Capítulo 16: Mantener la calma.

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LEAH

—¿Puedes pasarme la mermelada, papá?—le pregunta Ava a Aaron que inmediatamente se la entrega.

Aaron tenía que ir a la empresa y yo a la academia, los detalles del festival iban como humo, las boletas habían salido ayer a la venta y ya estaban agotadas, era una locura, y todo el trabajo que teníamos me tenía bastante exhausta.

—¿Dónde está Levi? Necesita desayunar, ha estado comiendo muy poco últimamente—dice Aaron tomando de su café.

Suspiro.

—La situación con Eris lo ha tenido muy abatido.

Aaron se tensa y suelta un suspiro agotador.

—Quiero buscar alguna alternativa a todo esto pero con Peyton es difícil. No pensé que mi hijo fuera a pasar por situaciones así cuando se enamorara de alguna chica.

Me río.

—Al menos no se trata de Ava—le digo divertida y Ava me mira como pidiendo que no la ayude tanto.

—¡Mamá!—se queja al instante.

Aaron la mira seriamente.

—Ava sabe que tiene que concentrarse en terminar el instituto para llegar a la universidad.

—¿Y Levi acaso no?—le cuestiona ella como siempre intentando frustrar a su padre.

Suspiro.

—No empecemos, porque sé que terminamos siempre mal con estas discusiones de ustedes dos—me río y niego divertida.

El timbre de la casa se escucha y veo como Hugo se apresura a abrir la puerta. Como madre me siento bien impotente ante la situación que están viviendo Levi y Eris ahora mismo. Entiendo a Peyton quizás al no querer que Eris tan pequeña aún tenga algún tipo de relación, pero no entiendo el porqué tanto coraje con que se trate de Levi, nunca ha querido dar respuestas de aquello, y eso es lo que molesta.

Como si la hubiera llamado con el pensamiento veo como Peyton entra como un tren apresurada al living y luego cruza el comedor con cara de espanto.

Me preocupo de una vez al verla.

—¡Leah, por favor, tienes que ayudarme!—Grita histérica.

Aaron, Ava y yo nos ponemos de pie rápidamente acercándonos a ella.

—Peyton. ¡Jesús, estás sudando!—Le digo intentando que se tranquilice.—Vamos, siéntate un momento.

Ella niega desesperadamente.

—Peyton, estás muy alterada. ¿Qué carajos ha pasado?—Le pregunta Aaron asustado al verla llorar de esa manera.

Ava se acerca sosteniéndole el cabello que cubre su cara.

—Tía, por favor respira. ¿Qué tienes? ¿Qué ha pasado?

Logramos hacer que se sentara y respirara unas cuantas veces para que normalizara su tensión. Estaba pálida y roja al mismo tiempo de tanto esfuerzo. Su rostro empapado de tanto llorar y sus manos y cuerpo temblorosos.

Mi Devoción #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora