Nuestro Poliamor

Capitulo 3

Y así pasarían los días faltantes, para que fueran de regreso a Santiago. Durante esos días, Javiera era distante con Hotu Matua, y se sentía extraña cerca de Lautaro. Por ende su actitud ha cambiado un poco.

Estando de vuelta en Santiago, cada uno se encontraba en sus respectivas casas..

Hotu Matua, él se encontraba meditando que pudo haber causado aquel cambio de su mejor amiga, analizaba, las razones, y solo llegaba a una conclusión.

Quizás ella gustaba de él y quizás escucho lo que le dijo a Lautaro y eso la hirió.

No supo porque pero aquella posibilidad le comenzó a dar una ansia horrible. Se empezó a preocupar.

Mientras tanto Javiera, se encontraba en su pieza, hablando por whatsapp con Mateo, contándole lo que escucho, y que su ''plan'' se fue al demonio.

Mientras escribía, las lágrimas le caían solas, se sentía tan enojada, fue rechazada indirectamente, suspiro intentando calmarse, de pronto escuchó que tocaban la puerta de su pieza.

-Javi! Lautaro te vino a ver. –dijo Blanca, la madre de Javiera

-dile que ya voy. –dijo la de cabello castaño mientras se secaba las lágrimas.

Suspiro calmándose, cerró las ventanas de su celular, para luego ir a recibir a Lautaro. Ella salió de su habitación, al llegar al living, donde estaba Lautaro, vio a sus hermanos menores hablando con él.

-entonces esa flor es para la Javiera? –dijo Violeta, una niña de 6 años

-eso significa que te gusta nuestra hermana. –dijo Bernardo, el gemelo de Violeta

Javiera se sonrojo un poco al oírles decir eso, por lo cual decidió anunciar su llegada:

-ya cabros chicos, déjenlo en paz.

-lo harás nuestro cuñado? –dijo Violeta riendo

-acabo de pasar por su pieza, y tienen que ordenar sus juguetes que los dejaron todos tirados. –dijo Javiera

-no cambies el tema hermanita. –dijo Bernardo riendo

Javiera les miro enojada, los gemelos se rieron y fueron corriendo a su pieza.

-perdón por eso, esos dos son bastante odiosos. –dijo Javiera

-descuida, no me molestan. –dijo Lautaro sonriéndole.

-si tú lo dices. –dijo Javiera riendo levemente.

Lautaro sonrió levemente y finalmente dijo:

-además ellos tienen razón.- dijo Lautaro

Javiera le miro sorprendida, de pronto Lautaro le dijo:

-tu... realmente me gustas.

Javiera sonrió, se acercó a él, se sentó a su lado y le dijo:

-por qué te gusto? No tiendo, ciento que soy una persona tan antipática...

-al contrario, eres dulce, tierna... hermosa... eres perfecta. ¿A quién no le gustarías? –dijo Lautaro

-a Hotu Matua... -dijo Javiera algo desanimada.

El mapuche se sorprendió, en cambio la chilena, solo desvió la mirada con profunda tristeza. Lautaro dijo:

-por qué no te fijas en mí?

Javiera le miró sorprendida. El Mapuche, solo se controlaba porque en casa estaban los hermanitos y padres de Javiera, no quería exhibir sus sentimientos, siguiendo el impulso de darle un apasionado beso en los labios, quería hacerlo.

Demostrarle a Javiera que a pesar de ser menor, puede llegar a ser incluso algo dominante, él sabía que a ella le gustaba eso, sabía que quizás a ella le gustaba Hotu Matua, por su apariencia dominante, sin embargo, el mapuche quería demostrar que podría ser igual e incluso un poco más.

Javiera le miró sorprendida, Lautaro le dijo:

-te voy a demostrar que puedo llegar a ser mejor que él.

Mientras tanto Hotu Matua, este caminaba por la calle dirigiéndose a la casa de Javiera, sentía la ansia viva en su interior, quería, poder hablar la situación.

Llegó a la casa, y algo asustado toco la puerta.

En cambio Javiera, al oír que llamaban a la puerta fue a abrir. Encontrándose con Hotu Matua. Este le dijo:

-podemos hablar?

-bien pero yo estaré presente. –dijo Lautaro con seriedad.

-qué haces aquí? –pregunto el pascuense

-necesitaba hablar con la Javi. –dijo el mapuche

-hablemos fuera. Esto hay que aclararlo a solas. –dijo Javiera.

Luego de avisarles a sus padres que saldrían, los tres amigos fueron a la plaza que estaba frente a la casa de Javiera. Aclararían la situación. O eso se creía.

.

.

.

Continuará.