Los días pasaron, convirtiéndose en semanas, y las mismas se convertían en meses. Pasaron tres meses para ser exactos, era el día 29 de Julio. Había caído día sábado, Lautaro se encontraba en su casa estaba estudiando ya que no entendía una materia y debía comprenderla para el Lunes, ya que tenía prueba ese día, y justo de esa materia.
Mientras estudiaba, intentaba resolver problemáticas de la materia, estaba concentrado, hasta que Manque llego diciendo:
-oye Lautaro. ¿Cómo has tratado a mi futura esposa?
Lautaro suspiro con cansancio, su hermano no entendía, y era normal, ya que no estaba enterado, supuso que era hora de hablar, aunque sea su hermano de 13 años.
-ella es mi pareja... bueno de Hotu Matua y mía. Así que abandona tus sueños, niño. –dijo Lautaro.
-como que Javiera es de Hotu Matua y tuya?! –exclamo gritando con enojo Manque
-es la verdad, Javiera tiene dos dueños, y dudo que quiera tener tres. –dijo el mapuche.
-explíquenme que fue eso que Manque acaba de gritar....? –dijo Kuriñanku. El padre de Lautaro y Manque. Quien venía acompañado de Antumalen, la madre de ambos chicos.
-ay no... -susurró para sí mismo Lautaro
-Lautaro, explica que fue eso. –dijo la madre de los jóvenes mapuches
-les explicaré, pero por favor no le digan a los padres de Javiera, ni a la madre de Hotu Matua... -dijo el joven mapuche.
-está bien, dilo. –dijeron ambos padres con algo de extrañeza.
-Hotu Matua, Javiera y yo, hacemos una relación poliamorosa. –dijo Lautaro.
Sorprendiendo así a sus padres, en ello Manque dijo:
-ósea que hicieron un trío.
-se podría decir que si... -dijo Lautaro algo nervioso.
-Lautaro! –dijo la madre del mismo.
-está bien. –dijo el mapuche mayor, es decir el padre.
-pero Kuriñanku... no está bien... -dijo la madre.
-con tal que no sea solo una faceta de Lautaro, todo está bien para mí. –dijo el padre.
Lautaro observo como su madre no pudo reprochar nada, ya que le encontró razón a su padre. Se lo habían tomado bastante bien, se podría decir, Manque por otro lado le dio un golpe en el brazo diciendo:
-si le haces daño a Javiera lo sabré! Y te aré paga!
-ya enano, deja estudiar, por favor. –dijo Lautaro volviendo a sus estudios.
-pero... -protesto Manque enojado
-tu hermano tiene razón déjalo estudiar, mira que el lunes tiene prueba. –dijo su padre.
-bien... -dijo Manque yéndose.
Mientras tanto en la casa de Hotu Matua, él se encontraba en las mismas circunstancias que Lautaro, estaba estudiando, tenía que leerse un libro de 300 páginas para el lunes, así que básicamente, se estaba quemando las pestañas de tanto leer. Estaba estudiando tranquilamente, cuando de pronto su madre, Kiri, entró diciendo:
-descansa un rato hijo, has estado estudiando desde las seis de la mañana, has estado ocho horas sin descanso. Ven a almorzar.
-ya voy mamá. –dijo Hotu Matua marcando la página en donde había quedado para finalmente, cerrar el libro e ir a comer.
Una vez sentados en la mesa, Kiri, Hoku y Hotu Matua, empezaron a comer, la madre notaba a su hijo mayor, algo distraído, ya que le mandaba mensajes a alguien desde su celular, y al parecer esa persona no le contestaba.
-por qué tan desesperado por comunicarte? –pregunto Kiri con extrañeza.
-quería hablarle a mi pareja. Es todo. –dijo Hotu Matua
-tienes pareja? –dijo la madre con extrañeza
-no sé si sea Lautaro o Javiera... ya que últimamente has estado muy inseparable de ellos.
-como sabes esas cosas, Hoku? –dijo Hotu Matua
-no es difícil darse cuenta que sientes algo por alguno de ellos, ya que nunca te separas de ninguno, salvo cuando tienes que venir a la casa. –Dijo la menor- seré chica, pero me doy cuenta.
-Hotu Matua, quien de los dos es el afortunado? –pregunto su madre con emoción.
-pues... -dudo en decir Hotu Matua, pero ante la mirada fija de su madre, no tuvo más que hablar- son ambos.
-ambos?! –dijeron madre y hermana, mirando a Hotu Matua con sorpresa.
-no le digan a los padre de Javiera, ni de Lautaro por favor. Esto se los confío solo a ustedes. –dijo Hotu Matua.
-está bien, no le diremos nada, pero sabes que se van a terminar enterando tarde o temprano. –dijo la madre
-si hermano, mamá tiene razón, se van a terminar dando cuenta. –dijo Hoku.
Su madre y hermana se habían tomado bastante bien, eso de que era parte de un trio poliamoroso.
Mientras tanto Javiera, ella estaba con sus audífonos puestos, mientras estudiaba, nadie le hablaba ni la molestaba en ese minuto, todo era tranquilidad para ella.
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Continuará.
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Nuestro Poliamor
RomanceDe una amistad desde la infancia, hasta convertirse en un amor tan grande y mutuo, como el que lo sentían Hotu Matua, Lautaro y Javiera. abran problemas que deberán enfrentar y demostrar que lo suyo es más que una faceta experimental adolescente. l...