Capítulo 9: Sabor a perdedora.

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AVA

Hace un año.

La fiesta de Jackson Leister se haría en unas horas en la mansión de sus padres que queda a pocos metros de la casa de mi amiga Emilia, y yo no podía perderme aquello porque Emi había averiguado que Damon estaba entre la lista de invitados. ¿Cómo era eso posible? No lo sé, pero Damon parece tener alguna amistad con Jackson de la que no estoy enterada.

Lo cierto es que no sé cómo convencí a papá de dormir aquella noche en casa de Emilia, a pesar de que estaba en un viaje de negocios, mamá me pidió que lo consultara con él para evitar problemas futuros, así que no pudo negármelo estando a miles de kilómetros.

—¿No crees que sea demasiado, Emi?—Le pregunto al verle el vestido que se ha puesto.

Ella se mira en el espejo.

—Por supuesto que no. En esa fiesta habrán tíos que estarán muy buenos, Ava. Quizás tenga la oportunidad de liarme con uno.

Me río.

—No creo que estés en necesidad, con Trevor lo haces cada que tienen la oportunidad.

Ella rueda los ojos.

—Trevor es un imbécil, nunca quiere formalizar, así que se acabó eso de estar de allí para acá buscando su atención. Esta noche me lío con el primero que me invite a bailar.

Termino de ponerme el rubor en las mejillas y me acomodo el pantalón del conjunto negro que llevaré esta noche. Me volteo y me veo de todos los ángulos en el espejo largo de la habitación de mi amiga y no está nada mal.

—¿Te gusta lo que ves?—Me pregunta Emilia con una sonrisita.—¡Estás buenota, Ava! Tienes un cuerpo para enloquecer.

—Deja de desearme el culo, Emilia Davies.—Le digo soltando una carcajada.

Ella se ríe y me voltea hacia ella pasando sus manos por mi cabello acomodándolo mejor.

—Estás preciosa, Ava. Estoy segura que esta noche Damon nota tu existencia.

Suelto un suspiro y la observo que se coloca sus tacones.

—¿Tú crees? Siempre está rodeado de mujeres.

—Tú puedes ser una de ellas hoy, Ava.

Gruño poniendo cara de asco.

—No quiero ser "una de ellas" Emilia. A mí no me gusta compartir. Tengo que olvidarme de esta obsesión que tengo por él porque sé que no es saludable.

—Pues eso lo averiguarás hoy cuando lo veas, y ya deberíamos irnos, Ava. La casa de Jackson queda a unas pocas cuadras pero hay que caminar.—Ella suelta un suspiro cansado.—Deberías pedirle un auto a tu padre.

Me río.

—Mi padre se niega a verme totalmente independiente por las calles.

—Algún día te irás a la universidad, y tendrá que verte tomar las riendas de tu vida por ti misma.

—Para eso falta mucho, Emilia. Ahora vámonos, antes de que me arrepienta.—Le digo tomando el bolso y caminando hacia la puerta.

Mi Devoción #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora