CUARTO LIBRO DE LA SAGA MI ASESINO FAVORITO.
Ava parece ser muy idéntica a su tía Lexie en personalidad, pero parece haber heredado los mismos gustos de su madre de enamorarse de quien no debe. Ella siente que se aburre fácil de los hombres y que pi...
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ELLIE
Las manos me sudaban y el corazón parecía galopar a grandes latidos cuando pisé por segunda vez las instalaciones de Jojo's Academy.
No tenía comparación a como se veía desde fuera, por dentro esto era inmenso, y los colores eran tan llamativos que sentías que entrabas a un portal de algún mundo mágico.
Hoy tenía una cita con Leah Jenner, y estaba que me comía las uñas. Aún me costaba asimilar lo que Ava había hecho por mí, y no podía contener la algarabía que se formaba en mi interior al saber que iba a ser parte de todo esto muy pronto.
Me abro paso en el pasillo y camino con Elena, la esposa de uno de los gemelos halcones que me guía hacia la oficina de la dueña de todo esto. Cada paso que doy me hace un nudo nuevo en el estómago y se me dificulta tragar. Se supone que esta gente son nuestros enemigos, y heme aquí, rumbo a una oficina para una entrevista que me dará inicio en este lugar.
—Mucha suerte—me dice Elena y se marcha dejándome en la puerta de la oficina.
Las letras del nombre de Leah se expanden sobre la puerta indicándome que esta es su oficina. Estoy que me entra el pánico y deseo largarme de aquí cuando antes de tocar la puerta se abre revelando el rostro de Sally, la esposa del ex tiburón Erick Murray. La verdad es que estar cerca de esta gente me pone la piel chinita.
—Elizabeth, ¿cierto?—me pregunta y yo asiento algo cohibida—Pasa, te estábamos esperando.
Doy unos cuantos pasos dentro y ella cierra la puerta detrás de mí. Visualizo a Hailey y a Leah sentadas una frente a la otra.
—Ellie, que agradable es volver a verte—me saluda con una sonrisa detrás de su escritorio—. Siéntate, estábamos ansiosas por este encuentro.
Hago lo que me dice y me siento al lado de Hailey, quien me sonríe de igual manera. Estas mujeres son muy guapas, y de verdad que no parece que fueran las esposas de los tres hombres que Marcelo más detesta, de aquellos asesinos que renunciaron a todo por una vida familiar más tranquila.
—Estoy algo nerviosa. La verdad es que todo esto es un sueño para mí. El que Ava haya hecho esto por mí aún resulta algo surrealista. Estar frente a ustedes también es una locura.
—Cuando te vimos bailando supimos que tenías que ser parte de nosotros—me dice Leah—. Ava solo nos dio el empujón para que te diéramos la oportunidad de ver tu talento.
—Tu beca fue aceptada por todo el comité, y queremos que formes parte de nosotros lo antes posible—me dice Hailey.
—Ya conoces las instalaciones, Ava se encargó de eso—dice Leah—, pero hay cosas académicas que necesitas saber y Sally podrá darte unas informaciones hoy si no tienes problema. El calendario académico nos obliga a que te integres en esta misma semana.
