CUARTO LIBRO DE LA SAGA MI ASESINO FAVORITO.
Ava parece ser muy idéntica a su tía Lexie en personalidad, pero parece haber heredado los mismos gustos de su madre de enamorarse de quien no debe. Ella siente que se aburre fácil de los hombres y que pi...
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AVA
Mis ojos viajaban desde mamá a Damon vacilantes, observando sus facciones e intentando descifrar que piensa cada uno. Mi madre parecía serena, como si nada le perturbara, en cambio Damon estaba con el Jesús en la boca al estar compartiendo la mesa de un restaurante con mamá.
No sé cómo, pero lo convencí y aquí está, sentado frente a mamá con la postura más erguida que alguna vez le haya visto.
Mi madre es todo un encanto, eso lo sabemos todos, pero también es meticulosa, y cuando quiere averiguar algo no hay poder humano que la detenga. Viste con uno de sus conjuntos ejecutivos, pantalón azul cielo y camisa tipo chaleco del mismo color. Su precioso cabello negro suelto y sus lentes de sol. Físicamente me parezco muchísimo a ella.
—Gracias por aceptar venir, Damon. Tenía muchas ganas de volver a verte, si te soy sincera—le dice mamá bastante dulce—. Desde el incidente con Ava en la clínica no había tenido el placer de volver a verte. Espero que no te haya incomodado mi petición a que me acompañaras a un almuerzo.
Damon la observa sorprendido. Al parecer tenía otra percepción de mamá, creía que iba a llenarlo de preguntas de una vez, o que iba a preguntarle las intenciones que tiene conmigo, o simplemente iba a ser una odiosa sin remedio.
—Por supuesto que no—le responde él—. Para mí también es un placer, señora Walter.
—Con solo Leah está más que bien—le sonríe—. No tuve la oportunidad de agradecerte de manera formal lo que hiciste por Ava aquel día. Te quedaste incluso cuando no tenías que hacerlo, y eso es importante para mí. Todo el que se preocupa por ella tiene mi agradecimiento de por vida.
Damon voltea a verme y sus ojos verdes parecen querer decirme algo, pero luego aparta la mirada nuevamente hacia mamá.
—No iba a moverme de allí hasta saber que ella estuviera bien. No tiene nada que agradecerme.
—Me comentó Ava que eres el capitán del equipo de fútbol del instituto, pero que ya tienes unos años que terminaste tus estudios allí.
Miro a Damon y sonrío de lado. Claro que lo conozco de allí, pero nuestra historia es mucho más que eso, incluso quiero reírme porque él ya sabe que lo besé hace un año y sé que eso aún le causa impresión.
—El instituto decidió dejarme como capitán del equipo por unos años más, supongo que este es mi último año. El entrenador no ha querido que me marchase antes.
—Eso quiere decir que eres muy bueno—mi mamá da un sorbo a su café—. Entiendo a Ava, eres muy guapo Damon.
