada año la veía más hermosa, más cuidada y más brillante. Los árboles tenían frutos, las rosas adornaban el jardín y el lago inmenso nos regalaba el sonido de muchos pájaros que vivían en el.
Yo nunca conocí a mi abuela, pero siento su esencia y su presencia en este lugar cada vez que estoy aquí. Mamá siempre dice que este será su lugar favorito por siempre, y es bonito ver los ojos de papá verla cuando ella dice aquello. Ella tampoco la conoció, pero papá se ha encargado de hablarnos tanto de ella que la amamos sin nunca haber podido tener el gusto de tenerla entre nosotros.
Lo bonito del caso, es que en todas sus anécdotas de las cuales no les da vergüenza contar, resulta y acontece que aquí fue que mis padres tuvieron su primer encuentro sexual, dicho y hecho tal cual por mis dos progenitores que les encanta hablar de sus aventuras sexuales con sus hijos pero odian que sus hijos tengan las suyas.
Me río y me tenso al mismo tiempo, porque yo ya entraba en esa categoría, yo ya había tenido sexo con Damon y aún no podía creérmelo.
—Ava, ¿se puede saber qué haces con un traje de baño de cuerpo completo y de mangas largas? Pareces una monja—me reclama Lindsay al verme llegar a la alberca con semejante vestimenta.
Suelto un suspiro y me siento frente a ella que se encuentra recostada con su bikini de dos piezas.
—No tiene nada de malo, está bonito—le respondo como si nada tomando una revista de la mesa y fingiendo que la leo.
Lindsay me examina unos segundos, me conoce muy bien.
—Está precioso, pero hace mucho calor, además, tú nunca acostumbras a ponerte ese tipo de bañadores. Eres más sensual.
—Para lo que me interesa que mi hermano y mis primos me vean sensual—digo soltando la risa.
Ella niega con la cabeza.
—El día está precioso, amo venir aquí, pero no te puedo negar que me hace falta Eris.
Asiento.
—A mí también. Espero que a nuestro regreso las cosas puedan acomodarse.
—¿Qué opinas de que ella y Emilia almorzaron con Damon y Jason ayer? Hubiera pagado lo que sea por ver a Eris compartiendo en una mesa con Damon.
Me coloco los lentes de sol sonriendo.
—Supongo que algún día tendrá que aceptarlo.
—También espero que Emilia deje ese encanto por Jason—murmura haciendo que voltee a verla.
—¿Ella te ha dicho algo?
—No es necesario que me diga nada, conocemos a Emilia, siempre va detrás de lo que le gusta.
Suspiro.
—Sí, pero en este caso ella me prometió que no haría tal cosa. Además, no es que se haya enamorado de él, es simplemente un gusto de verse un día, no es nada del otro mundo.
ESTÁS LEYENDO
Mi Devoción #4
RomanceCUARTO LIBRO DE LA SAGA MI ASESINO FAVORITO. Ava parece ser muy idéntica a su tía Lexie en personalidad, pero parece haber heredado los mismos gustos de su madre de enamorarse de quien no debe. Ella siente que se aburre fácil de los hombres y que pi...