Capitulo 10

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Y así pasaría toda la semana, hasta llegar al viernes, donde después de clases, Hotu Matua llamó por teléfono a Lautaro. Una vez hablando este dijo:

-dile a la Javiera que en media hora nos juntamos en la plaza.

-dale, yo le aviso. –dijo Lautaro desde la otra línea

-y... eso. ¿Cómo han estado? –dijo Hotu Matua

-bien supongo. –dijo Lautaro.

-sobre lo de nuestra reunión... quiero que sepas que me gustaría que nos enfoquemos en la Javi. –dijo Hotu Matua

-como así? –dijo Lautaro extrañado

-me refiero a que quizás te de unos cuantos besos pero, no te voy a dar como cajón que no cierra. –dijo Hotu Matua

-me parece bien, no me gustaría quedar como un pasivo delante de ella. –dijo Lautaro

-por eso creo que, deberíamos enfocarnos más en Javiera. –dijo Hotu Matua.

-está bien. Cuando estemos a solas si quieres podemos... -dijo Lautaro

-me parece bien. –Dijo el pascuense- bien, avísale a la Javi entonces que en media hora nos juntamos en la plaza.

-está bien, nos vemos después. –dijo Lautaro.

-nos vemos después. –dijo Hotu Matua

Mientras tanto Javiera, ella se encontraba en su pieza, leyendo un libro, fue entonces en que su celular sonó, a lo que respondió de inmediato:

-aló?

-hola preciosa. –dijo Lautaro desde la otra línea

-hola Lautaro, ¿Cómo estás? –saludo la chica

-Hotu quiere que nos juntemos en la plaza en media hora. –dijo él

-está bien, allí estaré. –dijo ella

-nos vemos en media hora. –dijo Lautaro

-nos vemos. –dijo ella.

Una vez cortando la llamada, ella se sonrojó, sabía que si querían juntarse, era no solo para pasar el rato, era obvio de que querían tener un momento romántico. Se sonrojó.

No supo si eran sus hormonas las que estaban alborotadas o las de sus amigos, o quizás las de los tres, no lo sabía, se sonrojó, suspiro y fue a arreglarse un poco, se cambió de ropa, se peinó, y se hecho perfume. En su cuello y en las muñecas.

Luego, estando lista, salió de la casa y fue a la plaza, donde se encontró con sus amigos, quienes charlaban mientras la esperaban. Cuando ella llegó, dijo:

-hola. –dijo Javiera.

Ambos la miraron sonriendo, Hotu Matua se acercó a ella, y la iba a besar, sin embargo, Lautaro dijo:

-mejor vayamos a un lugar más tranquilo. Para... -dijo él

-es verdad, vayamos a mi casa. –dijo el pascuense

-vamos. –dijo Lautaro mirando a Javiera de una manera fija mientras sonreía levemente.

De manera coqueta. Entonces los tres fueron a la casa del mayor.

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Continuará.

Nuestro PoliamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora